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Trump en el Congreso: «EE.UU. dejó de ser woke y solo hay dos sexos»

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, analizó ayer martes sus primeras semanas de mandato, reivindicado los recortes en el gasto federal y su agresiva política arancelaria, en una complicada sesión en el Congreso, con constantes interrupciones y abucheos de la bancada demócrata.

Seis semanas después de regresar a la Casa Blanca, el líder republicano dio el primer discurso de su segundo mandato ante las dos cámaras del Congreso, que batió un récord histórico de duración de 1:42 horas.

«Estados Unidos ha regresado», arrancó un Trump triunfal, desatando la primera de las muchas ovaciones de apoyo de los republicanos, que ostentan la mayoría en el Congreso, le dedicaron a lo largo de la noche. «Hemos logrado más en 43 días de lo que la mayoría de las administraciones logran en 4 u 8 años, y apenas estamos comenzando», reivindicó el republicano, quien tras su regreso al poder ha firmado un número inédito de órdenes ejecutivas y ha sido acusado por la oposición de saltarse con ello el poder del Congreso.

El mandatario presumió de la orden que rebautiza el golfo de México como golfo de América y de la que declara el inglés como idioma oficial de Estados Unidos.

En el palco de honor, además de la primera dama, Melania Trump, y otros invitados, destacaba la presencia del magnate Elon Musk, quien ha demostrado una enorme influencia en la Administración de Trump como encargado de llevar a cabo un recorte sin precedentes del gasto público.

ARANCELES, UCRANIA Y PIFIAS

Trump también dio señales de no querer dar marcha atrás en su guerra comercial, el mismo día en que aprobó la imposición de aranceles del 25 % contra México, Canadá y del 20 % a China, sus principales socios comerciales.

«Otros países han usado los aranceles contra nosotros durante décadas y ahora es nuestro turno de comenzar a usarlos contra otros países», afirmó Trump, quien recordó que el 2 de abril se pondrán en marcha «aranceles recíprocos» contra sectores y países que graven a los productos estadounidenses.

Además, solicitó al Legislativo fondos federales para completar «la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos», un mensaje lanzado después de que su nueva Administración no haya logrado alcanzar la media de deportaciones mensuales de su antecesor, Joe Biden.

En política exterior, Trump pareció enviar un mensaje conciliador hacia Ucrania tras haber recibido una carta de su homólogo, Volodímir Zelenski, en la que este se ofreció a firmar el acuerdo de minerales que fue frustrado cuando ambos discutieron la semana pasada frente a las cámaras de televisión en el Despacho Oval.

«Aprecio que haya enviado esta carta», dijo Trump, quien reveló que Zelenski le dijo estar dispuesto a firmar el acuerdo de minerales y tierras raras con EE.UU. «en cualquier momento».

El republicano, que exige acceso a los recursos naturales de Ucrania dentro de las negociaciones para poner fin a la guerra en ese país, explicó también que Rusia le ha dado «fuertes señales de que están listos para la paz”, pero no exigió ninguna concesión a Moscú.

Por último, el ambiente dentro de la cámara fue tenso desde el principio, con constantes burlas y críticas de Trump hacia los demócratas y a la Administración de su predecesor, Joe Biden, a quien acusó de haber dejado una «catástrofe económica» y lo culpó de la subida de precios de los huevos.

La bancada demócrata, por su parte, llegó preparada para la protesta, con decenas de mujeres vestidas de color rosa en una señal feminista y otros legisladores sosteniendo todo tipo de carteles para señalar las «falsedades» que iba diciendo el presidente. Incluso un congresista demócrata, Al Green, de 78 años, interrumpió a gritos el discurso y se levantó señalando al presidente con su bastón y gritando «no tienes ningún mandato» hasta que fue expulsado de la sala.

EL DISCURSO

Acompañado por Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, y el vicepresidente J.D. Vance en calidad de presidente del Senado, el Mandatario utilizó su alocución para exponer las prioridades de su mandato y destacó lo que su juicio ya logró en las primeras seis semanas en la Casa Blanca. Estados Unidos está de vuelta». Con esa frase arrancó.

Durante la intervención destacó la cruzada de su administración contra la inmigración irregular, se jactó de haber acabado con la «venenosa teoría de la raza en las escuelas» y de haber establecido «que solo hay dos géneros».

También aseguró que EE.UU. recuperará el Canal de Panamá y que se hará con Groenlandia. Además, subrayó que «México y Canadá tiene que hacer más» para frenar el ingreso de fentanilo en su país, y prometió aranceles «recíprocos» y recortes de impuestos. Y lo hizo entre los aplausos de los republicanos presentes en la sesión y ante la indiferencia y la protesta de los demócratas.

«EE.UU. ha dejado de ser woke» Trump, sostuvo que Estados Unidos «ha dejado de ser woke», y destacó de sus políticas contra la diversidad y la inclusión, la migración irregular y en materia de recortes durante los primeros meses desde su llegada a la Casa Blanca. En ese sentido, presumió de haber sacado a «los hombres de las competiciones deportivas de mujeres», haber convertido en política de estado que «solo existen dos sexos» y de estar «protegiendo» a los menores al eliminar «el apoyo a la ideología de género y de equidad divisivas y radicales».

En este sentido, el Presidente estadounidense ha pedido además al Congreso que criminalice las operaciones quirúrgicas para el cambio de sexo en menores de edad. «Quiero que el Congreso apruebe un proyecto de ley que prohíba y penalice permanentemente los cambios de sexo en los niños y ponga fin para siempre a la mentira de que todo niño está atrapado en el cuerpo equivocado», expresó.

«EL EJÉRCITO MÁS PODEROSO DEL FUTURO»

También, deslizó que su objetivo es construir el ejercito «más poderoso del futuro» y que creará una nueva oficina de construcción naval en la Casa Blanca y un escudo de defensa para todo el país. «Como primer paso, pido al Congreso que financie un escudo antimisiles de cúpula dorada de última generación para proteger nuestra patria, fabricado en Estados Unidos», empezó Trump detallando su plan, tras asegurar que «todos» los países, como es el caso de Israel y su Cúpula de Hierro, «deberían tener» uno de estos dispositivos.

En este sentido, el Mandatario aseguró que quiere «proteger a los ciudadanos como nunca antes», y para ello, busca «impulsar la base industrial de defensa» de EE.UU.. Además, anunció que creará una nueva oficina de construcción naval en la Casa Blanca para «resucitar la industria naval americana, incluyendo la construcción naval comercial y la construcción naval militar».

«Ofreceremos incentivos fiscales especiales para que esta industria vuelva a EE.UU., donde debe estar. Antes hacíamos muchos barcos. Ya no hacemos muchos, pero vamos a hacerlos muy pronto. Tendremos un enorme impacto para mejorar aún más nuestra seguridad nacional», señaló.

«RECUPERAREMOS EL CANAL DE PANAMÁ»

Trump lleva semanas afirmando que China opera el Canal de Panamá, construido por EE.UU. y traspasado al país centroamericano en 1999, y que quiere «recuperarlo». Ese fue, de hecho, el principal mensaje que le llevó el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, al Presidente panameño, José Raúl Mulino, cuando visitó el país centroamericano a principios de febrero. Y era un tema que no podía faltar en el discurso con el que Trump repasó logros y estableció expectativas.

«Para reforzar aún más nuestra seguridad nacional, mi administración reclamará el Canal de Panamá; ya lo hemos empezado a hacer», expresó ante el Congreso.

Luego, hizo referencia a una noticia que se conoció ayer, que el consorcio de inversores liderado por el gigante BlackRock acordó comprar los puertos de Balboa y Cristóbal en el Canal de Panamá que hoy pertenecen a la firma china CK Hutchison, con sede en Hong Kong.

«El Canal de Panamá fue construido por estadounidenses para estadounidenses, no para otros. Pero otros lo podrían usar (…). Pero el acuerdo se violó de forma flagrante. No se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a recuperar».

«TRABAJANDO PARA TERMINAR CONFLICTO EN UCRANIA»

Respecto a una relación cada vez más deteriorada con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky dijo: «Estoy trabajando sin descanso para terminar con el salvaje conflicto en Ucrania. Millones de ucranianos y rusos han muerto o han resultado heridos en vano en este horrible y brutal conflicto sin un final a la vista». «¿Quieren que siga por otros cinco años? ¿Sí?», dijo, apuntando a los demócratas.

«Pareciera que sí. Pocahontas dijo que sí», añadió, refiriéndose a la senadora demócrata Elizabeth Warren. Es un apodo que Trump usó para burlarse de ella por primera vez hace media década, cuando Warren se postulaba para la presidencia. La demócrata había afirmado en su momento que tenía ascendencia nativa.

El Mandatario explicó que había recibido una «importante» carta de Zelensky. El líder ucraniano aseguró este martes que está listo para firmar un acuerdo con EE.UU. y avanzar hacia un tratado de paz con Rusia.

Zelensky señaló en un mensaje en «X» que su país está dispuesto a sentarse «en la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera». «Nadie quiere la paz más que los ucranianos», añadió.

«CONSEGUIR GROENLANDIA»

«Esta noche también tengo un mensaje para la increíble gente de Groenlandia», dijo Trump en un momento de su discurso. «Apoyamos enérgicamente el derecho que tienen para determinar su futuro. Y si así lo eligen, les daremos la bienvenida a EE.UU.», prosiguió, haciéndoles un guiño a sus poco más de 56.000 habitantes, en su mayoría indígenas inuit.

La isla, la más grande del mundo, es un territorio autónomo de Dinamarca, que colonizó la región. Y Trump sostiene que el país europeo debería renunciar a su injerencia sobre el territorio para, según sus palabras, «proteger el mundo libre».

En esa idea ahondó también ayer. «Necesitamos a Groenlandia por seguridad nacional e incluso internacional. Estamos trabajando con todo el que está involucrado para tratar de conseguirlo. Lo necesitamos de verdad para la seguridad global y creo que vamos a lograrlo. Vamos a conseguirlo de un modo u otro», subrayó en el Capitolio.

«Los mantendremos seguros. Y los haremos ricos». Groenlandia tiene una importancia estratégica para EE.UU., ya que se encuentra en su ruta más corta a Europa. Además, alberga importantes reservas de minerales y petróleo.

POLÍTICA ARANCELARIA

En su defensa de la nueva política exterior del país, el Mandatario dedicó unas palabras a la anunciada imposición de aranceles a otros países, asegurando que estos «harán a Estados Unidos rico de nuevo».

Las nuevas tasas «tienen como objetivo hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico y grande. Y eso está sucediendo, y sucederá bastante rápido», dijo, si bien ha reconocido que provocarán «algunas pequeñas perturbaciones». «No nos importan. No serán muchas», prometió.

En esta línea, admitió que «puede haber un pequeño período de ajuste» ante la aplicación de aranceles a los productos agrícolas extranjeros, por lo que ha pedido a los agricultores estadounidenses que tengan «paciencia conmigo otra vez».

Con todo, advirtió contra el consumo de productos extranjeros porque «están en una situación muy, muy mala en muchos sentidos. «No se inspeccionan. Pueden estar muy sucios y ser repugnantes cuando llegan y perjudican a nuestros agricultores estadounidenses», ha asegurado.

«Otros países han utilizado aranceles contra nosotros durante décadas, y ahora es nuestro turno de empezar a usarlos contra esos otros países. Es recíproco, de ida y vuelta. Lo que nos impongan como impuesto, lo gravaremos», sostuvo, señalando también a la Unión Europea. (Emol  EFE)