Con orgullo asumo en unos días la tarea que me ha encomendado el Presidente de poner en el centro del desarrollo del país la cultura del emprendimiento, la productividad y la innovación a través de la Corfo. Por lo mismo, es necesario aclarar los hechos señalados en su medio al ser presentado como vicepresidente:
1. La nota cae en una confusión fácil de aclarar. Yo fui director ejecutivo de un think tank llamado Giro País, que terminó en 2011, no de la empresa Ediciones Giro País spa, dueña de un medio electrónico. De ahí tenía acciones -que vendí- de menos del 2%, y he cumplido orgullosamente desde 2011 intermitentemente labores no ejecutivas. En particular el 2013, en ninguna.
2. Comunicaciones Paréntesis, empresa de la que era socio, no prestó servicios de ningún tipo al Injuv. Ganó una licitación pública a la que decidió renunciar antes de iniciar la consultoría por el retardo en su implementación que la hacía inviable. De eso da cuenta el informe de la Contraloría: no existieron observaciones a la adjudicación -sí a una anterior del servicio y en que la empresa no tuvo relación- y señaló procedente la resciliación del contrato entre el Injuv y Paréntesis, realizado meses antes del pronunciamiento de la CGR. Es un error evidente lo que dice la bajada del titular al señalar que la Contraloría habría cuestionado «las asesorías realizadas en 2015», pues ese contrato nunca se ejecutó ni se realizó. Y en 2015 ya se había deshecho. Esto, según consta en Resolución Exenta 2143 de 24/9/2014 del servicio. No existieron servicios ni pagos de ningún tipo. Es decir no existió asesoría alguna que pudiera observar la Contraloría.
3. Respecto de las actividades privadas que he realizado en el ejercicio de mi profesión anteriormente de asumir un cargo público, como lo he dicho en concreto y analizado el caso, no dudaré en abstenerme cumpliendo el máximo estándar legal en caso de existir una potencial imparcialidad en la toma de decisiones. Creo que la opinión pública y la ley distinguen cuando se trata de conflictos de interés real y cuando parte de una comedia del absurdo en que todo tipo de relación humana puede generar decisiones interesadas. Tengo la profunda convicción de que la mayoría de los que entramos a la actividad pública lo hacemos por el legítimo interés de servir a Chile y que muchas veces el clima de desconfianza en que transitamos termina siendo un desincentivo para que se desaten más vocaciones públicas. Tenemos la misión de revertir el clima actual con más transparencia y racionalidad en el debate. Y mi interés es contribuir a ello.
Hoy, la tarea a la que me dedicaré a cabalidad desde que asuma el cargo es que la Corfo siga avanzando en ser un aliado de los ecosistemas de emprendimiento e innovación en Chile. (El Mercurio-Cartas)
Sebastián Sichel



