Ahora tenemos nuevos desafíos. 2019 debe ser el año de la oposición. Más que continuar en debates sobre con quiénes nos vamos a unir para tal o cual candidatura en las elecciones municipales, parlamentarias o presidenciales, o cuán bien o mal lo hizo el Presidente Piñera en un tema determinado, es indispensable avanzar en la interacción y vinculación con las demandas de las mujeres, pobladores, trabajadores, estudiantes, profesionales, artistas y pymes, entre otros.
Al mismo tiempo, los partidos tienen que decantar sus propios proyectos y propuestas políticas para este período. En esta línea, es fundamental trabajar en una agenda propia, que considere las demandas más sentidas de la ciudadanía, y no caer en la trampa de movernos al compás del Gobierno, que dificulta nuestro despliegue.
La elaboración de esa agenda podría incluir temas como la educación pública. 24 senadores hemos instado a que el Gobierno acelere la puesta en marcha del nuevo sistema escolar y esperamos que se tomen medidas a la brevedad. Demandamos también que se implemente el plan de recuperación de las universidades estatales y que se creen los jardines infantiles que estaban comprometidos.
El cuidado de la infancia debe estar entre nuestras prioridades. Debemos impulsar con rapidez la reorganización del sistema que reemplazará al Sename, echar a andar la Subsecretaría de la Niñez y darle todo el respaldo que requiere la Defensoría de la Niñez para cumplir su labor.
Así también es fundamental que nos hagamos cargo de la situación de los adultos mayores. Para ello, el Gobierno debe privilegiar la reforma del sistema de pensiones, tal como se lo hemos planteado senadores y dirigentes políticos de distintos partidos de la oposición. Necesitamos mejorar las actuales y futuras pensiones y tomar otras medidas como la creación de servicios y casas de acogida, además de una canasta gratuita de medicamentos.
No podemos descuidar la seguridad y la situación de Carabineros. Es importante normalizar la institución y, al mismo tiempo, realizar una reforma estructural para impedir que se repitan los hechos que hemos conocido en el último tiempo.
También tenemos que impulsar un plan de capacitación que tenga resultados a corto plazo, que resuelva los principales déficits que tenemos (energía solar), que sea un factor de mayor empleabilidad para los trabajadores y de productividad para las empresas. El Sence no da para más.
Si profundizamos los grados de coordinación política en el ámbito territorial y temático, incrementando el entendimiento que hemos tenido en materias clave en los últimos meses, y levantamos una agenda con estos u otros puntos, estaremos en mejores condiciones para enfrentar los desafíos de 2020. Para ello, este debe ser nuestro año. (El Mercurio)
Carlos Montes
Senador PS



