La lucha de poder tras bambalinas del gobierno chino

La lucha de poder tras bambalinas del gobierno chino

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Este miércoles concluye la Asamblea Popular Nacional de China (APN), la reunión anual conformada por casi 3.000 parlamentarios considerada formalmente el máximo órgano legislativo del país.

Aunque en la realidad carece de poder, limitándose a ratificar los planes del gobierno, expertos de todo el mundo esperan obtener en este evento las primeras señales de las maniobras que está realizando el presidente Xi Jinping para consolidar su poder en el crucial Congreso del Partido Comunista, que se celebrará en octubre.

El primer ministro, Li Keqiang, dio inicio a la asamblea en el Gran Salón del Pueblo, de Beijing, con un reporte donde recortó la meta de crecimiento para este año a 6,5%, la menor en más de un cuarto de siglo, aumentó los gastos en defensa y amplió el déficit fiscal hasta 3% del PIB.

Li también será el encargado de cerrar la reunión, con una conferencia de prensa, este miércoles. En los últimos años, esta instancia ha demostrado ser una de las más noticiosas del evento: así, en 2015 el propio Li presentó la reforma del sector público y anunció que el Ejecutivo había declarado la guerra contra la contaminación. Y en 2012, su predecesor, Wen Jiabao, lanzó duras críticas a Bo Xilai. Un día después, el poderoso jefe del partido de Chongqing fue removido abruptamente de su cargo en un hecho inédito.

CORRIDA DE CAPITALES

El reporte que abrió el evento, sin embargo, decepcionó a los mercados que esperaban ansiosos por detalles sobre las restricciones que están aplicando las autoridades para detener la salida de capitales. Según fuentes, este es el principal tema que ha dominado las conversaciones de pasillo durante lo que lleva transcurrida la asamblea.

El viernes, finalmente, el presidente del banco central, Zhou Xiaochuan, abordó las preocupaciones y defendió la medida como una respuesta “normal” a un nivel de inversiones de las empresas chinas en el extranjero “que se ha salido de control”. “Algunas de estas inversiones no tenían un beneficio real para China”, dijo.

Los millonarios chinos han generado ruido en los últimos años con costosas compras de equipos de deportivos y estudios de cine.

La medida finalmente logró frenar la salida de divisas, con las reservas en moneda extranjera registrando un inesperado aumento en febrero.

CON MIRAS A OCTUBRE

Pero lo más importante es que la asamblea dará señales de qué está pasando en las altas esferas del gobierno chino.Los nuevos nombramientos y la cantidad de tiempo que la televisión estatal dedicará a cada uno de los políticos durante el encuentro serán seguidas e interpretadas por los expertos.

Todo eso, porque para octubre está agendado el Congreso Nacional del Partido Comunista, un evento clave para un realineamiento de fuerza ya que se espera que cinco de siete miembros del Comité Permanente del Politburó –el órgano más poderoso de toma de decisiones– deban dejar sus cargos. Además, de los 25 miembros del Politburó y cerca de 200 del Comité Central del partido, 70% también está por jubilarse.

Los designación de sus reemplazantes será clave en los intentos de Xi de consolidar su poder.

CONSOLIDANDO EL PODER

El presidente, que también tendrá que iniciar su segundo período durante el Congreso, tendría que señalar a su sucesor para 2022. Sin embargo, los expertos ponen en duda que Xi –proclamado el líder supremo y considerado la figura más fuerte en el poder desde Deng Xiaoping– quiera dejar su puesto.

En medio de la incertidumbre que generan las amenazas comerciales del presidente Donald Trump y una escalada de tensiones con sus vecinos en el Mar de China Meridional, ha crecido en el país la demanda por una mano segura y con experiencia, como la de Xi.

Según fuentes informadas, las corrientes cercanas al mandatario en el gobierno habrían logrado imponerse a los partidarios de Li, identificado con corrientes más populistas. Después del próximo congreso, el primer ministro sería designado como presidente del Consejo Permanente de la asamblea, un puesto que conlleva mucho honor, pero que carece de poder real.(DF)

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