Los ingleses no están obligados a tener carnet de identidad ni ninguna otra forma de identificación personal. Como dicen ellos: “peleamos dos guerras mundiales para que nuestros ciudadanos no tengan que acarrear papeles para identificarse frente a la autoridad”. En Chile la izquierda, amante de los estados policiales, les quiere abrir las cuentas bancarias a las personas para el solaz del político o burócrata de turno que podrá perseguir o intrusear en la vida de los otros sin autorización judicial.
En democracia las policías o las fiscalías deben obtener esa autorización para entrar a una casa; grabar una conversación; intervenir un teléfono; detener a una persona (salvo flagrancia); abrir una carta (hoy leer los emails); para inspeccionar sus cuentas corrientes o los estados de cuenta de sus tarjetas de crédito, etcétera. Todas ellas son distintas esferas de la intimidad de las personas que los jueces están llamados a proteger. Para eso existe un poder separado e independiente.
Ningún demócrata de verdad puede votar a favor de que se viole el derecho a la intimidad sin permiso de un juez. (El Mercurio Cartas)
Gerardo Varela Alfonso
Abogado



