“No me voy a bajar. Y punto”

“No me voy a bajar. Y punto”

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“Pero ponga cara de Presidente, pues”, le dice un transeúnte mientras él camina por la vereda de Antonio Bellet para tomarse las fotos. José Miguel Insulza ríe, mira a la cámara y cuenta la anécdota del Che. Que la foto más reproducida de la historia, la del Che Guevara mirando el horizonte, no era una pose del revolucionario con su boina de estrella. El Che estaba buscando a un amigo entre la multitud cuando el fotógrafo cubano Alberto Díaz disparó su lente.

La anécdota no tiene mucho que ver con esta entrevista. O quizás sí, con la situación por la que pasan Cuba y Chile. O tal vez con otra cosa: con que Insulza quiere transmitir que al final lo espontáneo puede rendir más que una candidatura estudiada, medida, encuestada. Por lo mismo, está molesto con dirigentes de su partido, el PS. Dice que si quieren otro candidato presidencial lo digan abiertamente, pero que no intenten hacer fracasar la primaria -en la que hasta ahora competirían Fernando Atria y él- para excusarse. Y los llama a ser espontáneos, a decir la verdad.

¿Cómo definiría la situación actual del PS?
Mire, depende del lado que lo mire. El partido está bien, punteando en el refichaje, presente en todo el país. Ahora, la dirección, por razones que nunca entendí muy bien, decidió adelantar la elección de mesa directiva para el 26 de marzo, lo cual ha cambiado una serie de prioridades. El partido que había prometido al país presentar un candidato y un programa a la Presidencia de la República, está mas dedicado a la elección interna. Y los que hemos tomado ese desafío, de acuerdo a las reglas del juego, no recibimos por parte de los dirigentes el apoyo que uno debiera tener cuando el partido está empeñado a llevar a un candidato a Presidente.

Pareciera que el PS tiene la batalla perdida en términos presidenciales…
El partido la tendrá perdida, no sé, pero cuando uno conversa con la militancia, están muy entusiasmados con la elección primaria. Le mentiría si dijera que alguna de las  miles de personas con que he estado ha levantado la mano para decir “para qué vamos a hacer una consulta ciudadana”.

¿Entonces a qué cree que obedece esta actitud de la dirigencia?
Creo que hay miembros de la comisión política y parlamentarios que ya tienen un cierto compromiso con algunos candidatos, y esos candidatos, lamentablemente para ellos, no quieren ir en la primaria socialista, y quieren que el PS los proclame sin ir.

Ricardo Lagos y Alejandro Guillier.
Claro. Ahora, por justicia, Guillier ha dicho que no tiene nada que ver con el PS. Ricardo Lagos asistió a uno de los plenos, no tuvo éxito, y fue proclamado por el PPD. Entonces,  estos dirigentes se encuentran en una situación paradójica, que es que dicen que van a hacer la primaria, pero sus candidatos no van a estar en la primaria, entonces naturalmente aspiran a que la primaria fracase para poder proclamar sus candidatos.

Y eso le da rabia.
Me da lata. Es una lata. No podemos seguir con los métodos antiguos, la gente quiere saber la verdad. Quiere que si alguien no está de acuerdo con la consulta ciudadana, salga y lo diga. Juan Pablo Letelier lo dijo, aunque dos semanas después de que se confirmó la consulta y en ese momento nadie se opuso.

Eso fue en enero, cuando se decidió hacer la primaria el 23 de abril. Ahora usted insiste en adelantar la consulta y que se haga al mismo tiempo que la elección de mesa directiva, el 26 de marzo.
Me da lata la contradicción; el partido más grande del país metido en estas tonteras. ¿Por qué no hacemos las cosas de una vez por todas? En términos prácticos, a mí me convendría que la consulta se hiciera el 23 de abril, porque tendría más tiempo, pero digo que la adelantemos y salgamos de esto. Ponemos una urna al lado que incluya a los candidatos independientes también. Así ahorramos plata, tiempo, movilizamos una vez a la gente e inauguramos abril con candidato, nueva directiva, ojalá lista parlamentaria y programa para la primaria de la Nueva Mayoría, el 2 de julio. Un partido que quiere estar en condiciones de dar lecciones sobre cómo debe ser la política no puede estar enredado por un par de tonterías.

Pero esas “tonterías” pueden ser reflejo de que hayan abdicado a tener un candidato PS.
Si han abdicado, que lo digan ellos. Yo no he abdicado.

¿Y no ha pensado bajarse?
No, jamás he pensado bajarme. Estoy recontento, porque hace tiempo que no hacía política activa, con los militantes, y me encanta. Cualquier cosa que pase, la experiencia ha sido buena. Yo estaba en una función que era muy importante, entonces admito que tuve dudas; pero más allá de todas las cosas que han pasado desde noviembre, cuando lancé mi precandidatura, diría que ha valido mucho la pena.

¿Y ve que tiene alguna chance?
Por cierto que sí. A algunas encuestas, como las semanales, no les creo, pero a otras sí. Me parece muy triste, y habla de una decadencia del mundo político, estar todos los lunes preguntando cómo está la encuesta Cadem, a ver si subió un par de puntitos más. Patético.

¿Tiene encuestas o sondeos sobre sus posibilidades?
Tengo antecedentes, pero no he hecho ninguna encuesta. Hablo con la gente y la política es muy de olfato. Estoy convencido de que voy a ganar la consulta socialista, aunque vaya Guillier o vaya Lagos.

También se oye que usted se va a bajar para ir a un cupo senatorial.

Eso lo dicen quienes quieren que yo me baje y punto, ni siquiera para ir a un cupo senatorial. Y yo no me voy a bajar. Y punto.

¿Y si pierde la primaria, va al Senado?
Eso es otra cosa. Si pierdo la primaria veré lo que hago, pero eso es después del 2 de julio. No me voy poner en esa situación. Además, esa pregunta la están mandando desde París 873 (la dirección del PS).

Pareciera que está dolido con el PS, ¿no?
No, para nada. No tengo ningún resentimiento ni molestia con ningún dirigente de mi partido. Creo que están actuando equivocadamente, que es otra cosa.

Pero si dice que están boicoteando la consulta.
Pero eso no significa que tenga rencor. Me da lata que no digan las cosas como son. A lo largo de este proceso, en que he discrepado, no he tenido ninguna razón para guardarle rencor a nadie.

Usted dice que Isabel Allende, presidenta PS, ha sido equívoca: primero es candidata, después se baja, después está por primarias, luego dice que ganaría Guillier, que votaría por Lagos…
Eso es parte de las confusiones que reinan. Pero no significa que el partido no esté unido.

¿No le parece que revele una desafección por los candidatos presidenciales del PS?
No, en absoluto. Ahora, yo supongo que si se hace la consulta, todos van a apoyar al candidato que salga de esa consulta. Las reglas del juego son las reglas. Ojalá gane yo la primaria, pero si no, a quien gane lo voy a apoyar con todo entusiasmo. Es el compromiso con el que uno entra a la primaria. Ahora, si Lagos y Guillier no van… Me gustó mucho la frase de Carolina Goic que dijo que andar con el candidato de fuera del partido es como pedirle permiso al marido para pololear con otro.

Dejar de contar cuentos

¿Ve futuro usted a la Nueva Mayoría? Hace tres años la sostenía la figura de Bachelet, pero eso ya no existe.
Así es. Para usar los términos de Max Weber, pasar del liderazgo carismático al liderazgo racional. Esa es la única posibilidad efectiva de que la Nueva Mayoría tenga éxito. Unirse por programas comunes, reconociendo con mucha sinceridad las diferencias. Si hacemos eso, estamos en condiciones de hacer un  buen programa y gobernar juntos.

¿Y cree que la clase política está intelectual y anímicamente preparada para pasar de un liderazgo carismático a uno racional?

Desde luego que intelectualmente sí. No soy de los que creen que antes eran más inteligentes. Anímicamente es donde hay que hacer un esfuerzo, entender que en esto estamos juntos sobre la base de cosas concretas, no de puros intereses individuales. Es como cuando Borges decía “no los une el amor, sino el espanto”. Que nos una el amor de nuevo; no se trata de salir a hacer campaña solamente diciendo que no puede ganar Sebastián Piñera. Salgamos con las ideas que tenemos y no nos engañemos con discursos vacíos y tratando de que la gente crea cosas que no va a creer, contando cuentos.

¿Como cuáles?
Como decir que no nos preocupemos porque va a haber un primaria y todos vamos a estar ahí. Digamos las cosas con franqueza, o hagámoslo cierto. Es como el vocero de Trump que decía hoy “las relaciones con México están excelentes”, y hasta un vecino acá en Providencia, a 10 mil kilómetros, lo ve y sabe que está mintiendo. La política hay que hacerla con la verdad.

Y en esta Nueva Mayoría, ¿ve al PC y la DC juntos? Se lo pregunto a propósito de la situación que vivió Mariana Aylwin, en que no la dejaron entrar a Cuba.
No creo que el PC esté en contra de la libertad de expresión ni de la libre circulación de las personas. Lo que pasa es que el PC tiene una enorme adhesión al fenómeno cubano.

Pero acá se trató de un hecho puntual. No la dejaron entrar a recibir un premio de la fundación de la disidencia, y el PC dijo que había más de una versión de los hechos, mientras uno de sus diputados señaló que su visita era una provocación.
Pero reconozcamos que no es simple. En muchas ocasiones ha surgido este choque. No creo que el acto de la Fundación Payá incida en el proceso político cubano, ni que sea una provocación la visita de Mariana Aylwin. Ahora, tampoco hay que ser un niño para no darse cuenta de la cantidad de personas que se aprovechan de esto. No he visto ningún parlamentario de derecha condenar lo que pasa en la frontera entre Estados Unidos y México, pero sí he visto unos rasgados de vestiduras tremendos respecto de este otro tema. Yo condeno las dos cosas, entonces estoy en una posición cómoda. A lo que voy, es que hay que reconocer que no es que el PC quiera tener aquí el modelo cubano, sino que tiene un compromiso, por último, porque lleva 50 años haciéndolo y es difícil que cambie de la noche a la mañana.

¿Pero cree usted que ahora puede ponerse fin a la relación PC-DC? Es el momento preciso.
Creo que hay una discusión interesante. El camino propio siempre fue una tentación DC, esa es la realidad. Pero la directiva entiende que un camino propio puede ser una aventura desoladora desde el punto de vista de la elección parlamentaria, sobre todo cuando hemos cambiado el sistema binominal y hoy la cifra repartidora premia a quienes se juntan más. Aquí la razón del gobierno cubano no fue ni Chile, ni Patricio, ni Mariana Aylwin. Fue la fundación. Estoy en desacuerdo, pero no debería afectar las relaciones entre ambos países.

¿Cuando usted fue secretario general de la OEA visitó Cuba? El actual secretario general no pudo entrar tampoco.

Yo fui a Cuba invitado por el presidente de la Celac, que era Cuba. Soy el único secretario general de la OEA que ha visitado Cuba.

¿E hizo algún tipo de reporte crítico?
No, fui a una reunión específica. Tampoco exageremos; si uno viene a una reunión en Santiago no es que vaya a las poblaciones a ver cómo están las cosas. Fui a la cumbre, me invitaron a las comidas, estuve con Raúl. Tengo una buena relación con él. Recuerde que durante mi mandato Cuba fue de nuevo a la Cumbre de las Américas. Yo siempre he sido partidario de una normalización de las relaciones con Cuba. Obviamente, estoy en contra de que no hayan dejado entrar a Mariana, pero eso no me lleva a cambiar de posición, en que es mucho mejor para la región, para la situación global, que haya un deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y todos formemos parte de los mismos organismos internacionales.


“Algunos amigos han chipiado plata”

¿Quién es su equipo?
Primero quiero aclarar que es un equipo ad honorem; nadie gana plata conmigo. Están Marcelo Contreras, Fernando Krauss y Miguel Angel Aguilera -ambos vicepresidente del PS- y Luciano Valle, miembro de la comisión política, entre varias personas más.

Y usted, ¿cómo se financia este tiempo?
Tenía algunos ahorros y estuve trabajando hasta hace pocos meses, entonces todavía sobrevivo razonablemente. Además, algunos amigos han chipiado plata; siempre hay alguno que llega con unos pocos pesos, y no piden ni factura ni ninguna cosa por el estilo. Aquí el financiamiento de la política no corre.

¿Pero si es precampaña?
¿Dónde está la legislación que financia las precampañas? La plata tiene que ponerla uno, no más.

Pero si se la da un amigo, es donación.
No, no hay donaciones en el sentido de que no existe ningún tipo de contrato ni de legislaciones.

Pero tiene que declarar después en el Servel, ¿no?
Si me lo piden, por cierto les diría de donde salió la plata, que salió en un 95% de mi bolsillo.

Pero todo el problema de Bachelet fue la precampaña…

Eso era porque se dieron facturas, porque alguien quería descontar impuestos de las donaciones. Eso es importante recordar. No tiene nada de malo que una persona le dé plata a otra para alguna cosa, lo que ocurrió ahí fue que se falsificaron documentos para los efectos de descontar impuestos, lo que es falsificación ideológica, pero no el hecho de que la gente pueda gastar de su bolsillo en lo que quiera. Yo no tengo por qué pedir factura.

 

La Tercera/Emol

 

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