Construcción: MOP crea área para agilizar contratos y cambios normativos

Construcción: MOP crea área para agilizar contratos y cambios normativos

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Si bien los esfuerzos del Ministerio de Obras Públicas durante el primer año del Gobierno, se abocaron a la reactivación del sector construcción, en 2023 el foco estará en tramitar cambios normativos, optimizar la gestión de contratos y generar una mayor productividad para avanzar en materia de infraestructura.

Y aunque uno de los principales desafíos para estos meses es la ejecución de gran parte del presupuesto total ($4,7 billones) con una mayor inversión en infraestructura, desde la Dirección General de Obras Públicas (DGOP) consideran que entre las urgencias también está destrabar la construcción de decenas de proyectos que resultaron paralizados debido a los coletazos que dejó la pandemia.

“Todavía hay dificultades con la banca y hacemos un llamado a que se sumen a este proceso de reactivación”.
“Tenemos que invertir este año, las empresas todavía están en proceso de recuperación. La crisis no ha terminado”.

Al cierre del mes de enero existen más 90 obras abandonadas -de un total de 2.554-, y 430 contratos vigentes se han acogido al reajuste excepcional retroactivo implementado el año pasado, lo que ha generado pagos por más de $ 83 mil millones, según datos entregados por la directora de la DGOP, Valeria Bruhn. Además, otras 304 licitaciones han contemplado el reajuste polinómico para hacer frente al alza en el precio de los materiales.

En su primera entrevista en medios, la titular de la DGOP está consciente de que aún no ha pasado lo peor para las empresas del sector, y es por eso que hace unos días la dirección estrenó una nueva división enfocada en mejorar los procesos de contratación actuales. Y si bien, en este contexto destaca el trabajo colaborativo entre el ministerio y los privados, Bruhn señala que la falta de apoyo de otros actores como la banca es un factor clave que todavía sigue pendiente para concretar este objetivo.

-¿Cómo ha sido la relación con los gremios del sector?

-Incorporamos el reajuste polinómico y después nos abocamos a los contratos vigentes. Todas esas medidas fueron trabajadas con los gremios, con la Cámara Chilena de la Construcción, pero también a través de un diálogo con empresas pequeñas (…) Tuvimos varios talleres y capacitaciones. Hicimos un súper buen trabajo. Tengo una muy buena evaluación de cómo funciona la alianza público-privado en este escenario tan complejo.

-¿Cuál será el cronograma de las licitaciones para este año?

-Entre noviembre y diciembre del año pasado se hicieron 545 licitaciones que involucran más o menos $425 mil millones. Esto nos permite tener un mejor ritmo de ejecución de inversión. Tenemos que invertir este año, las empresas todavía están en proceso de recuperación. La crisis no ha terminado.

-¿Cuáles son los principales focos en materia de inversión?

-Esto trasciende a la DGOP, pero tienen que ver con el agua potable rural, vialidad, programas de caminos básicos, y con el ensanchar Chile, que puede generar también redundancia en las rutas. En materia de aeropuertos hay importantes conservaciones que se tienen que ejecutar, como en Valdivia. Y también hay que reiniciar las obras abandonadas.

-¿Pasó lo peor para las empresas vinculadas a la construcción?

-Todavía no. Si bien los reajustes fueron importantes para afirmarse, todavía hay fragilidad. Eso es parte de lo que vamos a ir viendo en cuanto a ofertas, por ejemplo, que vamos a ir recibiendo en las licitaciones. Todavía hay dificultades con la banca y hacemos un llamado a que se sumen en este proceso de reactivación. Necesitamos a la banca, que confíen en el ministerio y en las medidas que estamos implementando, de manera que se pueda facilitar el acceso al crédito.

-¿Cuáles son las mayores urgencias para los próximos meses?

-Hoy la conversación empieza a girar también en torno a la agenda de productividad y las medidas específicas las queremos abordar con los gremios, las empresas contratistas y nuestros funcionarios. También con los inspectores fiscales, que están en la primera línea, para priorizar bien las medidas más urgentes y cómo implementarlas de la mejor manera. (DF)