Sin embargo, si bien un “pacto social” es necesario, no es suficiente. Chile está pasando por una crisis profunda y generalizada que afecta su gobernabilidad, y lo que se requiere es un “pacto político” que cubra múltiples temas y áreas en forma simultánea. En los tiempos que corren, y dada la profundidad de la crisis, el enfoque secuencial, donde se negocia una cosa a la vez, ya no es apropiado.
La oposición —incluyendo, desde luego, a la Democracia Cristiana— cometería un error de proporciones si acepta que se parcelen los temas sobre la mesa y los negocia por separado. Los temas tributarios y de pensiones —esenciales para el éxito de esta administración— deben negociarse en conjunto con las políticas sobre La Araucanía, las medidas que terminen con la violencia en las ciudades y en los liceos, las políticas que ordenen la migración ilegal, y aquellas relacionadas con el comercio ambulante, entre otras. Solo de esta manera Chile empezará a recuperar su gobernabilidad y encaminarse hacia una salida de la crisis. (El Mercurio Cartas)
Sebastián Edwards



