Michael Barnier, el jefe del equipo de la Unión Europea que negocia con el Reino Unido su salida del bloque, ya se está preparando para una posible crisis del diálogo iniciado formalmente en marzo, en momentos en que el resultado de la contienda política en ese país, que enfrenta elecciones generales mañana, es más incierto que nunca.
Sondeos recientes muestran que los conservadores de Theresa May siguen a la cabeza, pero la posibilidad de que se debilite su mayoría legislativa se vuelve cada vez más concreta.
Una encuesta de Opinium muestra que los conservadores están siete puntos por encima de la oposición laborista, un punto más que lo reportado el sábado. Se trata de la primera medición que incorpora los ataques terroristas del fin de semana, en que murieron siete personas y unas cincuenta fueron heridas.
No obstante, otro sondeo, de Survation –cuyos datos fueron recogidos antes del ataque– mostraba que la ventaja del oficialismo había caído a apenas un punto porcentual, desde los siete reportados una semana antes.
Mientras el consenso político parece ser que los conservadores lograrán mantener la mayoría parlamentaria, la creciente incertidumbre quedó en evidencia en un correo electrónico enviado a electores. El documento, firmado por la propia May, señalaba que “con las encuestas más estrechas y cuando faltan días para la elección, necesitamos darlo todo con un impulso final”.
NEGOCIACIÓN DEL BREXIT
La primera ronda formal de negociaciones entre Londres y Bruselas está prevista para el 19 o el 20 de junio, la misma semana que cierra con una cumbre de la UE en el aniversario del referendo donde se aprobó el Brexit. El diálogo llegará apenas semanas después de una campaña electoral que ha subido la tensión entre Londres y el bloque.
La UE busca un pago bruto inmediato de 100.000 millones de euros por los compromisos adquiridos por el Reino Unido mientras era miembro, una exigencia que la primera ministra ha descrito como “agresiva”.
El temor de Bruselas es que, si May logra mantenerse en el cargo, intente transformar la cumbre de este mes en una negociación sobre los derechos civiles para los habitantes de los otros 27 países miembros. Si las posiciones continúan distanciándose, el escenario más dramático sería que el nuevo gobierno abandone el diálogo y salga de la Unión sin haber llegado a un acuerdo comercial.
“Hoy todos hablamos de una gran crisis, una salida anticipada y si pasará en el verano (boreal) o en octubre”, dijo a FT un embajador europeo en Bruselas, bajo condición de anonimato. “Todos sabemos que eso es lo que viene”.
Mientras la discusión sobre la deuda probablemente marque el verano europeo, también está en entredicho el contenido y orden de los otros puntos de la negociación. Bruselas espera poder avanzar en torno a las condiciones de la transición antes de comenzar a hablar de la relación futura, algo que el Reino Unido rechaza de plano.
“Cada voto por los conservadores me fortalecerá para cuando negocie por los británicos”, ha dicho May en su campaña. Pero, para el resto del continente, el tamaño de su mayoría no parece importar.
TEMORES LABORISTAS
Hace apenas una semana, la política británica fue remecida por una encuesta en la que la oposición laborista superaba en intención de voto a los conservadores, lo que abría la puerta a un cambio de gobierno.
No obstante, según información de la agencia Bloomberg, el panorama en la interna del partido es mucho menos esperanzador: se preparan para perder decenas de escaños en una treintena de territorios en todo el país. Las proyecciones más pesimistas apuntan a que, de los 229 representantes totales entre los 650 del parlamento, el mayor partido de izquierda podría caer a apenas 160 escaños.
Decididos a aumentar su margen de mayoría y aprovechar la debilidad opositora, los conservadores intensificaron ayer su campaña en los lugares que respaldaron el Brexit, buscando robar espacio a la opción de extrema derecha, UKIP. El canciller Boris Johnson, uno de los mayores promotores del divorcio con la UE, recorrió ayer el norte del país asegurando que “sólo May puede lograr un buen Brexit”.
IDENTIFICAN A TERCER SOSPECHOSO
La policía británica identificó ayer al tercer involucrado en el ataque del sábado, en el que siete personas fueron asesinadas y decenas resultaron heridas cuando una camioneta embistió a una multitud e individuos atacaron con cuchillos a personas en Londres.
Youssef Zaghba, de 22 años, se unió ayer a la lista de involucrados en el atentado terrorista. Según el periódico italiano Corriere della Sera, el joven había sido detectado en 2016 cuando intentaba viajar a Siria y, en esa oportunidad, Roma lo había identificado como un potencial «combatiente extranjero».
La polémica se suma a la identificación de otro de los involucrados, Khuram Butt, quien era una figura conocida para los servicios de seguridad británicos. (DF Agencias)
