En días pasados, en un programa de televisión, un ex fiscal nacional declaró su adhesión a la candidata Jara, del Partido Comunista. Lo dijo en el marco de su postulación a un cargo parlamentario.
Ahora la opinión pública puede tener claridad meridiana y absoluta cómo fue que otrora —mientras ejercía de justiciero— se persiguió y se encarceló a los de un sector, y se hizo la vista gorda (groseramente) con otros, a propósito del financiamiento irregular de la política.
Para verdades, el tiempo. (El Mercurio Cartas)
Carlos Bombal Otaegui



