Denuncian lanzamiento de migrantes africanos al mar frente a Grecia

Denuncian lanzamiento de migrantes africanos al mar frente a Grecia

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La guardia costera de Grecia recurre a métodos cada vez más brutales para devolver ilegalmente a los refugiados y migrantes que tratan de entrar en Europa por mar. Esto, hasta el punto de arrojarlos directamente al agua.

Se trata de una práctica que ya costó la vida a dos personas, según revela una investigación de distintos medios europeos.

Se trata de un trabajo conjunto realizado durante varios meses por periodistas de “The Guardian“, “Lighthouse Reports“, “Mediapart” y “Spiegel“.

El informe lo recogió hoy el diario heleno “Efimerida ton Syntaktón” y da una vuelta de tuerca a las informaciones publicadas hasta ahora sobre las devoluciones en caliente.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, negó numerosas veces que haya devoluciones de migrantes sin darles la opción a solicitar asilo.

Esto, ya que se trataría de una práctica ilegal que consiste habitualmente en dejar a los refugiados en botes a la deriva a merced de ser rescatados.

Sin embargo, según aclaran los guardacostas entrevistados, a veces se les lanza directamente al mar. Esto, con el fin de evitar utilizar las costosas balsas salvavidas, porque cualquier licitación de nuevos suministros podría exponer estas devoluciones.

Según los medios, dos refugiados, Sidy Keita de Costa de Marfil, y Didier Martial Kouamou Nana de Camerún, murieron. Lo anterior, al ser arrojados en mitad del mar por la guardia costera griega el 16 de septiembre, tras haberles detenido en Samos.

Un tercer refugiado que iba con ellos es quien cuenta la historia. Ibrahim, exmiembro de la guardia costera de Camerún, logró regresar a nado hasta la costa turca de Aydin y relató las atrocidades sufridas.

TESTIMONIOS

La organización Human Rights Legal Project fue alertada de la llegada de la lancha y avisó por correo electrónico a las autoridades locales, pero no hubo respuesta.

Según relataron varios refugiados, tras su llegada, oyeron disparos y se dividieron. Ocho de ellos se escondieron en el bosque, mientras que los otros 28, incluido un bebé, varios niños y una mujer embarazada, fueron detenidos.

Esa misma tarde, los 28 fueron embarcados en un bote de la guarda costera que los trasladó mar adentro, donde se les hizo subir a dos botes salvavidas sin motor.

Por lo menos a tres de ellos fueron golpeados por guardacostas en búsqueda de dinero, para luego ser lanzados a los botes salvavidas “como si fueran bolsas de basura”. Varias horas más tarde, se les localizó por la guardia costera turca.

De los ocho que escaparon de las autoridades en Samos, la mitad llegó hasta un campo de refugiados en la isla. Esto, mientras que al resto, Sidy, Didier, Ibrahim y una mujer, se les detuvo y se les arrojó directamente al mar. Solo Ibrahim y la mujer salieron con vida.

El cuerpo de Sidy fue arrastrado hasta la costa un poco más tarde y, dos días después, el cuerpo de Didier también apareció en la orilla.

El abogado Dimitris Hulis de Human Rights Legal Project ha presentado una demanda por actos delictivos, representando al grupo de 36 refugiados. (EFE)

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