El gobierno actualizó hoy sus proyecciones para el crecimiento de la economía chilena este año, luego de que su pronóstico previo quedara rápidamente superado por la mejora en el escenario internacional y el avance del proceso de vacunación.
En específico, en el marco de la presentación del Informe de Finanzas Públicas (IFP) del primer trimestre, el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, y la directora de Presupuestos, Cristina Torres, dieron a conocer el nuevo escenario macro y fiscal de parte del gobierno, corrigiendo al alza en un punto la proyección de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, situándola en 6%.
Si bien el aumento es considerable, la cifra está en la parte baja de las perspectivas más optimistas del mercado. Por ejemplo, el Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central sitúa el crecimiento en un rango entre 6% y 7% para el actual ejercicio, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró a fines de la semana pasada su apuesta a 6,5%.
Respecto a los componentes del crecimiento, Hacienda prevé que la demanda interna crecerá un 10,7% este año, desde el 8,8% pronosticado a inicios de este año.
La inflación, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), cerrará el año con una variación de 3,4%, cuatro décimas por sobre lo que espera Teatinos 120 en el IFP anterior.
El dólar promedio se corrigió fuertemente a la baja, desde los $ 723 estimados hace tres meses a $ 699 en esta oportunidad.
Mientras que el precio del cobre se cotizará en US$ 3,99 por libra promedio este año, 64 centavos por encima de la apuesta más reciente del Ejecutivo.
En tanto que el déficit fiscal se ubicará en 3,8% del PIB este año, cinco décimas peor a lo anticipado, mientras que el saldo negativo estructural se profundizará a 6% del Producto, 1,8 puntos porcentuales mayor a lo que estimaba Hacienda a inicios de este año.
LO QUE DEJA DE PERCIBIR EL FISCO POR EXENCIONES
El gobierno finalmente publicó hoy, en el marco del Informe de Finanzas Públicas (IFP) del primer trimestre, un dato que era altamente esperado por los analistas y el Congreso: el costo del denominado gasto tributario, que hace referencia a la cantidad de recursos que el Fisco deja de percibir por establecer tratamientos diferencias de impuestos en favor de determinados contribuyentes o actividades.
Según el reporte, el gasto tributario total implica menores ingresos para el Estado por US$ 7.843 millones para este año, un aumento de 39% respecto a lo pronosticado para el 2020.
Esta cifra dista de los más de US$ 9.000 millones que calculó el Servicio de Impuestos Internos (SII) para el gasto tributario de 2020. La corrección se explica por el nuevo cálculo que realizó Hacienda, el servicio y la Dirección de Presupuestos (Dipres), al tomar en consideración las recomendaciones de los informes de la OCDE, el FMI y una comisión de 18 economistas locales convocada por Teatinos 120.
Acorde al nuevo cálculo, el impuesto a la renta es la principal partida de gasto tributario, con US$ 4.758 millones para este año, un aumento de 50% respecto al 2020. De estos, las exenciones se llevan la principal cantidad, seguido de los regímenes especiales y los diferimientos de impuestos.
El otro ítem que compone el gasto tributario es la partida de IVA, de los cuales la mayoría se lo lleva las exenciones y hechos no gravados con el tributo al consumo. En tanto, las devoluciones del impuesto a los combustibles se calcularon en apenas US$ 18 millones para este año (ver tabla).
La publicación de estas cifras son el puntapié inicial para iniciar una discusión con el Parlamento de cara al envío de un proyecto de ley para eliminar o ajustar algunas exenciones y regímenes especiales en favor de los contribuyentes de más altos ingresos, como parte de una reforma tributaria que logre contener el avance del nuevo royalty a la minería y del impuesto a los «súper ricos», ambas mociones promovidas por la oposición. (DF)
