Prioridad de ‘mecanismo’ o ‘bases’ tensiona mesa de negociación constitucional

Prioridad de ‘mecanismo’ o ‘bases’ tensiona mesa de negociación constitucional

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El plan original era, si todo salía bien, que los partidos políticos pudieran cerrar y presentar este jueves las bases constitucionales -lo que antes denominaban como bordes o principios- y así destrabar el primer gran nudo de la negociación por una nueva Constitución.

Así, al menos, lo conversaron el viernes de la semana pasada. Sin embargo, las tratativas -que se retoman este martes a las 14.00 en el Congreso en Valparaíso- podrían sufrir un traspié y retroceder algunos pasos respecto de lo avanzado durante este mes. Esto debido al tira y afloja que se está produciendo entre Chile Vamos y sectores del oficialismo por el orden en el cual se va avanzando en cerrar el nuevo acuerdo político.

Hace semanas que los partidos de derecha había puesto sobre la mesa que la continuidad del proceso constituyente necesitaba ir despejando puntos en orden consecutivo. De hecho, el presidente de la UDI, Javier Macaya, ha dicho que el asunto es como una cadena en la que cada aspecto está amarrado a otro, por lo tanto, no se puede avanzar sin antes ir resolviendo los temas más básicos. Uno de esos era, a su juicio, cerrar el listado de las bases constitucionales, es decir, los principios que le dan un marco a la discusión constituyente y que limitarán la redacción de la nueva Carta Magna.

Solo cuando eso estuviera acordado, se podría avanzar en la definición del mecanismo para elegir al nuevo órgano redactor, es decir, la cantidad de representantes, los escaños reservados, el mecanismo electoral para elegir representantes, el quórum de aprobación de normas, las atribuciones del comité de expertos, entre otros.

Ese diseño, se supone, había sido acordado entre todas las fuerzas políticas. De hecho, algunos de los que estuvieron sentados en la mesa negociadora -que se reunió por última vez el viernes de la semana pasada- afirman que ninguno de los representantes del oficialismo planteó la necesidad de avanzar en paralelo con el mecanismo para elegir el nuevo órgano constituyente.

Pese a ese consenso, este lunes el debate se enredó. En el comité político ampliado de La Moneda fue el presidente del PC, Guillermo Teillier, quien expuso la necesidad de que la negociación avance en dos carriles paralelos, es decir, la definición del mecanismo junto con la de las bases constitucionales. Esa intervención fue secundada por la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, y hubo consenso entre el resto de los partidos de gobierno.

El timonel del PC, Guillermo Teillier, confirmó a La Tercera este punto. “No me parece muy bien, debiéramos ir discutiendo todo. Nosotros tampoco vamos a acordar, vamos a conversar, pero no vamos a suscribirlo (el acuerdo) mientras no esté todo resuelto”, dijo respecto de la estrategia de Chile Vamos de cerrar las bases primero para luego pasar a negociar el mecanismo de elección del nuevo órgano constituyente.

«RETROCESO» EN LA NEGOCIACIÓN

La postura de Teillier, en todo caso, no tuvo buena recepción en Chile Vamos. “Una reflexión de esa naturaleza sería muy curiosa, porque en la reunión del viernes, el señor Teillier dijo exactamente lo contrario. Todos entendimos que había que avanzar en las bases de manera de avanzar en un piso de tranquilidad para seguir conversando sobre el mecanismoEntonces si él afirmase una cosa como esa, claramente sería un retroceso y una contradicción a lo que ha sido el planteamiento del oficialismo en los últimos días”, afirmó a este medio el secretario general de RN, Diego Schalper.

El diputado, quien ha estado presente en todas las reuniones de la negociación, tomó con preocupación las palabras del timonel comunista. “Nosotros, y no solo nosotros, sino que la conversación de todas las fuerzas políticas hemos entendido que para dar tranquilidad a la ciudadanía hay que partir conversando sobre los bordes, para después avanzar en otras conversaciones. Una postura del señor Teillier sería desconocer el grado de avance y, por supuesto, dejaría en una posición muy compleja al oficialismo, porque si eso interpreta al oficialismo, quiere decir que hay una contradicción con lo que han venido diciendo”, agregó Schalper.

En Chile Vamos dicen que si la postura de Teillier se impone, toda la negociación se desordenaría. Además, agregan, que si se logra un “acuerdo amplio” por bases institucionales que dejen tranquilo a todos los partidos políticos, el debate por el mecanismo pierde relevancia. Lo ejemplifican de este manera. Si se incluye la definición del Estado social y democrático de derechos, eso es un punto ya ganado, por lo tanto, se descomprimiría la presión en el oficialismo por buscar un mecanismo electoral para elegir al nuevo órgano.

En la cita que hoy sostendrán los partidos de manera transversal se espera que este sea una de las primeras materias a discutir.

VOTO OBLIGATORIO EN ELECCIÓN DE CONVENCIONALES

Mientras los partidos resuelven esta tensión, este lunes hubo otro tema que marcó el debate de cara a llegar a un acuerdo: el voto obligatorio en todas las instancias del proceso constituyente, es decir, la elección de convencionales y plebiscito de salida.

Las definiciones llegaron por parte de los partidos luego de que la DC reabriera el tema y presionara para acelerar la tramitación del proyecto de ley que repone el voto obligatorio. Los senadores Matías Walker y Ximena Rincón, junto con los diputados de la bancada decé, de hecho, condicionaron su apoyo al proceso a que el gobierno le ponga urgencia y apruebe esa iniciativa.

Una de las primeras que respondió a la arremetida de la DC fue la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo“Creemos que el voto obligatorio llegó para quedarse y no tenemos ningún problema en evaluar esa solicitud de urgencia en el marco de la agenda legislativa”, dijo la titular de la Segegob. El tema, de hecho, fue debatido en el comité político ampliado y hubo consenso en cerrar filas apoyando la moción.

“Nosotros como coaliciones de gobierno tenemos la convicción de que podemos avanzar hacia el voto obligatorio, por lo tanto aquí no hay una discusión”, afirmó la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, a la salida del comité político.

El punto fue respaldado por representantes de Apruebo Dignidad. “No tenemos problema con el voto obligatorio, ya llegó para quedarse, más allá de que uno saque cálculos electorales de a quién le puede convenir”, dijo el timonel de RD, el senador Juan Ignacio Latorre.

“Es una definición de los sectores progresistas ampliar las bases de la democracia, por lo tanto, el voto obligatorio es una condición para ese proceso de profundización democrática (…) Estamos absolutamente de acuerdo”, agregó la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social, Flavia Torrealba.

Una de las voceras de Convergencia Social, Ximena Peralta, añadió que existe “apertura a hablar de voto obligatorio en la elección de convencionales”. El tema, comentó Peralta, “es algo que se está hablando y nosotros tenemos disposición a generar ese acuerdo común”.

A pesar de que hay voces en el Frente Amplio (FA) que han dicho que la inclusión del voto obligatorio les podría jugar en contra en materia de cantidad de escaños que puedan obtener en el futuro órgano constituyente, en el sector hay consenso en que no les queda otra más que apoyar la idea. Esto, principalmente, porque el bloque siempre ha apoyado los proyectos de ley de este tipo. Por ejemplo, en 2020 la entonces presidenta de RD, Catalina Pérez, criticó duramente al gobierno del expresidente Sebastián Piñera cuando hizo gestiones para que este tema se rechazara en la Cámara.

Ese mismo año, el entonces diputado Gabriel Boric defendió votar a favor de un proyecto de ley de este tipo argumentando que tiene “la convicción de que votar es parte de nuestros deberes al ser parte de una comunidad, y porque el voto voluntario tiene grave sesgo de clase”.

En Chile Vamos también apoyan el voto obligatorio. Los presidentes de RN y la UDI, Francisco Chahuán y Javier Macaya, respectivamente, respaldaron este lunes la iniciativa. En la coalición hay consenso de que el asunto además podría funcionar como una especie de seguro para “moderar” a la futura Convención. (La Tercera)