Xavier Sala i Martin: "Un país desanimado, es un país que no...

Xavier Sala i Martin: "Un país desanimado, es un país que no funciona"

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El economista español nacionalizado estadounidense, Xavier Sala i Martin, autor y padre intelectual del prestigioso Índice de Competitividad Global (GCI) y ex tesorero del Barcelona F.C. , está de visita en Chile y ayer dictó una conferencia en Santiago sobre innovación y sobre el crecimiento que han experimentado los países que han abrazado la economía de mercado.

En entrevista con “El Líbero” analiza el presente económico del país y se refiere a las reformas que está impulsando el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.

– ¿Cómo se ve desde el extranjero el panorama económico actual de Chile?

– La coyuntura mundial no está ayudando a Chile. Hemos vivido un año y vamos a seguir viviendo un año en el que de los cuatro motores del mundo sólo funciona uno. No funciona Japón, no funciona China, no funciona Europa y sólo funciona Estados Unidos. Estados Unidos va muy bien, Japón va para atrás, Europa está estancada y China está desacelerando rápidamente. El problema es que esta desaceleración de una gran parte del mundo tiene implicaciones sobre precios de materias primas, y sobre todo afecta a países que han dependido grandemente del crecimiento de China. Ahí es donde países como Chile, como Perú, sufren más que países como Colombia o México, que dependen más de Corea y de Estados Unidos.

– ¿Y en esta coyuntura que se está dando, es aconsejable hacer reformas estructurales en un país?

– Cuando las cosas van mal, subir impuestos es una mala idea. Fíjate el gran frenazo de Japón que además ha cometido el mismo error por segunda vez. En el año 1997, cuando salían de la crisis subieron los impuestos de consumo y volvieron a recaer. Ahora han vuelto a cometer el mismo error. Por eso yo creo que en Chile no es momento de subir impuestos, menos el impuesto sobre capitales. Otros tipos de reformas son necesarias, en mi conferencia he hablado constantemente de la reforma educativa, pero hay que enfocarla bien, porque creo que el debate está desenfocado en Chile. Eso de privado, público, copago y todo eso está bien, pero el gran debate es sobre la calidad del sistema educativo. Dar más de la misma mala educación… En el índice del foro de Davos, uno de los grandes problemas de Chile es el sistema educativo primario y esto no se arregla debatiendo sobre si las universidades deben ser públicas o gratuitas, ese es un debate equivocado. El sistema educativo debe estar basado en la innovación, intentando que los niños chilenos puedan competir con los chinos. El fenómeno de Asia, de la computarización, de los nuevos puestos de trabajo constantemente cambiantes, todas esas cosas… hay que adaptar a los niños de Chile desde pequeños y por lo tanto dar más de la misma educación de hace 300 años es un debate que no es correcto.

Hay algunas reformas que se están planteando en Chile que sí son importantes y necesarias, y hay otras que son peligrosas. Insisto: piensen en Japón 1997, en Japón 2014 y piensen en España en 2012, cuando Mariano Rajoy sube los impuestos… eso ha tenido consecuencias catastróficas. Esto no es cuestión de escuelas de economía: clásicos, keynesianos, lunáticos y gente de Minnesota… todo el mundo sabe que subir impuestos causa problemas.

– ¿Y con esta reforma tributaria se ha deteriorado la imagen de Chile en el exterior? El Financial Times dijo hace algunos meses que Chile encarnaba “la nueva mediocridad”…

– No lo sé, pero el problema no es cómo ve Chile la gente de afuera, sino que cómo ve Chile la gente de Chile. Un país desanimado y un país pesimista, es un país que no funciona. Lo que más me preocupa a mí no es lo que diga el Financial Times, sino lo que oigo cuando llego a Chile. Y a diferencia de la última vez que vine, que fue en 2013, lo que oigo por todas partes es mucho más pesimismo y eso es más preocupante que el editorial del Financial Times.

– Una reforma laboral enfocada en fortalecer la sindicalización, como la que ha impulsado actualmente el gobierno, ¿afecta la productividad y la competitividad del país?

– Claro. La clave de los mercados laborales que funcionan es que tienen que estar centrados en la meritocracia. El que gana dinero es el que vale más, el que hace mejor, el que trabaja más. Cualquier regulación que impida meritocracia va en dirección equivocada.

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