Nicaragua: Gbno. toma control de Masaya tras bombardeo de siete horas

Nicaragua: Gbno. toma control de Masaya tras bombardeo de siete horas

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El gobierno de Nicaragua tomó hoy el control de la ciudad de Masaya tras un intenso bombardero, de más de siete horas, realizado sobre la comunidad indígena de Monimbó, y que dejó al menos tres  muertos.

La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) confirmó la muerte de al menos tres personas durante el ataque: un policía, un menor de 15 años, y una mujer que estaba en la acera de su casa.

La ANPDH cree que el número de víctimas podría ser mayor, pero todavía no es posible ingresar a la ciudad porque permanece cercada por las “fuerzas combinadas” del Gobierno, integrada por policías, antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos afines al presidente Daniel Ortega fuertemente armados.

Monimbó, cuya población únicamente se defendió con morteros caseros, era una de las comunidades que mayor resistencia había opuesto a Ortega desde el estallido social de abril, que ha cobrado más de 351 vidas.

Integrantes del Movimiento 19 de Abril Masaya denunciaron que miles de integrantes de las “fuerzas combinadas” del Gobierno establecieron un cerco alrededor de Masaya, a 29 kilómetros de Managua, para impedir cualquier tipo de ayuda a la población.

El ataque inició a las 07.00 hora local (09.00 horas de Chile).

Las carreteras que van hacia Masaya fueron obstruidas por la Policía Nacional en distancias de hasta quince kilómetros antes de llegar a la ciudad.

“Masaya no te derrotaron ni caíste, cobardes armados que se sienten orgullosos de asesinar inocentes te asediaron por dos meses, solo fue una batalla porque la guerra y la libertad la ganará Nicaragua. Gracias por ser el corazón de Nicaragua”, dijo en sus redes sociales un habitante monimboseño tras el ataque.

De manera simultánea los simpatizantes de Ortega celebraron el ataque y agradecieron a la Policía nicaragüense.

El ataque ocurrió un día después de que el jefe de la “Operación Limpieza” en Masaya, Ramón Avellán, afirmó que cumplirían las órdenes de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, “al costo que sea”.

“La voz de nuestro presidente y la vicepresidenta, de ir limpiando estos tranques (bloqueos) a nivel nacional, y esa petición de la población de Monimbó, que es nuestro Monimbó, que sigue siendo nuestro, y nuestra Masaya, vamos a cumplirla al costo que sea”, afirmó Avellán, a través de medios del Gobierno.

Avellán cumplió su palabra a pesar de los llamados de las organizaciones humanitarias locales, de la Unión Europea, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), del nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag, del cardenal Leopoldo Brenes, entre otros, para que detuviera el ataque.

“El pueblo de Monimbó y Masaya han sido masacrado”, dijo un miembro del Movimiento 19 de Abril Masaya, en mensaje de audio.

Masaya, y en especial Monimbó, fue clave en derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle el 19 de julio de 1979, y Ortega atacó a este pueblo indígena “por temor a que le ocurriera lo mismo en la misma fecha”, afirmó la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez.

La CIDH y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país”, lo cual ha negado.

Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de los años de 1980, también con Ortega siendo presidente.

Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril, por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.

 1.500 HOMBRES EN ARMAS

Nicaragua-dw apFuerzas combinadas de policías y paramilitares de Nicaragua atacaron hoy a manifestantes opositores en la ciudad de Masaya, al sureste de la capital, informaron autoridades religiosas y defensores de derechos humanos.  Alvaro Leiva, presidente de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH, no gubernamental), dijo al canal 12 de televisión que en la acción participan «más de 1.500 hombres con armas de guerra de alta potencia».

El operativo armado comenzó en las primeras horas de este martes cuando las fuerzas gubernamentales rodearon la ciudad y dispararon contra el barrio indígena de Monimbó, principal foco de resistencia en Masaya, situada a 25 kilómetros de Managua.

Testigos indicaron que las campanas de las iglesias sonaron temprano para alertar a la población, después de que varios francotiradores tomaron posiciones en algunos edificios públicos.

«Nos están atacando por varios puntos aquí en Monimbó», dijo el líder del movimiento estudiantil en Masaya, Cristian Fajardo, que a través de las redes sociales pidió a la población del país «que levanten barricadas y abran zanjas» para seguir la protesta. Por su parte, el cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal, exhortó por Facebook al pueblo de Masaya a «resguardarse en sus hogares o lugares seguros para evitar una muerte más», y a los fieles los instó a mantenerse en oración permanente.

Silvio José Báez@silviojbaez

¡Invito a todos los católicos de Nicaragua a que en este momento oremos por el pueblo de Monimbó! Dejemos lo que estamos haciendo por unos minutos y hagamos silencio y dirijamos nuestra voz y nuestro corazón al Señor. ¡Señor, concede la paz a Nicaragua! ¡Señor protege a Monimbó! 

10:40 AM – Jul 17, 2018

El obispo de Managua, monseñor Silvio Báez, llamó a los pobladores de Monimbó vía Twitter a desocupar las barricadas y a poner sus vidas a salvo. Báez señaló que miembros de la Comisión de Verificación y Seguridad del diálogo nacional solicitaron a la Policía ingresar a la zona: «Solicitan corredor humano para los heridos y las ambulancias. ¡Balas llegan hasta la iglesia parroquial!», escribió. El jefe de Policía de Masaya, Ramón Avellán, había anunciado en la víspera que intervendrían «al costo que sea» en la ciudad para remover todos los tranques (retenes) y barricadas instalados por manifestantes que protestan contra el presidente Daniel Ortega.

«Estamos empeñados en restaurar el bien, la paz, la seguridad, el trabajo, la vida, independientemente de esos pocos que siembran guerra y quieren seguir sembrando guerra y odio en nuestro país», declaró también el lunes la esposa de Ortega y vicepresidenta, Rosario Murillo. Nicaragua vive su peor crisis en los últimos 40 años. Este miércoles se cumplen tres meses del inicio de las protestas y la cifra de muertos supera las 350, según la ANPDH, que además reporta más de 2.000 heridos y cientos de detenidos, en su mayoría jóvenes. Las cifras de la ONG difieren de las gubernamentales en cuanto al saldo de las protestas. Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos afirma que hasta el 19 de junio habían muerto 212 personas por lo que llamó «acción represiva del Estado» nicaragüense. (La Tercera-Agencias-efe, DW, El Nuevo Diario)

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