El 8 de octubre de 2014, El Mostrador Mercados reveló las cuestionadas y millonarias operaciones que realizaban las corredoras al final y el comienzo de cada año desde 2008 hasta 2013 y que habrían tenido como objetivo bajar el pago de patentes comerciales a sus clientes más importantes.
La presunción de la información apuntaba a que la anormalmente abultada compra y venta de acciones en los extremos de cada año no era una consecuencia del sorpresivo interés de inversionistas o de las mismas corredoras por transar en la Bolsa cuando todos preparaban la fiesta de Año Nuevo, sino que tenía objetivos tributarios ajenos al diario ir y venir de papeles en la entidad bursátil.
En octubre de ese año, el presidente de la Bolsa y socio de una de las corredoras que este medio denunció, Juan Andrés Camus, informó que se iniciaba una investigación y que concluiría en enero de 2015. Cumplió.
El lunes pasado, en el directorio de la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS), la gerencia de auditoría y control de la institución dio a conocer su informe y en él se develan diversos detalles que confirman que fueron 11 las corredoras que presentaron transacciones como las señaladas, pero que, de ellas, Penta, BTG Pactual (antes Celfin), LarrainVial y MBI, fueron las que concentraron la mayor parte, con participación de clientes relacionados a las corredoras (socios, directores o ejecutivos, por ejemplo) en numerosas transacciones hechas al mismo precio para la compra en los últimos días de cada año y la venta a comienzos del siguiente.
El trabajo demostró, además, que hubo corredoras que participaron en estas operaciones con cartera propia (recursos de la corredora), aunque dejó claro que Penta es la más complicada y que, pese a todo, el grueso de las operaciones se dio hasta enero de 2011. Esto implica, como se presumía, que si la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) formulara cargos y decidiera que corresponde una sanción, mayoritariamente las operaciones investigadas estarían prescritas, pues la data mayor para sancionar es de cuatro años, lo que concluiría en enero de 2015, es decir, esta semana.
La investigación presentada a la mesa de Bolsa buscaba exponer las observaciones que, creen, corresponde hacer respecto de algún tipo de incumplimiento normativo y de control interno de los corredores. Pero, asimismo, dicho informe fue reenviado al Comité de Buenas Prácticas, presidido por Enrique Barros, para que lo estudie y determine si inicia procesos de sanción u opta por otro camino. El informe completo ya se derivó a Barros y debería también ser conocido por la SVS, que tendrá que analizar la información y decidir si formula cargos, extiende la investigación o no toma acción alguna.
PENTA
“En la corredora del Banco Penta se le ofrecía a connotados clientes la posibilidad de arrendar (comprar y luego vender) acciones para pasar el 31 de diciembre de cada año con las acciones arrendadas y con un capital propio afecto a patente municipal inferior y así pagar menos patente municipal. Esto se le ofrecía a connotados clientes, entre ellos a mí, a Carlos Alberto (Délano), a Carlos Eugenio (Lavín), entre otros. De esta manera el cliente pagaba menos patente municipal, en mi caso alrededor de un millón de pesos y en otros casos llegaba hasta 40 millones… El banco ganaba la comisión por arriendo de las acciones y la AFP ganaba por el arriendo de las acciones. Esta operación dejó de hacerse porque Cuprum cambió de dueño y porque se dudó de la legalidad de esta operación”.
La extensa revelación es de Hugo Bravo, el ex mano derecha de los dueños del grupo Penta, hoy en el ojo del huracán por la investigación que lleva adelante el fiscal Carlos Gajardo, de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad en la Fiscalía Oriente, que ha descubierto distintas maniobras de sociedades operativas y/o de papel del grupo, destinadas a evadir impuestos y, a la vez, en algunos casos, financiar campañas políticas.
Sus palabras –del 2 de octubre de 2014 ante el fiscal– abordan justamente la investigación que informó el lunes pasado la unidad de auditoria de la Bolsa, donde se confirma que la corredora de Lavín y Délano intermediaba operaciones de ida y vuelta, presumiblemente ficticias (que simulaban la transferencia de la acción, pero en rigor no tenían dicho objetivo sino uno distinto, en este caso, tributario) y que beneficiaron a relacionados al grupo (ejecutivos, directivos y/o socios de la firma), así como a empresarios que se cuentan entre los más ricos de Chile.
Según lo que informó el área de auditoría de la Bolsa –que dirige Carlos Niedbalski– al directorio de la misma, en Penta las transacciones (de montos relevantes) fueron efectuadas por clientes relacionados a la corredora mediante órdenes directas (OD), los cuales en su mayoría se repiten en los distintos períodos revisados.
La investigación señala que en los periodos 2011-2012 y 2012-2013 en la corredora Penta fueron detectadas operaciones entre clientes relacionados, en donde se efectuaban ventas cortas entre ellos (a 48 horas hábiles) sobre un mismo nemotécnico (acción) al mismo precio y donde el mismo día, en los mismos clientes, efectuaban la operación inversa, tanto en las operaciones de fin de año como en las de comienzos del siguiente.
CELFIN Y LARRAINVIAL
El informe reservado que recibió el directorio de la Bolsa aborda algunos detalles de las operaciones que efectuó LarrainVial, que está en el foco de las críticas desde que hace exactamente un año fuera sancionada por la SVS por ser parte instrumental, junto a su socio principal, Leonidas Vial, del esquema de operaciones con acciones de las sociedades cascada que lideraba Julio Ponce Lerou, controlador de dichas firmas y de Soquimich.
También analiza lo ocurrido en la corredora BTG Pactual, ex Celfin Capital, cuando era controlada por el empresario Jorge Errázuriz y el actual presidente de la Bolsa, Juan Andrés Camus, quien aún es socio de la intermediaria.
De acuerdo al informe, en el caso de LarrainVial y BTG Pactual (antes Celfin) se confirmó que la mayoría de las operaciones fueron efectuadas a través de Órdenes Directas (OD), es decir, en que el comprador y el vendedor son representados por la misma corredora.
Asimismo, en estas operaciones, una de las partes era la cuenta propia de la corredora, aunque, a diferencia de Penta, no todos los clientes son relacionados y la presencia de ellos en los distintos periodos es menos frecuente.
En octubre pasado, desde LarrainVial se distanciaron de la intencionalidad con que operan sus clientes, asegurando que no les corresponde saberlo.
La firma de Leonidas Vial y Fernando Larraín sostuvo que no tienen influencia ni conocen la intención o razón de negocio por la cual un cliente decide comprar o vender un determinado título. “Sin duda que tales motivos pueden ser de la más diversa índole. Más aún, el corredor no tiene autoridad alguna para exigir que el cliente le revele tales intenciones”, señaló, añadiendo que, dado lo anterior y la dinámica en que se desarrollan las transacciones de Bolsa, “todas ellas son por definición reales e independientes de la intención del comprador o vendedor”.
“De lo contrario, una persona descontenta con el resultado de una inversión instruida por ella, podría intentar alegar que nunca tuvo intención de transar en tales términos, para desligarse del negocio. Si así fuera, ello destruiría las bases mismas de la actividad bursátil”, apuntó.
Según reveló este medio en octubre pasado, incluyendo operaciones de las corredoras mencionadas, más operaciones de Banchile y Bice, entre 2009 y 2013, se hicieron transacciones por más de US$ 1.400 millones, las que habrían ido de manera íntegra, no a traspasar efectivamente acciones, sino a reducir el pago de patentes comerciales, evasión que habría superado los US$ 7 millones.
MBI Y LAS OTRAS CONCLUSIONES
Un corredor que no se había detectado en los artículos publicados por este medio es MBI. La firma, que ya acumula sanciones por uso de información privilegiada en 2013, aparece en el informe entre las cuatro con más transacciones, pero al mismo tiempo con demora de varios meses en la entrega de la información requerida por la Bolsa.
Los redactores del informe advirtieron que algunos antecedentes solicitados a MBI, en particular respecto de movimiento de efectivo en la liquidación de las operaciones, aún no eran enviados después de varios meses de que se iniciara el trabajo.
Sobre las características más llamativas de las transacciones efectuadas por MBI, el documento señala que éstas fueron realizadas en su mayoría por clientes relacionados y que en un caso incluso la transacción la hizo la corredora para su cuenta propia, lo que podría implicar que la firma redujo su propio pago de patente, aunque esto deberá ser develado en el Comité de Buenas Prácticas.
Finalmente, se señala que en términos generales el informe –que debería ser analizado recién en marzo por el Comité que dirige Enrique Barros– separa en tres grupos el tipo de operaciones que detectaron en la investigación y que realizaron las 11 corredoras indagadas.
Por un lado, están las operaciones con el mismo instrumento, idéntica cantidad de papeles y precio, y cuya fecha de liquidación (fecha de concreción de la compra a fines de diciembre de un año y de la venta a inicios del año siguiente) es la misma. Hay un segundo grupo en que las transacciones eran en el mismo instrumento, con distinto precio y/o cantidad de acciones (sin especificar el nivel de diferencia) y de igual fecha de liquidación. El tercero, el más benévolo: cuando la operación considera el mismo instrumento, distinto precio y /o cantidad y distinta fecha de liquidación. (El Mostrador)