El Presidente Donald Trump enfrenta una nueva y gran tormenta política. Al caso sobre la trama rusa, a las revelaciones realizadas por el ex director del FBI, James Comey, se suman ahora las investigaciones que caen sobre su abogado personal, Michael Cohen.
Las indagaciones buscan esclarecer posibles crímenes de fraude bancario y delito electoral, donde uno de los casos más emblemáticos es el supuesto pago de US$ 130.000 realizado por Cohen en la campaña de 2016 a la actriz porno Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, para mantener en secreto un encuentro con el actual mandatario.
Stormy también asistió a la audiencia que se centró en el uso de los documentos confiscados al abogado personal del Presidente, como parte de la pesquisa que podría sacar a la luz relaciones comerciales y personales de Trump, El escándalo, que no es el único de este tipo que se le atribuye al gobernante republicano, complica su gestión al tiempo que podría enfrentar graves problemas judiciales en caso de comprobarse su responsabilidad.
“Esta gran cantidad de información confiscada aumenta con toda probabilidad el riesgo de que el Presidente sea susceptible a que se presenten cargos”, dijo a La Tercera el experto de la George Washington University, Michael Cornfield.
La cuestionada relación entre Stormy y Trump se habría iniciado en julio de 2006, durante un torneo de golf realizado en Lake Tahoe, California. En esta época el actual mandatario ya estaba casado con su actual esposa Melania.
Por su parte, Trump y la misma Casa Blanca han negado en reiteradas ocasiones el presunto encuentro con la actriz porno. La Corte intenta comprobar el origen del dinero utilizado para callar a Stormy. Según Cohen, el pago no fue realizado con recursos de la campaña electoral, lo que de ser desmentido constituye un delito que complicaría aun más la gestión de Trump.
Para el analista estadounidense, John Zogby, los pagos realizados por el abogado del Presidente “pueden mostrar un patrón de ilegalidad por parte de Trump (…). Estos casos personales pueden resultar problemáticos”, indicó a La Tercera.
LAS REVELACIONES
Pasadas las 14:00, Cohen llegó hasta el tribunal neoyorquino para atender al pedido del juez Kimba Wood, quien le ordenó asistir y proporcionar información sobre sus clientes, al tiempo que el abogado insiste en una acción que impida a los fiscales revisar los miles de documentos y dispositivos electrónicos incautados.
Anteriormente Cohen y sus defensores habían señalado que el jurista había dado asesoría legal a tres clientes el último año, incluido el Presidente Trump y Elliott Broidy, ex vicepresidente de finanzas del Comité Nacional Republicano, sin revelar públicamente el último nombre.
Sin embargo, durante la tarde los abogados de Cohen señalaron a petición del juez, que también representa al presentador de Fox News, Sean Hannity, conocido por defender apasionadamente a Trump.
En la audiencia, los argumentos giraron sobre quién tiene autoridad para revisar los documentos incautados por el FBI la semana pasada, al tiempo que el abogado de Trump asegura que su cliente está protegido por privilegios y por lo tanto debe tener la primera oportunidad de acceder a la revisión de los escritos.
Por su parte, Stormy apuntó contra los abogados de Cohen, señalando que durante años el jurista “ha actuado como si estuviera por sobre la ley”. (La Tercera-Agencias AFP)
