A propósito de “bobo”

A propósito de “bobo”

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La expresión bobo, para referirse a una persona escasa de entendederas y desatinada, fue repopularizada por Messi.

Bobo es un concepto muy antiguo; según la RAE, en el teatro clásico español es un personaje que provoca la risa por su ingenuidad y simpleza, y también lo define como una persona falta de entendimiento o de razón.

Ante las discusiones sobre temas importantes, urgentes o nimios, frecuentemente he recordado al mejor futbolista del mundo. Sobre todo al observar la distancia entre lo que se plantea como objetivos y las acciones del Gobierno, o las votaciones de algunos parlamentarios.

Un ejemplo notable por su importancia es el planteamiento unánime sobre la necesidad de mejorar las pensiones. Pese a ello, hemos estado inmersos en proyectos de retiros o autopréstamos de los fondos de pensiones. El argumento a favor es que las personas desean esos retiros, y los parlamentarios se deben a sus electores. De esa afirmación se desprende que, si la mayoría lo rechaza, no habría ahorro previsional, ni cotizaciones para salud, ni impuestos. Precisamente por eso, en todas partes, esas contribuciones son obligatorias.

A veces uno se enreda y parafrasea mal el conocido cartel de la campaña de Clinton. ¡Son los políticos, bobos! (El Mercurio Cartas)

Hugo Lavados Montes