Hace 12 años, al conmemorarse 55 años de la fundación de la Democracia Cristiana, y también en la víspera de una elección municipal en el país, el presidente de la tienda, senador Ignacio Walker —en un acto solemne, que contó con la asistencia del expresidente Patricio Aylwin—, pronunció un encendido discurso rindiendo un sentido homenaje a Oswaldo Payá, disidente cubano fallecido misteriosamente en la isla por esos días, en un “accidente automovilístico” jamás aclarado. Señaló que Payá fue “testimonio elocuente de la lucha contra la dictadura de Fidel Castro, y un emblema de la disidencia contra aquel régimen dictatorial”.
El dirigente falangista, junto con elogiar la heroica lucha de Payá y los lazos profundos de amistad que lo unían con la Democracia Cristiana chilena, señaló en aquella ocasión que, a su juicio, “en América queda un solo lunar negro, un régimen totalitario, una sola dictadura. Eso es Cuba”.
Por estos días, la Democracia Cristiana ha permitido la llegada a la presidencia de la Cámara de Diputados del Partido Comunista, el más férreo y porfiado defensor de aquel lunar negro de América, y a su presidente, el diputado Alberto Undurraga, que encabezó el pacto electoral municipal con el PC, elogiando en la televisión a la edil comunista de Santiago, a la que su tienda política le ha comprometido el incondicional apoyo en la elección municipal que se avecina.
Saque el lector sus propias conclusiones.
Por nuestra parte y parafraseando a Nicanor Parra, concluimos sin temor a equivocarnos, que “La DC y el PC unidos, la DC será la única vencida”, y si de literatura hablamos, aquella espuria alianza electoral será la crónica de una muerte anunciada para la tienda de calle Alameda, en octubre próximo. (El Mercurio Cartas)
Carlos Bombal Otaegui