Un enérgico llamado a la no violencia, a tres días de que se cumpla un año desde el estallido social, es el que hicieron este jueves vecinos y locatarios de la denominada «zona cero», además de alcaldes y representantes del mundo del comercio y empresarial.
Durante una actividad conjunta en la Plaza del Mulato Gil, emplazada en el Barrio Lastarria, distintas voces manifestaron su repudio por los episodios de violencia que se han registrado en los últimos días en Plaza Italia y sus alrededores -lo que también se ha replicado en otras zonas del país- junto con expresar su preocupación de lo que pueda ocurrir este fin de semana.
El primero en tomar la palabra fue Tito Vergara, presidente de la junta de vecinos Parque Forestal. «La violencia no es bienvenida en este barrio», sostuvo, recalcando que en el último año ha sido testigo de una violencia «ladrona» que «nos roba a los vecinos, nos roba nuestro diario vivir y los sueños».
«Lo estamos pasando demasiado mal. Aquí la violencia nos roba todo, nos roba lo más preciado, incluso la vida. Han muerto personas en este barrio por la violencia. La violencia no da para más, en este barrio todo lo hemos perdido, nos ha robado todo. Ese es nuestro sentimiento», agregó.
Luego, la presidenta de la junta de vecinos San Borja, Carmen León, comentó que «aquí hay muchas familias que tuvieron que separarse, las mujeres embarazadas tuvieron que salir del sector, tuvieron que separarse las familias porque tenían que sacar a los niños del sector». «Ya no tenemos nada. Aquí habían bancos, iglesias, comercio. Nada se puede hacer, todos salíamos y vivíamos una vida digna y agradable«, dijo.
Por eso, continuó, «yo quiero darle un pequeño mensaje a las personas que son violentas: ellos sin querer se están transformando para nosotros en el monstruo que los hizo a lo mejor a ellos violentos». «Y quiero pedirles que por favor se detengan, porque juntos, nosotros, vecinos, el comercio, y ellos con sus demandas, podríamos juntarnos y trabajar para lograr muchas más cosas que son las que muchos vecinos de acá están pidiendo también», subrayó.
Mientras que Francisca Fernández, una pequeña comerciante del sector de Plaza Italia, aseguró que el Estado «nos tiene abandonados a merced de la delincuencia» y enfatizó en que «no aguantamos más, y no solamente nosotros los comerciantes, nuestros trabajadores están en la misma situación (…). Volvió la amenaza de este estallido 2.0».
Por eso, «este fin de semana nosotros nos organizamos para estar ahí resguardando nuestros locales nuevamente. Yo no lo logro entender, pero hay que hacerlo, porque esto es nuestro sustento. Y no es solamente mí sustento, es el de todas las familias que están atrás mío, de mis trabajadores. Por ello yo sigo aquí», indicó.
En esa línea, el presidente de las asociaciones gremiales y emprendedoras del Barrio Lastarria, Alfonso Molina, llamó a todos los partidos políticos a que haya «una voluntad transversal y clara para condenar estos hechos, porque son violentistas. No nos engañemos, no son manifestantes».
ALCALDE Y DIRIGENTES EMPRESARIALES
Tras ello, vino el turno de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien dijo que «ya no sabemos realmente cómo seguir ayudándolos y acompañándolos (a los vecinos). Es algo que realmente rompe el alma (…). Acá la gente no aguanta más, están todos destruidos. Esta pena, esta desesperación, la venimos viviendo ya hace un año».
«Espero que los partidos políticos efectivamente sean claros en no aceptar la violencia. Ojalá realmente esto se torne como algo inaceptable para todos los chilenos. Tenemos que terminar con esta locura», resaltó la jefa comunal.
Por su parte, el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, señaló que la «desazón y pena» de los vecinos y locatarios de la zona «nos tienen que hacer reflexionar, empatizar y solidarizar. Lo venimos pasando muy mal, ha sido una verdadera pesadilla. Entonces el llamado que podemos hacer es a condenar la violencia con fuerza, venga de a donde venga. Y a los vecinos y locatarios en forma muy clara les decimos que no vamos a bajar los brazos, estamos con ellos».
Mientras que el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Manuel Melero, pidió que «no permitamos que lo que está empezando a ocurrir en este barrio se vuelva a proyectar al resto del país como ocurrió en octubre pasado», y añadió que en un año, debido a la crisis social y la pandemia, el sector comercio y turismo han perdido más de 300 mil puestos de trabajo «y decenas de miles de pequeños y medianos empresarios han tenido que bajar sus cortinas«.
«Esto es algo que no debemos permitir ni los dirigentes políticos ni las autoridades del Estado encargados de la seguridad pública. Hago un llamado a los actores políticos de todos los partidos a condenar sin ningún tipo de eufemismo la violencia. Estamos llenos de ambigüedades en algunos casos. Tenemos que condenar clara y categóricamente la violencia», subrayó.
Por último, el presiente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil, remarcó que lo «que tenemos que hacer es condenar la violencia, especialmente la que se ve acá en este sector. Esto no tiene que ver con la libertad de expresión, con la democracia, con las demandas sociales. Esto es delincuencia y creo que sin ninguna hipocresía de una vez por todas tenemos que condenarla (…). No puede ser aceptada la violencia acá, ni en ningún lugar de Chile». (Emol)
