La primera sorpresa de quienes por primera vez participaban en un encuentro «3xi» fue disponer del espacio para hablar «como personas», con inquietudes, temores e ilusiones, y «no a partir de los roles» por los cuales fueron invitados. La segunda situación con la que se encontraron, de la que ya estaban más al tanto, por la dinámica de estas citas, fue compartir con «pares improbables». Uno de esos casos fue el que situó en un mismo grupo al lonco Aniceto Norín y al empresario Bernardo Matte.
Así comenzó ayer en Villarrica, en la zona lacustre de La Araucanía, el octavo encuentro «3xi», que desde 2017 realizan la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), el Sistema B, la Comunidad de Organizaciones Solidarias y el Centro de Innovación de la Universidad Católica. La iniciativa se centra en los conceptos de «inspiración, inclusión e innovación».
Luego de una primera jornada, en la que los asistentes coincidieron en que se generó «el clima propicio» para avanzar «hacia el entendimiento» en la zona, hoy concluye el encuentro con las expectativas de que surjan proyectos que profundicen los vínculos.
Los organizadores indicaron que 120 de los invitados, perfilados como emprendedores y líderes de la región, se incorporaron a la actividad y otros siete no asistieron.
Como un gesto «en sí mismo por la paz para la región» calificó la iniciativa el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, al arribar a Villarrica. «Es gente que no se conoce, que tiene distintas ideas, distintas posiciones, y pese a ello están dispuestos a venir durante dos días y conocer a otros. Están aquí porque respetan a los demás y porque creen que es valioso hacer cosas juntos», dijo.
Luego de Moreno llegó Víctor Ancalaf, ex portavoz de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), quien afirmó que «hoy seguimos trabajando en función de la recuperación de los derechos colectivos». Sobre la ausencia de Héctor Llaitul, actual líder de este grupo radical, dijo: «Creo que la CAM tampoco está ajena a todo esto».
Respecto de si su posición cambió para enfrentar las reivindicaciones mapuches, aseguró que «esta es otra arista del movimiento mapuche y tiene que ver cómo mejoramos, porque ninguna lucha en el mundo se sustenta sin la base económica». Y sobre el uso de la violencia para lograr la entrega de tierras, Ancalaf indicó que «esta es una práctica que nos enseñó el Estado chileno y frente a la cual reaccionamos».
Durante la jornada, el presidente de la CPC, Alfonso Swett, manifestó que «con mucho realismo, nosotros no venimos a encontrar soluciones y oportunidades, sino que a encontrarnos entre personas», y añadió que la iniciativa promueve la cultura del encuentro.
Para Swett, más que un hecho inédito, «esto constituye una tremenda responsabilidad, al conocernos no desde los roles. sino que desde las personas, desde los sufrimientos, las incomprensiones y las esperanzas».
En tanto, el intendente de La Araucanía, Luis Mayol, enfatizó en que se trata de un encuentro privado y «un paso más para el diálogo sincero y de buena fe».
Al ser consultado si espera que la presencia de empresarios de Santiago pueda significar la llegada de nuevas inversiones a la zona, expresó: «Como intendente, me interesa conversar con todos, y como encargado de un plan de impulso para el desarrollo productivo de La Araucanía, todo sirve y es necesario».
También estuvo en la cita el lonco Aniceto Norín, quien hace algunos días realizó un inédito llamado a la paz junto a la familia Luchsinger. Dijo que para los mapuches «es interesante que el Estado nos llame para estar con ellos». Agregó que «esperamos que de este encuentro salgan planes de desarrollo y de paz». (El Mercurio)



