Yo tenía camiones

Yo tenía camiones

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Desde hace algún tiempo he venido advirtiendo en diversas plataformas sobre el peligroso deterioro de nuestras finanzas públicas. El argumento central de mi análisis es que los esfuerzos desplegados por el ministro Valdés son insuficientes para revertir la mala gestión de su antecesor, el deterioro de las condiciones internacionales y el daño a nuestra capacidad de crecimiento acertado por el programa del actual Gobierno. Por lo que inevitablemente nos encaminamos a una reducción a nuestra clasificación de riesgo de crédito.

No son pocos los que han calificado mi advertencia como alarmista, oportunista o simplemente irrealista. Sin embargo, esta semana se publicó una noticia en que dos de las tres principales clasificadoras de riesgo internacionales, Moody´s y Fitch, advierten sobre una posible baja de la clasificación de riesgo soberano de Chile en los próximos meses.
La principal razón sería el acelerado incremento que viene mostrando nuestro endeudamiento externo. Ahora la gente me pregunta cómo se me ocurrió poner este tema en la discusión a lo que respondo “yo tenía camiones”.
Por más de doce años con mi querido ex socio Hernan Cheyre dirigimos la agencia de clasificación de riesgo más grande de Chile y la primera en hacer una alianza con una clasificadora internacional. Nos tocó participar en las primeras clasificaciones de riesgo soberano chileno y en la virtuosa mejoría que experimentó dicha clasificación que llevó a Chile a ser el país con mejor clasificación de riesgo entre todos los mercados emergentes.

Esta conquista permitió a empresas e instituciones financieras chilenas acceder a créditos baratos en los mercados internacionales y locales y, por ende, poder expandirse a otros países de Latinoamérica. Al tener financiamiento más barato, empresas como Cencosud, Falabella o Lan pudieron lanzarse a la conquista de otros mercados en condiciones que los empresarios locales no podían replicar. En cuanto a los consumidores chilenos, las bajas tasa de interés en gran parte ha permitido la expansión de los créditos personales e incluso, el acceso masivo de los chilenos a teléfonos inteligentes o al tablet que ud. podría estar utilizando para leer esta columna, están relacionados a la buena clasificación de riesgo que ha tenido nuestro país en los últimos veinte años y que hoy está en riesgo de deteriorarse.

El incremento del gasto público durante los tres primeros años del gobierno de Michelle Bachelet más que triplica el crecimiento de la economía. Esto ha llevado a que el endeudamiento del fisco se empine a niveles de US$ 10 mil millones anuales, a pesar de la reforma tributaria implementada. Es urgente que el ministro de Hacienda transmita este mensaje fuerte y claro al interior del Gobierno y de la coalición gobernante. Si Chile no quiere seguir los pasos de Brasil se requiere urgentemente retomar la sana tradición de un manejo prudente de las finanzas públicas. El Gobierno debe implementar un recorte de al menos de US$1500 millones del gasto fiscal proyectado para este año 2016. Ministro, cuando lo acusen de ser alarmista o terrorista económico por sugerir estos recortes prudenciales, recuérdele a sus contrapartes en el Gobierno y en el congreso que ud. también ha tenido camiones.

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