Los datos de la última encuesta CEP fueron recibidos con mucha alegría al interior de Revolución Democrática (RD) y del Movimiento Autonomista, los principales referentes del nuevo Frente Amplio. Esto gracias a la evaluación positiva que la ciudadanía hace de los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric.
Sin duda, significó un gran espaldarazo, pero la secretaria general de RD, Marcela Sandoval, señala que no deben “marearse” con esos resultados.
“Estamos súper conscientes de que es una buena señal, pero que también que esto requiere de perseverancia y hay que seguir trabajando. Tampoco podemos hacerlo solos”, remarca.
Es por eso que desde el año pasado, previo a las elecciones municipales, iniciaron una serie de reuniones y conversaciones con distintos actores y movimientos sociales para conformar un conglomerado, llamado Frente Amplio, con miras a las parlamentarias y presidencial de este año.
“Con algunas fuerzas hemos venido trabajando desde el año pasado, fuerzas con los que nos une los temas de movimiento social, estudiantil y de mujeres, como por ejemplo el Movimiento Autonomista, Izquierda Libertaria, Nueva Democracia y también el Partido Humanista y Convergencia de Izquierdas. Ahora hemos generado un polo de conversación con un marco mucho más amplio, que incluye al Partido Liberal, Poder, Igualdad e Izquierda Autónoma. Nos estamos preparando para tener, más que un hito de lanzamiento, una gran jornada de trabajo para empezar a construir un diseño programático y participativo, pensando en el 2017. Esto sería probablemente el 21 de enero, aunque es una fecha tentativa”, detalla.
EJES DEL FRENTE AMPLIO
La periodista titulada de la Universidad de Santiago confirma que el Frente Amplio irá a la pelea en las elecciones presidenciales para ser una alternativa al llamado duopolio político (Nueva Mayoría y Chile Vamos). Pero, aclara, que “lo que hemos visto es que, antes de poner nombres en la mesa, hay que construir un proceso y un programa, porque si queremos hacer realmente las cosas de manera distinta y ser una alternativa para el país, no podemos caer sólo en nombres. Queremos ser coherentes con eso, aunque nos demoremos un poco más”.
Sin embargo, afirma que de todas formas “sabemos que el tiempo apremia y debemos poner un poco el acelerador en eso”.
– Es decir, que van a ir con un candidato propio en noviembre.
– Es una alternativa que hemos estado evaluando. Han aparecido algunos nombres, porque tienen que ver con los liderazgos propios de cada referente que compone este grupo, pero también puede ser un liderazgo que venga de afuera, pero que encarne el programa. Por eso no es el nombre lo importante, sino más bien alguien que pueda encabezar un programa que ya esté en construcción. Todo lo vamos hacer muy transparente y de manera participativa.
– ¿Cuáles serán los ejes de este programa?
– Hay un tema que es clave y transversal a todas las fuerzas, que es marcar el sello de una política más transparente y alejada de los conflictos de interés, fundamentalmente lo que tiene que ver con el financiamiento irregular de la política. Lo otro se relaciona con una construcción más social, que no sea una política tan vertical, sino que venga desde las bases… Esto también tiene que congregar a una ciudadanía no militante que tenga una participación social, incluso aquellos que no tienen participación en ninguna organización, pero que se sientan partícipes. Otro de los ejes tiene que ver en cómo damos con una clave para canalizar el descontento ciudadano, no sólo en el tema de la educación, sino que también en las pensiones, en los derechos de las mujeres, los derechos de la diversidad, los conflictos socioambientales, el tema de la salud y de cómo enfrentamos una planificación territorial en las ciudades. Evidentemente en los temas más país, están una nueva Constitución, nuevas reglas para que Chile enfrente el juego de la democracia de una manera mucho más respetuosa, diversa y con reglas más modernas, porque nuestra Constitución no está a la altura de los desafíos que la propia ciudadanía ha planteado.
– Pero, según la encuesta CEP, el tema de la nueva Constitución no es prioridad para la ciudadanía y sí, por ejemplo, la lucha contra la delincuencia.
– El tema de la seguridad ciudadana siempre se ha visto como un tema de la derecha o como de gobiernos más conservadores, porque seguridad ciudadana es igual a medidas que tienen que ver con más policías o más implementación de dispositivos que permitan tener más resguardo o más control. Pero el desafío ahí es cómo, desde la izquierda y sectores más progresistas, enfrentamos el tema desde una lógica de derecho, sin una lógica de intervención, de miedo o mayor despliegue policial. Para eso es muy importante el tema de la educación en derechos humanos.
«A su vez, creo que el tema del debate constitucional es mucho más árido, más alejado de la ciudadanía, porque se ha planteado de esa forma. Ahí puede haber un error, incluso, de cómo se ha planteado a nivel de Gobierno, de cómo se hicieron las consultas ciudadanas y todo el proceso de debate constitucional, donde los ciudadanos enfrentados a una problemática que les pueda afectar directamente, como la salud, las pensiones o la delincuencia, evidentemente ven mucho más alejado un tema que se plantea de manera árida. Ahí la clave es plantearlo de manera cercana, porque el principal marco regulatorio del país es la Constitución y esta debe ser algo que le hable justamente a la gente de los problemas que le afectan. Es decir, sobre los derechos en salud, en seguridad social y sobre los derechos de distintos grupos que viven desigualdades.
CAUDILLOS Y POLÍTICA
– ¿Cómo tomaron la declaración publicada que hizo la semana pasada el Partido Liberal que decía que no le incomodaba y no le seducía ser parte un frente de izquierda?
– Creo que la prensa ha contribuido harto en reducirnos a un apellido, como un Frente Amplio de Izquierda, lo que es una contradicción, porque al ser un frente amplio no necesariamente va a incluir sólo a actores que piensen o adhieren a una misma ideología. Ahí los márgenes, y lo hemos discutido en estas conversaciones donde han estado los liberales, ha estado en la convergencia programática, en la convergencia de ideas, en la visión de país. Obviamente no vamos a congregar a ningún referente de derecha, pero sí a referentes que piensen el país de manera progresista. En este caso, los liberales y la misma postura que ha tenido el diputado Vlado Mirosevic en el Congreso ha sido de alguna manera un actor súper clave en algunas agendas que nos permite avanzar como país, con una sociedad mucho más inclusiva e igualitaria. Hemos sido enfáticos en decir que en esta construcción de Frente Amplio tampoco se nos encasille, solo como fuerzas políticas. El desafío es, y ya lo estamos haciendo, empezar a conversar con actores sociales.
– ¿Y qué pasa con el partido País del senador Alejandro Navarro?
– Hemos tenido conversaciones preliminares, como ha salido en la prensa, con varios de estos actores, pero no podemos aventurar el futuro. Es lo que existe en este minuto, estamos iniciando estas conversaciones, queremos enfrentarlo de manera unitaria, pero todo esto va a estar dado por la convergencia programática y también por un marco de acción.
– Hay quienes critican que este Frente Amplio sólo se basa en el liderazgo de actores como Jackson, Boric y Jorge Sharp, los que han sido calificados de caudillos.
– Discrepo de eso. Creo que son figuras súper importantes, evidentemente el conocimiento mediático que tienen por la exposición pública y la evaluación que tienen ante la ciudadanía es indiscutible, pero justamente en el minuto en que Revolución Democrática decidió constituirse en partido y no seguir solo como un movimiento, también dio un paso en construir un proyecto colectivo. Evidentemente Giorgio es el liderazgo más conocido, pero también hay otros y estamos trabajando justamente para que eso sea mucho más visible. Lo mismo en las otras fuerzas. Cuando hay figuras que son caudillos, no hay proyectos colectivos detrás y este no es el caso.
