Van Rysselberghe: “José Antonio Kast está en un zapato chino”

Van Rysselberghe: “José Antonio Kast está en un zapato chino”

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“No se puede ser gobierno y oposición al mismo tiempo”, señala ex presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselbreghe, al apoyar la advertencia que hizo Sichel respecto del cuarto retiro de fondos de AFP. La senadora aborda los desafíos del partido, sobre todo respecto de sus alianzas políticas. Y una cosa tiene clara: No habrá un acuerdo parlamentario con el Partido Republicano si Kast insiste en ir a la presidencial.

La senadora Jacqueline van Rysselbreghe parte valorando el rechazo del candidato Sebastián Sichel al cuarto retiro para luego desilvanar los desafíos de la UDI con miras a las elecciones parlamentarias, la Convención Constitucional y la defensa de las ideas de derecha.  “Me parece razonable que él plantee que quiere tener un Parlamento que sea cooperador con la Presidencia, que sea responsable, que no se entusiasme con el populismo y el aplauso fácil y que sean valientes, que no se amedrenten con las funas”, afirma, añadiendo que “no se puede ser gobierno y oposición al mismo tiempo”.

Usted ya está embarcada en la candidatura senatorial por el Ñuble, pero el Partido Republicano de José Antonio Kast quiere postular al diputado Ignacio Urrutia (ex UDI)  por esa misma zona. ¿No le complica?

Nunca le he tenido miedo a la competencia. Fui electa con la primera mayoría en la zona que era parte de lo que es hoy la Región de Ñuble. Llevo trabajado en la región durante 8 años y tengo muy buena sintonía con la gente. Bienvenido si él quiere competir y que gane quien haga la mejor campaña y represente mejor a la gente.

También ha sido crítica de negociar una lista parlamentaria con el Partido Republicano y, a la vez, que Kast se presente a la presidencial. ¿Ya no hay margen para un acercamiento?

No lo sé. José Antonio Kast está en un zapato chino. Él tiene que optar. Las puertas de Chile Vamos están abiertas, pero para un pacto de verdad.  No es razonable que los candidatos parlamentarios tengan dos candidatos presidenciales distintos. Para eso están las primarias. José Antonio Kast tiene que definir. ¿Qué es más importante para él? ¿Su proyecto personal de su candidatura presidencial o mantener vivo su partido? Si no firma un pacto parlamentario, no va a lograr sobrevivir como partido, porque tiene que sacar a lo menos el 5% de los votos (en diputados) o un mínimo de cuatro parlamentarios en, a lo menos, dos regiones distintas. Eso es muy difícil lograrlo solo.

Después de la derrota de Joaquín Lavín hubo varios análisis críticos en la UDI. Isabel Plá, vicepresidenta del partido, dijo que hace tiempo se vienen tomando decisiones equivocadas en la UDI, incluso antes de que usted fuera presidenta, pero también se cuestiona que después del plebiscito usted dijera que su colectividad debía representar al 20% del Rechazo ¿Fue un error esa frase suya?

No. Nunca ha sido una buena receta que el cojo le eche la culpa al empedrado. Hay gente de la UDI que votó Apruebo, partiendo por Lavín, pero en la gente del 20%, un porcentaje muy alto estaba vinculada a la UDI.

Se ha abierto una debate respecto a si la UDI debe quedarse “atrincherada” o, por el contrario, tener un vocación de mayoría y mirar al centro, sin perder los principios de un partido de derecha. ¿Es viable?

Absolutamente. Cuando fue la candidatura de Sebastián Piñera, nosotros fuimos quienes le entregamos el plan de Clase Media Protegida.

¿Pero la UDI debiera mantener un discurso más ligado a la derecha o modernizarse con la visión que propone Sichel?

Creo que son compatibles las dos cosas. El centro está muy ligado al sentido común. Y nosotros creemos que nuestras ideas están arraigadas allí. Nosotros creemos en la ideas que defienden el orden, la libertad de las personas, la libertad de la familias, la libertad del emprendimiento, las libertades, en general. Ahora, sí creemos, y esto fue un aprendizaje de la pandemia, que el Estado tiene que ser un poco más robusto para ir en ayuda de la gente que lo está pasando mal. Además, tiene que haber un mayor control del Estado para que no se produzcan abusos, que terminan enojando a la gente.

¿Y eso no implica alejarse de Kast y acercarse al centro?

Lo que pasa que es que si proyectas hacia el futuro, con Sichel no tenemos grandes diferencias. Las diferencias están en las historias personales y en algunas diferencias valóricas, que son más bien personales, como el matrimonio igualitario.

¿Se sigue considerando una parlamentaria de derecha?

Sí, absolutamente.

¿Y la UDI es un partido de derecha?

Sí, creo que es un partido de derecha. No podemos desconocer lo que somos. Si bien la política surge desde donde tú naces, tiene que mirar hacia adelante. Pero las ideas de la derecha no son incompatibles con la ideas de centro. Son incompatibles con las de izquierda.

Usted firmó el acuerdo del 15 de noviembre de 2019, que abrió el proceso constituyente. Desde su sector han sido críticos del avance del debate, aunque el el convencional Rodrigo Álvarez dijo que las últimas dos semanas han sido más positivas. ¿Es usted de las pesimistas o las optimistas?

Estoy pesimista. Lo que hemos visto no es muy prometedor. Les quedan 11 meses y no han avanzado en nada en la forma cómo van a  funcionar o muy poco. No hablemos de los contenidos.

¿Se arrepiente de haber firmado el acuerdo del 15 de noviembre?

No, no me arrepiento, porque creo que no había otra opción. Estábamos contra presión. Pero si pudiera cambiar algo, hubiera tratado de tener más tiempo para hacer más específicos los términos de ese acuerdo. Hubo cosas que quedaron abiertas y que llevan a que la Convención se desordene más. (Por José Miguel Wilson, Ex Ante)

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