Durante esta mañana se informó falleció el reconocido escritor chileno Antonio Skármeta, contaba 83 años. La información fue confirmada por la Universidad de Chile y por fuentes cercanas a su familia, según pudo indagar Culto.
Skármeta se trata de uno de los nombres importantes de la narrativa chilena, parte de la Generación de 1960, que lo reunió con otros colosos como Poli Délano, Fernando Jerez, Jaime Hagel y Mauricio Wacquez y los poetas Gonzalo Millán, Floridor Pérez, Claudio Bertoni y Óscar Hahn. Todos escribiendo en los intensos tiempos donde las cosas cambiaban en Chile: de la “revolución en libertad” de Frei Montalva, a la Unidad Popular.
Estudió Filosofía en la Universidad de Chile y posteriormente -gracias a una beca Fullbright- realizó un postgrado en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Aunque su vocación siempre fue literaria. “Mi padre alentó mi vocación literaria con mucho entusiasmo y fuerza. Y no solamente de palabras, sino que en una época que yo era un chico desordenado, él hizo algo que significó mucho para mí. Me preguntaba ‘Qué has escrito hoy, qué has escrito esta semana…Recuerdo que cuando terminé la escuela, yo estudié en el Instituto Nacional, y egresé con todas las perplejidades propias del joven al que todo le interesa. Él me preguntó qué quería estudiar. Yo le dije: Papá, voy a estudiar filosofía. Y llegó y me abrazó. A ese extremo me tenía cariño”, recordó en entrevista con este medio, en 2019.

Durante la UP formó parte del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y escribió en la revista La Quinta Rueda. Aunque también hacía sus primeras armas como escritor, con la publicación de sus colecciones de cuentos El entusiasmo (1967), Desnudo en el tejado (1969) y Tiro libre (1973). De hecho, por Desnudo en el tejado recibió el importante Premio Casa de las Américas, en Cuba, distinción que también han recibido otros autores como Roque Dalton, Gioconda Belli o Eduardo Galeano.
Tras el golpe, Skármeta debió salir al exilio, primero en Argentina y luego en Alemania Occidental. Desde allí, siguió realizando actividad cultural, como sus colaboraciones en la revista Araucaria de Chile. Trabajó en guiones de cine y se metió de lleno en ese campo. De hecho, a partir de 1979 trabajó durante tres años como profesor de Guion Cinematográfico en la Academia Alemana de Cine y Televisión en Berlín Occidental.
En esos años publicó su primera novela Soñé que la nieve ardía (1975), y también empezó a cranear una historia que primero sería un guión. Como suele ocurrir cuando se está en el exilio, con un fuerte influjo hacia el terruño, el país natal. Tenía como telón de fondo los últimos años de Neruda, en Isla Negra, el poeta aparecía como personaje en un particular romance, entre su cartero y una muchacha del lugar.

El guión se convirtió en película, Ardiente paciencia se llamó, y se estrenó en 1983 con dirección del mismo Skármeta y en los roles protagónicos tenía a Roberto Parada, Óscar Castro y a Marcela Osorio. Fue un éxito y en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, España, se llevó los premios a Mejor Película, Película del público y Mejor Interpretación Masculina. Luego, pasaría a ser una novela, del mismo nombre, quizás una de las más leídas de la historia literaria chilena.
En 1994 Skármeta alcanzaría el reconocimiento mundial gracias al remake de Ardiente paciencia. Esta vez, bajo la dirección del británico Michael Radford, quien retituló el filme como El cartero (Il postino), en una brillante versión estelarizada por Philippe Noiret, Massimo Troisi y Maria Grazia Cucinotta y que contó con una cuota de dramatismo, pues Troisi falleció a los 41 años solo 24 horas después de finalizar el rodaje producto de un infarto agudo al miocardio.
Posteriormente, en 2022 la plataforma Netflix estrenó una nueva versión de la cinta, con los roles estelares de Andrew Bargsted, Vivianne Dietz y Claudio Arredondo, todos bajo la dirección de Rodrigo Sepúlveda. Gracias al filme el nombre de Skármeta tuvo resonancia mundial, uniéndose a un selecto grupo de autoras y autores chilenos que han tenido reconocimiento en el extranjero, como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Roberto Bolaño o Isabel Allende. De hecho, en ediciones posteriores el volumen se renombró como El cartero de Neruda. (Culto La Tercera)



