«Buen Partido” (Lyi Parti) es el nombre del nuevo partido político fundado en Turquía y que busca hacerle frente al poder de Recep Tayyip Erdogan. El naciente referente de centroderecha fue presentado como una opción que ponga fin a la hegemonía del islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP) que lidera el mandatario turco.
La nueva formación, liderada por la exministra del Interior Meral Aksener cuenta en sus filas con más de 200 políticos conservadores, izquierdistas, nacionalistas y de centroderecha. En un acto frente a la televisión, la representante de este conglomerado señaló que «el AKP ha perdido su visión desde 2007. Un poder sin visión es destructivo», declaró Aksener. La flamante líder advirtió que «la democracia está en peligro» en Turquía y acusó al parido de Erdogan, de tratar a sus oponentes como «enemigos peligrosos del Estado».
«SERÁ BUENO PARA TURQUÍA»
Con esta formación política se concluye un proceso iniciado con la escisión del derechista Partido de la Acción Nacionalista (MHP), al que pertenecía Meral Aksener, que se produjo tras el referéndum constitucional del 16 de abril pasado, en el que la población se manifestó a favor de cambiar el sistema parlamentario por uno presidencial.
Como diputada del MHP que era entonces, Aksener se opuso al cambio constitucional propuesto por Erdogan, que recibió, sin embargo, el apoyo del líder de ese partido nacionalista, Devlet Bahceli.
Con el eslogan: «será bueno para Turquía”, la nueva formación se declara de centro-derecha, intentando unir un amplio espectro político. «Nos definimos como un partido centrista. En otras palabras, surge un partido que invita a ser seguido por todos los patriotas, ya sea de derecha, centro o izquierda”, dijo Ümit Özdag, otro de los fundadores.
JUICIO A ACTIVISTAS DE DDHH
Un tribunal turco ha decretado libertad con cargos para diez de los once activistas de derechos humanos que están siendo juzgados desde este miércoles (25.10.2017) por supuesta colaboración con grupos terroristas, entre ellos los responsables de la rama turca de Amnistía Internacional (AI).
Entre los liberados hoy se encuentran la directora de AI en Turquía, Idil Eser, el alemán Peter Steudtner y el sueco Ali Gharavi y otros 5 activistas detenidos el pasado 5 de julio en una isla cerca de Estambul, donde participaron en un taller sobre seguridad informática y derechos humanos.
Otros dos activistas, detenidos el mismo día, ya se hallaban en libertad con cargos, por lo que ahora todo el grupo continuará siendo juzgado en libertad, tras tres meses de prisión preventiva para ocho de ellos.
El activista alemán Peter Steudtner.
Sin embargo, el único que continuará en prisión es el presidente de AI en Turquía, Taner Kiliç, que fue detenido en junio bajo la acusación de formar parte de la red del predicador islamista Fethullah Gülen, al que Ankara acusa del fallido golpe de Estado de julio de 2016.
Kiliç será juzgado mañana en Esmirna en un caso distinto, por el que el tribunal de aquella ciudad ha decretado prisión preventiva.
FISCALÍA HABÍA PEDIDO LIBERTAD
El juicio de los diez activistas detenidos durante el taller en Büyükada, al que fue sumado el caso de Kiliç, arrancó esta mañana en Estambul, entre una enorme expectación mediática, y con observadores de varios países europeos.
Tras escuchar las defensas de los acusados, la Fiscalía, en un gesto sorprendente en este tipo de juicios, pidió la puesta en libertad de siete de los ocho detenidos, pero el tribunal decidió liberar a todos menos a Kiliç.
Representantes de diversas organizaciones pedían la libertad de los activistas.
Los activistas están acusados de mantener vínculos tanto con la cofradía gülenista como con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda izquierdista de Turquía y con el DHKP-C, un grupo armado turco ultramarxista.
Ellos, sin embargo, han declarado que únicamente realizaban su trabajo de defensores de los derechos humanos. (DW, EFE, dpa)
