Entre el “qué”, el “cómo” y el “cuándo”-Iris Boeninger

Entre el “qué”, el “cómo” y el “cuándo”-Iris Boeninger

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Es necesario llevar a cabo un ejercicio de reflexión que consiga iluminar el horizonte de violencia e inseguridad que atraviesa Chile en estos momentos. Se debe arrojar luz ante el complejo desafío que deben enfrentar tanto el gobierno, los legisladores y la justicia. No hay lugar para errores, ni demoras, ni ideologías extremas, ni excusas, ni acusaciones y menos aun minimizar la sensación de miedo que tiene la ciudadanía. Se debe frenar de una buena vez  la violencia que en estos días oscureció a nuestra patria con el cruel asesinato en una emboscada de tres carabineros quemándolos sin piedad. No son los primeros.

Todas las encuestas ciudadanas coinciden en que la seguridad es lejos lo mas importante para las personas. Se ha  escuchado a algún personero importante del gobierno decir a través de un frío gráfico estadístico, que la sensación ciudadana de miedo esta igual hace tiempo como si esta afirmación convenciera o calmara a alguno.

En Chile se han traspasado todos los límites con nuestra institución de Carabineros. ¿Cómo es posible que aún existan carabineros que deseen servir a la Patria ante estos crueles asesinatos? Tiraban bombas molotov a las comisarías contra los carabineros, sólo hace cuatro años.

Durante el movimiento estudiantil de 2011, un perro mestizo negro con un pañuelo rojo al cuello se hizo conocido por ladrar y atacar a carabineros, y saltar en contra de los chorros de los carros lanza aguas. Lo bautizaron aquellos jóvenes (algunos de ellos hoy gobiernan Chile) como el “perro matapacos”, nombre despectivo con el que se menciona a un carabinero como “paco”. En octubre de 2019, en el estallido social, se convirtió en el símbolo de las protestas. En abril de 2023, hace un año, luego del asesinato de otros tres carabineros, esta figura fue severamente cuestionada como “incitación a la violencia”. La capacidad humana de crear símbolos es un hecho que distingue al ser humano, que lo ayuda a relacionarse con lo que lo rodea y comprender mejor el mundo.

Para bien o para mal.

Mal símbolo el del “perro matapacos”. Minimizar su simbología en la revuelta del 2019 sería un error por su significante en ese complejo momento de nuestra historia reciente y de la institución de Carabineros. Algunos le buscan interpretaciones más románticas. Existen en las redes testimonios explícitos e implícitos de apoyo a esta figura de quienes gobiernan, aunque hoy lo nieguen.

La dificultad ideológica de quienes supieron denostar a carabineros es notoria. Esto ha tenido impacto en el cómo encarar el crimen organizado y el cuándo, ya que si bien existe consenso de que se debe combatir la violencia y la inseguridad, el problema reside en cómo hacerlo. Existen demoras en la tramitación de leyes relacionadas a mayores y mejores herramientas para encarar de la mejor forma este flagelo, como también en la utilización de las existentes.

Cuando el gobierno de Gabriel Boric cumplía solo 66 días, la ex ministra del Interior, Izkia Siches informaba la instauración del primer decreto de estado de emergencia para las provincias de Arauco y Biobío, en las regiones del Biobío y La Araucanía. Este fue el primer giro del gobierno, que sin embargo, se resistió en recurrir a esta herramienta constitucional en plenitud y promovió una medida «acotada», que en sus inicios se centró en el resguardo de rutas, caminos y carreteras, además de impulsar el denominado Plan Buen Vivir como una forma de aparejar el despliegue militar con el diálogo con las comunidades.

A la fecha, desde que asumió el gobierno que lleva la administración Boric, durante 590 días las Fuerzas Armadas han estado desplegadas en la denominada Macrozona Sur. Boric dijo: “Nosotros no podemos seguir con las mismas recetas que han profundizado la violencia que hoy día se vive en la Macrozona Sur», un 24 de noviembre de 2021 en su calidad de diputado y candidato presidencial en campaña.

La medida rige desde el 16 de mayo de 2022. Según datos aportados por el gobierno, hasta el 17 de abril, se registra la detención de más de mil personas en total, en el contexto de la aplicación de esta herramienta constitucional. Es decir que ha funcionado como herramienta. Varios parlamentarios de oposición han pedido extender esta medida a otras zonas del país dada la severa crisis de violencia.

Las claras divergencias que existen y han existido en el seno del gobierno, en los partidos políticos que lo conforman y en consecuencia en el accionar de sus parlamentarios retrasan leyes por carecer de la convicción profunda de que se debe detener este flagelo utilizando todas las herramientas que da el Estado de Derecho. Decir frases como “se debe legislar con urgencia pero no en caliente”, complican el “cómo” resolver el “qué” de la inseguridad y violencia. En el “cuándo” hemos perdido un tiempo precioso desde hace mucho tiempo, que hoy posiblemente nos tendría mejor parados y preparados ante este flagelo que no es privativo de Chile.

El Presidente Boric dijo que el indulto a Castillo  fue un “error”. No hay lugar a errores de esta naturaleza. No sabemos aún cuál fue el error ni si habría más errores. Pensiones de gracia se tuvieron que desestimar ya que un 10% de los beneficiados tenía antecedentes penales.

Existen leyes  para enfrentar la inseguridad que llevan años esperando en el Parlamento. El actual gobierno cuando fue oposición, no aprobó nada en esta materia. La sociedad está exasperada y con razón.

Si lo ideológico está por encima de lo que indica con claridad la realidad; si los políticos se obsesionan por lo individual por encima de lo colectivo, la combinación es nefasta. Hoy se enfrentan retos que no pueden resolverse al margen de los grandes pactos de Estado.

Ante tanta dificultad para resolver “qué” grave problema de la sociedad se enfrenta, decidir cómo se encara el mismo es aun más complejo tal como estamos viendo en Chile estos últimos años. Esto explica por qué el país esta estancado, no sólo en lo económico sino que lleva un retraso y retroceso en materias de inseguridad y violencia, en reformar las pensiones, la salud, la calidad y los problemas de la educación, el déficit habitacional, la modernización del Estado y más.

Hace mucho tiempo que estamos como estamos.

Preocupa esta pérdida de tiempo.

Preocupa un Estado ineficiente con severos focos de corrupción con los dineros de todos los chilenos que recauda el fisco. Cobrar y cobrar impuestos no es adecuado si los ciudadanos no ven rigor en el gasto presupuestario del Estado. Esto se refiere a los focos de corrupción detectados bajo investigación, a la ineficiencia, a las contrataciones excesivas de empleados públicos sin experiencia. Supeditar las acciones para combatir el crimen organizado al pacto tributario es hoy inaceptable.

¿Será un problema de liderazgos?

Un líder debe ser capaz de impulsar, dirigir, conducir, emanando una autoridad que permita mostrar el camino a seguir, tal de persuadir y convencer, logrando adhesiones a sus posturas lo que está lejos de imponer posiciones intransigentes. Debe también escuchar, dejarse persuadir con la empatía suficiente por las necesidades ciudadanas tal de llegar a un acuerdo compartido. Esto exige la honestidad suficiente para enfrentar a sus propias filas, las encuestas, las posiciones intransigentes y lograr alejarse inclusive de la tradición histórica de su propio grupo cuando la realidad del país le demuestre que es necesario.

Tres preguntas que deben hacerse quienes gobiernan y la clase política entera.

Quien decide ser candidato a la presidencia debe presentar un programa de gobierno (es su compromiso con los ciudadanos) acerca de qué se debe hacer en el país, cómo hacerlo y cuándo hacerlo. Esto debe surgir como consecuencia de un diagnostico profundo de las necesidades ciudadanas. Es indispensable también preguntarse el “para qué”. No perder tiempo, no perder eficacia ni perder el foco es crucial cuando se gobierna un país. Se necesita un liderazgo que sepa dialogar y persuadir con convicción para resolver las necesidades colectivas de los ciudadanos.  ¿En qué orden? ¿Con qué recursos? En Chile hemos perdido mucho mucho tiempo. Ha fallado esta tríada de preguntas. Ejemplos hay muchos: inseguridad, educación, salud, crecimiento económico, modernización del Estado y más.

El “qué” lo sabemos.

El “cómo” se encuentra sumergido en discusiones largas e inconducentes sin considerar que ya llevamos 34 años de una sólida democracia y que ciertos prejuicios deben soltarse en estas horas oscuras.

Será sólo entonces el momento en que el “cuándo” salga de ese inmenso letargo en que se encuentra.

Esto sólo será posible a través de un diálogo fecundo que ponga por encima de ideologías y deseos políticos individuales a los ciudadanos y su sufrimiento.

Es necesario por Chile y sus ciudadanos.(El Líbero)

Iris Boeninger