¿Presupuesto de Defensa?-Pilar Lizana

¿Presupuesto de Defensa?-Pilar Lizana

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Para muchos chilenos es difícil llegar a fin de mes. El presupuesto familiar se recorta día a día y muchos no logran encontrar trabajo. Hoy, quienes se suman a la larga lista de afectados por falta de presupuesto son las Fuerzas Armadas. “No estamos en condiciones de terminar el año”, dijo el comandante en Jefe del Ejército en la subcomisión mixta de presupuesto del Senado, su par de la Armada explicó cómo tuvieron que disminuir fiscalización, operaciones y mantenimiento para evitar 300 despidos.

La ministra de Defensa dio las explicaciones del caso y confirmó que existe acuerdo para asegurar presupuesto a las Fuerzas Armadas pero, más allá de las explicaciones, el hecho de que la máxima autoridad castrense grafique el problema con la imposibilidad de llegar a fin de año evidencia la crisis presupuestaria a la que se enfrentan los militares.

Mantener el nivel de la Defensa resulta fundamental para nuestra protección, posición internacional y democracia, pero, que esto sea puesto en duda en un contexto donde además se encuentran desplegadas hace más de tres años en el sur y más de dos en el norte, cumpliendo labores distintas a sus funciones primarias y con un nivel de exigencia y uso de material mayor del normalmente planificado, evidencia una paradoja en la discusión presupuestaria de un sector que está ocupando un lugar fundamental en la seguridad del país.

Pero esto no es todo, además por tercer año consecutivo el Fondo de Contingencia Estratégica contará con traspasos diferidos, lo que se suma a la larga lista de postergaciones. Ese fondo existe para, precisamente, responder a urgencias internacionales o nacionales.

Un elemento más para incluir en el debate es, el anuncio que ha hecho el Presidente Boric esta semana sobre una reforma constitucional para desplegar a las Fuerzas Armadas en frontera. El problema no radica en recurrir o no a los militares, el problema radica en que, de recurrir a ellos, se necesita una discusión presupuestaria responsable que permita sostener las operaciones, el nivel de entrenamiento y los compromisos internacionales del país.

El despliegue de militares en el norte y el sur de Chile presenta desafíos importantes entre ellos, el desgate en la moral de la tropa por despliegues largos y descansos cortos y, el desgaste del material que, por consiguiente necesita de recursos para su mantención.

El presupuesto de la Nación es la ley más importante, permite al país seguir funcionando, por ello, los parlamentarios y el gobierno deben sentir el peso de la responsabilidad. Las postergaciones de fondos o el recorte presupuestario son asuntos relevantes, sobre todo porque, los recurso siempre son limitados y ahora aún más. El problema es que, el debate sobro ello debe ser responsable e incluir esos aspectos esenciales para la sobrevivencia del Estado. Uno de esos elementos esencial son las Fuerzas Armadas especialmente, en un contexto de criminalidad organizada que destruye cada día un poco de nuestra institucionalidad.

Las Fuerzas Armadas no tienen sindicatos que amenacen con una huelga, son obedientes y se someterán a la decisión política. No pongamos en riesgo a Chile por diferencias ideológicas. Los cañones o la mantequilla es un debate que hay que dejar atrás. (El Líbero)

Pilar Lizana