¿Sobrevivirá la alianza oficialista?

¿Sobrevivirá la alianza oficialista?

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Si se repara en la forma de argumentar en público de los ministros del Socialismo Democrático, es claro su esfuerzo por dar coherencia al experimento político en el que están embarcados. Presentan las prioridades del gobierno con un esquema de razonamiento que parecen desear que se asocie con los gobiernos de la antigua centroizquierda, pero el contexto y el paisaje son muy distintos. El país cambio para mal. Además, integran un gobierno con baja credibilidad.

Los principales ministerios están encabezados hoy por representantes del Socialismo Democrático: vale decir, Hacienda, Interior, Defensa, Secretaría de la Presidencia, Relaciones Exteriores, de lo que se deriva que, a la hora del balance, su responsabilidad global es insoslayable. Podría ocurrir incluso que el PC y el FA carguen sobre ellos las culpas porque las cosas no salieron bien. No les costará acusarlos de haber bloqueado el cumplimiento del programa.

¿Qué imaginaron realmente Marcel, Tohá, Elizalde y los demás representantes del SD al incorporarse al gobierno? No lo sabemos, pero no vacilaron en apoyar incondicionalmente a Boric en la aventura constituyente. A lo mejor, hoy reconocen en privado que aquel delirio pudo tener consecuencias devastadoras. Qué ironía: para su suerte, la Constitución de los 30 años no fue reemplazada por la que ellos avalaron. ¿Sienten quizás que se están sacrificando por el país y que, si no estuvieran a cargo de los ministerios principales, la situación podría ser desastrosa? Si es así, seguramente se preguntan cada noche si el sacrificio vale la pena.

En el reciente Encuentro Anual de la Construcción, Boric dijo:

“Durante el último tiempo, por parte de algunos sectores políticos, se ha instalado una visión de lo que sucedió en el 2019, como si hubiese sido solamente un estallido de violencia y delictual”. Señaló que es importante recordar “el malestar y las demandas que había detrás de las expresiones, movilización que hubo durante esa época. Si no somos capaces de solucionar aquello, podremos postergarlo, se podrá meter debajo de la alfombra, pero finalmente la falta de cohesión social nos va a terminar pasando la cuenta como país”.

Es extraño que él afirme que el malestar y las demandas siguen presentes, en circunstancias de que está gobernando hace más de dos años. ¿Teme un estallido? ¿Le preocupa alguna demanda, en particular? Es obvio que la condonación de las deudas del CAE, eventualidad que Óscar Landerretche, calificó de “inmoral”, con toda razón. Se acerca la penúltima Cuenta Pública, y es notorio que Boric está inquieto por el efecto de las promesas que no puede ni podrá cumplir.

A propósito de las discrepancias oficialistas sobre lo que debe incluir la Cuenta, Paulina Vodanovic, presidenta del PS, sostuvo que el gobierno debe dar prioridad a la agenda de seguridad, y agregó: “A los sectores más duros del gobierno probablemente aquello les molesta, de que hubo que abandonar el programa tal como venía, pero la verdad es que ha habido problemas bastante complejos”. ¿Sectores más duros del gobierno? ¿Abandonar el programa tal como venía? Es visible que el gobierno tiene una falla estructural y que el espíritu de coalición hace agua por todos lados.

¿Conseguirá sobrevivir la alianza oficialista al actual gobierno? Se ve cada día más difícil. Los pronósticos de las elecciones de octubre no son precisamente alentadores. Lo más probable es que sus resultados dejen de manifiesto que la alianza es minoría social, política e institucional.

Luego de las elecciones municipales y de gobernadores, partirá la campaña presidencial. ¿Qué hará el oficialismo? Solo Michelle Bachelet podría alinear a sus partidos. Es la única opción para intentar capear el temporal y poner bajo su protección a los candidatos a diputados y senadores. Hay un solo problema: que ella no será candidata de ninguna manera. En términos humanos, es lo que menos le conviene. ¿Qué queda, entonces? Dos postulantes. Y no hay misterio respecto de quiénes podrían ser, ya que aparecen todos los días en la TV: Tohá y Vallejo.

Después de lo vivido en estos años, el PS, el PPD, el PR y también la DC están obligados a discutir seriamente respecto de lo que quieren representar en la sociedad. Si siguen asociados al “espíritu de Octubre”, la situación será cada vez peor. Los acomodos puramente electorales no les servirán para inspirar confianza a la mayoría del país. Necesitan hacer un balance descarnado del error de haberse rendido ante la izquierda estudiantil, que creció a sus expensas. Fue altísimo el costo de no haber defendido lo que hicieron bien en el pasado.

¿Surgirá una corriente de centroizquierda con una fisonomía inequívocamente democrática, que condene la violencia política, tome distancia de cualquier variante populista, se comprometa con la defensa del orden constitucional y proponga una vía realista de reformas para mejorar las cosas? Sería positivo que ello ocurriera para la estabilidad y la gobernabilidad en los tiempos que vienen. (Ex Ante)

Sergio Muñoz Riveros