La huella de Tironi en el diseño para llegar a una Nueva...

La huella de Tironi en el diseño para llegar a una Nueva Constitución

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Tras el anuncio de la Presidenta Michelle Bachelet de que en septiembre se lanzará un proceso constituyente que reemplace a la Constitución de 1980, el sociólogo Eugenio Tironi aseguró que la Mandataria había confirmado “la muerte definitiva” de cualquier idea de respaldo a la Asamblea Constituyente (AC) como fórmula de cambio a la Carta Fundamental.

El ex Mapu aseguró, además, que “lo que plantea la Presidenta revela mucho coraje, mucha convicción, mucha congruencia y bastante moderación”, aludiendo a los anuncios realizados para modificar el sistema político a partir del informe entregado por la comisión asesora contra la corrupción, liderada por Eduardo Engel.

El respaldo de Tironi a las medidas de Bachelet no se ha limitado solo a declaraciones públicas. Su consultora estratégica Tironi asociados, participa desde el año pasado junto a la División de Estudios de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) en el análisis de los procesos de participación ciudadana para crear una nueva Constitución.

Esta labor la ha realizado específicamente Rodrigo Araya, uno de los nueve socios de Tironi y Asociados.

El equipo, en el que también participa el abogado y magíster en Ciencia Política Tomás Jordán, como asesor de la ministra Ximena Rincón, ha realizado “un barrido de procesos participativos internacionales con asesores públicos y privados para entender cómo funcionan estos mecanismos públicos de participación en generación de constituciones, así como sus efectos”, explican fuentes ligadas al Gobierno.

En el análisis de los procesos participativos internacionales, como la participación ciudadana que se dio en Brasil en 1988 para crear la Constitución, ha colaborado el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, liderado por Daniel Zobatto en América Latina y el Caribe.Las mismas fuentes señalan que se han tratado tres escenarios: internacional, público y privado. Es en este último ámbito donde Rodrigo Araya ha prestado asesoría.

El ámbito público se ha desarrollado a través de entrevistas con distintos actores de diversos ministerios.

EL NUEVO TIRONI

Las señales de aprobación por parte de Tironi al sello de Michelle Bachelet en su segundo gobierno han sido potentes. En enero de este año, antes de que estallara el caso Caval que ha causado estragos en la imagen de la Presidenta, el ex Mapu evaluaba positivamente la gestión del Gobierno, señalando que “Bachelet ha demostrado una sobriedad alemana”.

Discurso que va de la mano de los nuevos tiempos y del giro que ha ido tomando la Nueva Mayoría en torno a temas antes indiscutibles, como la impunidad de las elites o los cambios estructurales en temas como la Educación o la necesidad de una nueva Constitución.

Una mirada distante de la impulsada por él en los 90, cuando junto al también ex Mapu Enrique Correa y el DC Edgardo Boeninger, fueron claves en el proceso de la transición que optó por la desmovilización social cuando recién asumió Patricio Aylwin. Diseño que debilitó el tejido social que se había cultivado para combatir a la dictadura, y que se vio reflejado, por ejemplo, en la muerte de medios opositores que dejaron de recibir apoyo financiero para subsistir.

El sociólogo –que en 2013 enfrentó duras críticas por su rol en el directorio de Enersis frente a un aumento de capital que dañaba negativamente a los accionistas– marcó un hito en los conflictos de interés, cuando este medio publicó en 2009 -cuando el tema no recibía cuestionamientos desde ningún sector- las “dos almas” del experto en manejo de crisis, que por una parte era jefe de Contenidos de la campaña del entonces candidato presidencial Eduardo Frei (DC) y, por otra, era asesor de Salcobrand, una de las tres farmacias acusadas de colusión. Situación que el propio Frei había criticado duramente, señalando que era “inaceptable”, pidiendo “cárcel” para “los que han lucrado con la salud”.

En ese tiempo Tironi señalaba que no veía incompatibilidad alguna entre ambos cargos. Consultado al respecto, manifestaba en ese tiempo que “efectivamente mi oficina asesora a diversas empresas e instituciones del más amplio espectro, y esto no lo ocultamos a nadie, menos si vemos que puede haber un conflicto de interés. No sé cómo funciona en la OCDE, pero así funcionamos nosotros. Lo de Frei es un asunto personal, y por cierto que yo, como cualquier persona, tiene otras identidades y roles que entran en el juego, y la vida consiste en discernir para irlos separando”.

 

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