Quería expresarle la molestia por la columna de Gonzalo Rojas en la edición de El Mercurio del miércoles 16 recién pasado. En ella, el columnista de su periódico —al no estar de acuerdo con las conversaciones que todos los partidos legítimamente tienen derecho a realizar con quien estimen y a llegar a acuerdos o no (de eso trata en parte la política y las relaciones políticas)— hace una comparación con la relación deshonesta de un hombre seduciendo a una bella doncella, que coquetea, pero es engañada para fines impropios.
No voy a polemizar sobre si el columnista tiene o no el derecho a disentir de las conversaciones que se produzcan entre partidos, en especial entre la DC y el PC. Pero sí quiero manifestar mi rechazo a la comparación utilizando estereotipos de acosador y seductor y doncella engatusada. Este tipo de comparaciones no es aceptable cuando el estándar de un debate público debe ser sin estereotipos, sexismo o naturalizaciones de abuso o acoso. Es más, coloca al PC como un acosador y engatusador y a la DC como una joven engañada. Es un análisis adusto y machista por su mirada sexista. Se esperaría un poco más de altura de miras en el debate, además de no utilizar el nombre del presidente del PC de forma mañosa.
Así como muchos creemos en el debate franco, sin intimidaciones ni violencia como la que acusa la estudiante de Trabajo Social de la Universidad de Chile, situación que no me parece aceptable, tampoco corresponde hacer de las comparaciones una estrategia descalificadora y falta de respeto en el marco del legítimo derecho a dialogar entre partidos. (El Mercurio Cartas)
Claudia Pascual Grau
