En las próximas semanas, 400.000 ejemplares de un libro con los «10 pilares» del borrador de nueva Constitución serán distribuidos a lo largo de todo el país, tras una decisión de la mesa directiva de la Convención Constitucional.
En el texto se plantean diez ideas para transmitir los contenidos más relevantes, a juicio de la mesa y las secretarías involucradas, de la propuesta.
Estos pilares son «un Chile con más democracia», «un Chile inclusivo», «un Chile con tradición institucional», «un Chile que garantice nuestros derechos», «un Chile libre», «un Chile con igualdad de género», «un Chile que proteja la naturaleza y el medio ambiente», «un Chile por sus regiones», «un Chile para el futuro», y «un Chile con economía responsable».
«Es muy atingente y necesario», planteó Elisa Giustinianovich (MSC). Según la convencional, el texto «va muy de la mano con tantas solicitudes ciudadanas para poder informar adecuadamente, de hacer un traspaso a una información más amigable en torno a esta nueva propuesta constitucional».
De acuerdo con Marcos Barraza (PC), «está dentro de las atribuciones de la mesa de la Convención. Acá hay que ser suficientemente pedagógico y didáctico, a objeto de que la ciudadanía conozca los alcances de la nueva Constitución y eso supone convertir el contenido que es norma y es árido desde el punto de vista de la ciudadanía en un contenido amigable desde el punto de vista de la comunicación».
Lo mismo planteó Jaime Bassa (FA), que aseguró que «es una muy buena decisión». «Todos los órganos públicos tienen la responsabilidad de apoyar los procesos de difusión del trabajo que hacen y especialmente de colaborar con la información para que todas las personas podamos tomar una decisión informada de cara al plebiscito de salida», dijo Bassa.
Además, defendió el contenido y aseguró que «la nueva Constitución es muy clara en el sentido de avanzar en la democratización de los espacios sociales, es muy clara en proteger no solo de mejor manera sino que además de reconocer nuevos derechos que hasta ahora no habían sido reconocidos. Está muy bien que la Convención lo diga formalmente».
El texto no dejó conformes a los convencionales de centroderecha, que acusaron que «es una forma de hacerle propaganda» a la Convención y que no colabora con la entrega de herramientas para el voto informado.
«Es un insumo que va a ayudar a que la gente comprenda a cabalidad el nuevo texto constitucional, con un resumen detallado de los principales cambios (…) Lamentamos que la derecha prefiera imponerse con el Rechazo en el plebiscito a partir de la desinformación y campañas del terror y no sobre la base del análisis objetivo del texto», comentó al respecto Tomás Laibe (Col. Socialista).
«UN PANFLETO CON LETRA CHICA»
En ese marco, las principales críticas apuntan a que los títulos de los pilares no son «neutrales», y que no se explican las consecuencias que tienen las normas constitucionales.
«Al leer el contenido de la guía te encuentras con que, al igual que en el borrador, los titulares suenan bonitos, pero están llenos de letra chica y la guía no se hace parte de mostrarle a la ciudadanía esa letra chica y trampas que vienen implícitas en los distintos derechos y libertades», criticó el convencional Alfredo Moreno (Ind. UDI).
En tanto, Rocío Cantuarias (Chile Libre) alegó que «no hay una comunicación neutral sobre las normas, le agregan muchos énfasis positivos e interpretaciones optimistas, hasta en el índice, como ejemplo ‘Chile para el futuro’ o ‘Chile inclusivo’.
Por otra parte, si armaron una guía tan extensa, de más de 50 páginas, podrían haber gastado recursos públicos en la impresión de copias del propio borrador para que la ciudadanía, por sí misma, juzgara el texto«.
«Sabemos que el grueso de la propuesta de borrador constitucional ya fue presentado a la comunidad. Pareciera que se está trabajando para maquillar el borrador. Lo escrito, escrito está, lo aprobado por el pleno aprobado está, si algo quedó mal, ya no es el minuto de hacer cambios. La verdad es que nunca había visto tal despliegue político para tendenciar un voto», aseveró Pollyana Rivera (Unidos por Chile).
Además, Rivera criticó que se está «jugando» con la plata de los chilenos, porque «esto no salió gratis y los recursos no aparecieron de la nada, estás 400 mil guías del borrador se pagan con los impuestos de todos».
De acuerdo con Luciano Silva (RN), el documento «es un intento bastante burdo de maquillar el fracaso de la Convención». «Es un panfleto de campaña de una mirada de ultraizquierda identitaria. Más que un borrador de Constitución parece un programa de gobierno de ultraizquierda. Nada de lo que plantea se acerca a la realidad y los efectos negativos que podrían tener estas normas al ser aplicadas. No son buenas noticias, ni representan en la práctica la ansiada unidad que el país requiere», respondió Silva. (Emol)
