Como «un beneficio directo al bolsillo de las personas» presentó el ministro de Economía, José Ramón Valente, un nuevo anuncio del Gobierno: una importante reducción en las tasas de embarque aéreas nacionales e internacionales. La medida se se había convertido en un anhelo histórico de la industria aérea. Así, desde el aeropuerto de Santiago, el secretario de Estado explicó que la medida «se trata de una rebaja inmediata de 20% en las tasas de embarque nacionales que va a ser seguida de bajas adicionales el 2019 de 10% y el 2020 de 10% más».
De tal manera que, en términos nominales, «vamos a haber bajado 40% que por el IPC va a traducirse en una rebaja de 30%» a dicha fecha. En concreto, Valente ejemplificó que esta iniciativa provocará «que los pasajes en algunas rutas muy voladas en Chile van a bajar hasta un cuarto en el valor que tienen hoy». Es más, usando el caso de la ruta Santiago-Antofagasta, mencionó que «vamos a tener una reducción del pasaje aéreo que pagan los cientos de miles de chilenos que usan esa ruta de más de 15% cuando hayamos implementado completamente esta medida».
«Estos anuncios serán implementados durante septiembre, la próxima semana a más tardar vamos a mandar un decreto que reduce las tasas. Ese decreto se va a tramitar en Contraloría y tenemos la confianza de que durante septiembre va a ser realidad»
Respecto a las tasas de embarque internacionales -que se pagan al hacer ingreso a Chile después de un viaje de más de 500 kilómetros- el titular de la cartera reveló que serán reducidas, inmediatamente, de US$30 a US$26. Después, el 2019 y 2020 se volverán a bajar a US$25 y US$24 respectivamente.
SITUACIÓN ANÓMALA
Para el ministro, la razón principal que ha motivado a que el Ministerio de Economía estudie esta medida es que la actual situación de las tasas de embarque en Chile es «anómala». «Nos enfrentamos a una realidad bien anómala: vemos que una industria dinámica como es la industria de la aviación ha permitido que, con la competencia que se ha dado por la entrada de nuevos actores, los pasajes aéreos hayan bajado 43% en la última década», dijo.
Sin embargo, Valente indicó: «Pero al mismo tiempo en que hemos visto caer 43% el precio de los pasajes, hemos visto subir el precio de las tasas de embarque en un 28% en el mismo lapso». «Es una situación anómala que como Gobierno queremos corregir», enfatizó el ministro y agregó: «Hoy día las tasas de embarque representan un tercio del valor total de lo que la gente está pagando por ese pasaje. Eso no tiene sentido».
E insistió dejando aún más en evidencia el «problema»: «Un vuelo Santiago-La Serena, la tasa de embarque representa tres, cinco veces el valor del ticket. El ticket vale $2.000 y la tasa de embarque vale $7.500. ¿Qué sentido tiene que eso sea así?».
COSTO FISCAL
El ministro de Economía, José Ramón Valente, confirmó que la disminución podría hacerse efectiva en el mes de septiembre y que significará una baja inmediata del 20% en las tasas de vuelos nacionales y de US$4 en el caso de las internacionales.
En ese sentido, el titular de la cartera económica declaró que esta medida refleja un «esfuerzo que está haciendo el Gobierno para entregar un beneficio a los chilenos». Lo anterior, porque poco más del 75% de la recaudación del pago de las tasas tiene como destino final el sector público.
Y de acuerdo a las estimaciones que se manejan en el Ministerio de Economía, el costo fiscal -la menor recaudación- que tendría esta iniciativa «estaría entre los US$30 y US$50 millones anuales para el 2019», confirmó el ministro.
Sin embargo, el secretario de Estado aclaró que la cifra «depende». Ello, porque uno de los principales impactos que prevé la rebaja de las tasas es el aumento de la cantidad de viajes dentro y hacia el país, sin mencionar los positivos efectos que se prevén para el mundo del turismo. Así, si bien la recaudación fiscal será menor por cada pasajero, el aumento en la demanda -que más gente viaje- podría compensar la «pérdida» que se generaría para el Ejecutivo.
Emol/Agencias
