Al respecto, el líder gremialista indicó que «todos hemos quedado decepcionados del cónclave, porque de verdad esperábamos que se resolvieran las cosas y lo único que pareciera resolverse es la unidad de la Nueva Mayoría y no la respuesta a los ciudadanos».
Dicho diagnóstico fue compartido por el timonel de RN, quien sostuvo que la reunión del bloque oficialista fue sólo una «puesta en escena» que «no zanjó nada, no ordenó nada y lo único que ha sido y ha hecho es sumar dudas y falta de certezas».
En ese contexto, Monckeberg y Larraín valoraron la postura expresada por los ministros del Interior, Jorge Burgos, y de Hacienda, Rodrigo Valdés, sobre la necesidad de actuar con «realismo» y «gradualidad» ante el actual panorama económico.
«Los ministros Burgos y Valdés han dado un paso al señalar que están conscientes de esta situación, que quieren avanzar en los procesos de reformas con gradualidad y diálogos. Si ese es el camino y el sello que va a tener la ley de presupuesto, nosotros con mucho gusto vamos a colaborar en ella», dijo el líder de la UDI.
En tanto, su par de RN afirmó que «vemos un buen emprendimiento y muchas ganas de parte de los dos ministros Valdés y Burgos de ordenar la casa, pero claramente esto sigue sin rumbo. Lo que queremos desde la oposición es colaborar, avanzar en propuestas y en planteamientos, pero evidentemente lo que se necesita es que la Presidenta ordene la casa».
Dicha opinión fue refrendada también por el jefe de la bancada de diputados de RN, Alejandro Santana, quien emplazó al Gobierno «a que apoye al ministro Valdés, creo que él tiene responsabilidad fiscal y tiene una responsabilidad para que a Chile le vaya mejor».
