El 22 y 23 de mayo se llevó a cabo la segunda vuelta de la elección de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, en la que compitieron la lista “Construyendo Federación” (PC-CS), encabezada por la actual presidenta, Catalina Lufin, y “Seamos Cambio” (PS), encabezada por Fernando Segura, que resultó electo con 1.804 votos.
De los 36.824 estudiantes habilitados para votar, solo participaron 3.321, lo que representa el 9% del universo electoral de la casa de estudios, muy por debajo del 30% de quorum mínimo que se necesitaba, es decir, 11.049 votos.
La escuálida participación abrió un amplio debate sobre la legitimidad del proceso que ganó la carta socialista, sobre el que este fin de semana se pronunció el Tribunal Calificador de Elecciones Fech (Tricel).
El día 24 y 25 de mayo, los siete miembros del Tricel se reunieron para definir si es que los 3.321 votos son suficientes para elegir una nueva directiva de la Fech. La decisión fue negativa.
A las 21:45 del día sábado, con siete votos a favor y ninguno en contra, el organismo determinó que la votación era inválida. El órgano también determinó que se aplicaría una sanción por el incumplimiento de los estatutos que señalan que “si el quorum fuese inferior a 20%, se deberá convocar a un congreso extraordinario de la Federación”.
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Tras esta determinación, Fernando Segura queda impedido de asumir la presidencia de la Fech y se evaluará si la actual mesa directiva seguirá temporalmente en el cargo hasta la mitad del período normal, de lo contrario asumirá el Consejo de Representantes de Centro de Estudiantes (Crece).
Por esta razón, el Tricel hace un llamado al pleno de la Federación para convocar a un congreso extraordinario coordinado entre el Tricel, Fech y los demás órganos de esta que definirán las fechas y funcionamiento del congreso.
El episodio fuma una nueva crisis en la Casa de Bello.
En 2019 el quorum de las elecciones Fech -en las que competía la actual diputada Emilia Scheider- llegó a ser de 25,8%, lo que perjudicó el proceso de elección de la mesa directiva, que necesitaba un 40% de participación para ser considerada representativa. Desde entonces la Fech quedó congelada hasta el 2023, cuando se eligió a Catalina Lufin.
El conflicto en las elecciones de la Fech no es el único que enfrenta la casa de estudios.
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El Consejo Universitario mediante un comunicado al estudiantado aseguró que, a pesar de que condenan la violación de derechos humanos del territorio palestino, “por muy severa y compleja que sea, no se debería condicionar la colaboración académica con sus universidades”.
En la Facultad de Artes, en tanto, demandan mejores condiciones laborales para los funcionarios, además de mejoras en la infraestructura. El día de ayer, estudiantes y funcionarios de la facultad se manifestaron en el frontis de la Casa Central y el Palacio de La Moneda para dar en cuenta de la precarización laboral que se vive en la institución.
El día miércoles se realizará una movilización desde la Casa Fech hasta la Rectoría para entregar un “Petitorio Unitario”, que tiene por objetivo principal “responder a las sentidas demandas de los estudiantes, con especial enfoque en aquellos lugares más críticos, como la Facultad de Artes”, señaló la Fech por redes sociales.
En solidaridad a la causa, diferentes facultades han paralizado sus actividades y durante la semana realizarán asambleas estudiantiles. Hoy también se realizará un pleno de la Fech para informar qué ocurrirá con el escenario actual de la Casa de Bello. (La Tercera)
