El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, propuso hoy al Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, reunirse para que ambos puedan negociar respecto del futuro de la región, luego de que el bloque independentista revalidara su apoyo en las urnas este jueves.
Puigdemont dijo, en una rueda de prensa, que esa reunión debería producirse «sin condiciones previas» de ninguna parte y que debe llevarse a cabo «en Bruselas o en otro país de la Unión Europea, menos España, por motivos evidentes».
El ex líder catalán, actualmente en Bélgica, no puede retornar a territorio español, puesto que posee una orden de detención activa en su contra por los presuntos delitos de sedición y rebelión, cometidos tras la declaración de independencia unilateral.
El Presidente del Gobierno «tiene una oportunidad magnífica de empezar a ponerse del lado de las soluciones y no crear así más problemas», enfatizó Puigdemont.
La propuesta del ex presidente de la Generalutat se produce después de que el bloque independentista revalidara este jueves la mayoría absoluta en las elecciones catalanas convocadas por el mismo Rajoy, luego de que activara el artículo 155 de la Constitución y disolviera el Govern y el Parlament.
RAJOY RECHAZA INVITACIÓN
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó este viernes reunirse con el destituido presidente catalán Carles Puigdemont, que lo invitó a encontrarse fuera de España tras el triunfo independentista en los comicios del jueves en Cataluña.
“Yo con quien tendría que sentarme es con quien ha ganado las elecciones, que es la señora (Inés) Arrimadas”, líder del partido Ciudadanos, dijo Rajoy a la prensa respondiendo a la pregunta de si está dispuesto a reunirse con Puigdemont.
El presidente español hizo referencia a la victoria de Ciudadanos (centro) que obtuvo la primera mayoría en las elecciones, alcanzando 37 escaños en el poder legislativo.
Junts per Catalunya, la plataforma independentista del presidente destituido Carles Puigdemont, huido a Bélgica, fue la fuerza secesionista con más escaños, 34, pero que sumados a los 32 de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y a los 4 de la CUP, superan los 68 de la mayoría absoluta.
Como ocurrió en 2015, los independentistas se beneficiaron de un sistema electoral que recompensa el voto en zonas rurales y logran la mayoría absoluta sin conseguir el 50% de los votos de los más de 5 millones de catalanes llamados a las urnas, en una jornada en la que la participación rozó el 80%, un récord. Alrededor de 47,5% de los Catalanes votaron por ellos. (Emol EFE-Bio Bio)