La falsa normalización de la migración ilegal-Álvaro Bellolio

La falsa normalización de la migración ilegal-Álvaro Bellolio

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El ministro Cordero y la ministra Vallejo han sostenido que dejarán el país “normalizado” en materia de seguridad. Sin embargo, los datos de la PDI, del Ministerio Público, del INE y sus propios datos en materia de seguridad muestran exactamente lo contrario.

En migración, los ingresos clandestinos -según la propia PDI- pasaron de 88 mil entre 2018 y 2021, a más de 135 mil desde 2022. Las expulsiones se redujeron casi a la mitad, de 7 mil a 4 mil, y el número de extranjeros en situación irregular se ha triplicado, pasando de 110 mil a fines de 2021 a 337 mil a fines del 2023 según cifras oficiales del INE. A ello se suma que múltiples sicarios, como los casos de Meiggs y los asesinos del teniente Ojeda, han entrado y salido de Chile sin control alguno, y que los presos extranjeros en nuestras cárceles se han triplicado, sin que se concrete una sola repatriación para que cumplan sus condenas en sus países de origen o en terceros países.

El contraste con las promesas es evidente. A fines del año pasado, el propio ministro Cordero planteó la posibilidad de regularizar hasta a 182 mil migrantes que ingresaron ilegalmente al país, siempre que acreditaran trabajo, incluso sin autorización. ¿Es eso “normalización”? Porque parece que lo único que se ha normalizado es el descontrol.

En paralelo, Chile vive el máximo histórico de homicidios en estos últimos años, los delitos de mayor connotación social crecen de manera sostenida y el recién creado Ministerio de Seguridad sólo ha destacado por los altos sueldos de sus asesores, no por resultados concretos.

Si algo pudiera decirse que cambió respecto a la seguridad y migración, es que ya no está a cargo de un subsecretario formalizado por violación, acusado de usar fondos reservados en escorts y hoteles y que hizo mal uso de la Ley de Inteligencia. Pero en materia de gestión, eficacia y resultados, la “normalización” que proclama el ministro Cordero y que repite la vocera Camila Vallejo no es más que un eslogan vacío frente a la dura realidad que sufren millones de chilenos: barrios inseguros, delincuencia desbordada, mafias transnacionales operando con libertad y un Estado que parece más preocupado de maquillar cifras que de enfrentar el problema.

La verdadera normalización no se alcanza escondiendo el fracaso ni disfrazando la crisis de política migratoria como un éxito. Se logra con control efectivo de fronteras, expulsiones rápidas, y una migración responsable y gradual que respete nuestras capacidades de integración y seguridad. Mientras ello no ocurra, lo que seguirá imperando en Chile será la anormalidad del descontrol. (El Líbero)

Álvaro Bellolio