Abogados de la directora financiera de Huawei pidieron al ministro de Justicia de Canadá poner fin a los procedimientos de extradición, argumentando que tiene el poder de cerrar un proceso politizado por Estados Unidos.
La defensa de Meng Wanzhou le escribió al titular de Justicia, David Lametti, señalando que es de interés del país rechazar la solicitud estadounidense y liberar a la ejecutiva, que está bajo arresto domiciliario en Vancouver desde su detención en diciembre pasado.
En virtud de la legislación canadiense, Lametti tiene la facultad de retirar los procedimientos contra Meng en cualquier momento, afirman los abogados. Hacerlo sería una intervención muy inusual y abortaría un largo proceso judicial que generalmente termina con la persona extraditada.
“Estos procedimientos de extradición son únicos”, declararon los abogados canadienses de Meng el lunes en un comunicado enviado por correo electrónico. “Los fundamentos de hecho y judiciales para la extradición de la Sra. Meng no tienen precedentes en la ley canadiense”.
EE.UU. acusa a Meng de engañar a bancos para que realicen transacciones por más de US$100 millones a favor de Huawei que pueden haber infringido sanciones estadounidenses contra Irán. Meng enfrenta múltiples cargos criminales en EE.UU. como fraude bancario y electrónico, lavado de dinero y conspiración para obstruir a la justicia, cada uno de los cuales conlleva una sentencia máxima de 30 años en prisión.
Sus abogados piden que Canadá cierre el caso arguyendo razones similares a las que plantearon en audiencias preliminares ante el Tribunal Supremo de Columbia Británica: que su presunta conducta no justifica un proceso penal en Canadá y que los comentarios del presidente de EE.UU., Donald Trump, indican que el caso tiene motivación política.
“Nunca podría haber jurisdicción para procesar a la Sra. Meng en Canadá. Canadá no vigila la conducta de personas extranjeras en tierras que no tienen nada que ver con Canadá”, argumentan los abogados en la declaración.
La ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, ha manifestado que el caso Meng debe ceñirse al debido proceso y la ley canadiense.
“Sería un precedente muy peligroso si Canadá modifica su comportamiento a la hora de cumplir un tratado de extradición en respuesta a la presión externa”, expresó Freeland a los medios este mes.
Agencias
