El Banco Central de Chile (BCCh) publicó su segundo Informe de Sistemas de Pagos (ISiP). Un documento técnico que responde al segundo mandato del emisor “el normal funcionamiento de los pagos internos y externos.” Este análisis detalla la evolución y nuevos desarrollos de las Infraestructuras del Mercado Financiero (IMF) y medios de pago. Ciertamente temas áridos y complejos, pero cruciales para que usted realice transferencias seguras, pagos con tarjeta o celular en comercios o pueda vender el sillón que ya no le gusta y recibir el pago con disponibilidad inmediata en su cuenta al mismo tiempo que entrega el sofá.
Las IMF permiten la canalización del dinero entre intermediarios financieros (bancos, oferentes de crédito no bancarios, fondos de pensiones, entre otros) resguardando la continuidad en sus operaciones. ¿Cómo lo hacen? realizando las funciones de aceptación, compensación, liquidación y registro de pagos entre los actores económicos. De esta forma, se pueden gestionar los distintos riesgos que esta cadena conlleva. Pese a lo interesante del tema, en esta columna, nos enfocaremos en los datos relacionados a los medios de pago entregados en el ISiP.
El documento presenta datos muy relevantes. El uso de medios de pago digitales (transferencias electrónicas y tarjetas) alcanzó el 112% del PIB y su uso por persona en Chile es superior al de alemanes, italianos y españoles.
En efecto, actualmente – en promedio – las personas mayores de 15 años realizan más de 1 pago digital al día, lo cual representa un aumento de más de 18% anual. La tarjeta de débito sigue siendo el medio de pago más utilizado (larga vida a Banco Estado y la creación de la cuenta Rut hace 18 años atrás). El ISiP expone también, que el mercado de tarjetas de prepago no bancarias ha crecido, con más de 11,6 millones de tarjetas vigentes y 14 emisores registrados.
En este contexto, una de las principales amenazas al sistema es la ley de fraudes (Ley 21.234 del 2020). Pese a los cambios implementados en 2024, que frenaron las estafas vía cajeros automáticos, estos no protegieron a otros medios de pago.
El informe indica que los montos denunciados por este delito aumentaron más del 16% respecto al semestre anterior, con las tarjetas de crédito concentrando casi el 50% del total, una situación similar a 2022. Aquí, al menos vale la pena analizar sobre la efectividad de medidas de protección al consumidor ideadas sin la comprensión necesaria de todas las complejidades.
Otro tema que destaca el informe son las remesas, que en 2024 sumaron US$ 2.015 millones desde Chile al exterior. La entrega de dinero en efectivo en las remesadoras sigue siendo la modalidad predominante de envío, pero los canales digitales, como tarjetas de prepago no bancarias permiten a sus clientes, a través de sus plataformas digitales, acceder a servicios adicionales como compra de divisas, criptoactivos o remesas internacionales. Este último mecanismo – no detallado en estadísticas oficiales – genera importantes desafíos de seguridad pública, al ser utilizado por el narcotráfico y crimen organizado.
En conclusión, el informe es un gran aporte para el análisis de políticas públicas. A esperar que futuros ISiP incluyan algunas estadísticas del zoológico dentro de la Ley Fintec (Ley 21.521), ejemplo de sobre-regulación y de medidas de desarrollo de mercado carentes de una reflexión profunda sobre sus alcances. A saber, las rápidas y costosas exigencias en la implementación del sistema de finanzas abiertas o la carga excesiva impuesta a la Comisión para el Mercado Financiero quien, con pocos recursos, deberá tener bajo su paragua algunos criptoactivos y hasta el influencer financiero de Instagram….insólito. (Ex Ante)
Natalia Aránguiz



