Chile enfrenta grandes desafíos para fortalecer su desarrollo económico y social y no podemos seguir perdiendo tiempo. En la última década el crecimiento del PIB fue más que discreto, lo que hace urgente la necesidad de avanzar en proyectos estratégicos que generen empleo, bienestar e impulsen el crecimiento económico, siempre con el debido respeto medioambiental y comunitario.
Sin embargo, el debate en torno a esas iniciativas ha sido bloqueado por algunas ONG que, de manera opaca, influyen en las decisiones de autoridades, poniendo en jaque posibilidades de prosperidad para los habitantes del país. Su creciente influencia en la paralización de inversiones clave plantea la necesidad de mayor claridad sobre sus fuentes de financiamiento y motivaciones.
Así como se exige transparencia al sector público y privado, también es razonable que quienes inciden en políticas de alto impacto rindan cuentas a la ciudadanía. Y el debate sobre el desarrollo económico del país debe darse con reglas claras y con la participación de todos los actores, asegurando transparencia y responsabilidad en la toma de decisiones.
La opacidad de que gozan algunos debe corregirse ya, por lo que es urgente agilizar la tramitación del proyecto de ley que lleva a que las ONG tengan que transparentar su financiamiento. (El Mercurio Cartas)
Andrés Santa Cruz
Expresidente CPC 2013-2015
