Universidades y el rol público-Ignacio Sánchez

Universidades y el rol público-Ignacio Sánchez

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La semana pasada, la ministra de Educación solicitó a las universidades del Consejo de Rectores y a otras agrupaciones que enviaran a la brevedad sus comentarios a las minutas de la Reforma de la Educación Superior (ES) que se han dado a conocer en los medios. Me referiré a la que se relaciona al Marco para la Educación Estatal y a las modificaciones propuestas al Cruch. Nuestro sistema universitario se ha fundado de manera subsidiaria, se ha desarrollado desde instituciones variadas, hecho clave en su aporte al país.

Es importante insistir en el rol público de las universidades. La función y vocación pública supera ampliamente la naturaleza jurídica de una institución; lo público va más allá de lo estatal, lo supera en beneficio de las personas. La historia de la ES de Chile incluye un número de instituciones no estatales de función y vocación pública, con misión e identidad propia, que aportan a Chile en los diversos aspectos de la sociedad. Este grupo de universidades, agrupadas en la Red G9, ha tenido un liderazgo y rol indiscutible.

Desde el punto de vista jurídico, en el DFL 7.500 de 1927, se expresa que las universidades del Estado y “las particulares, reconocidas como cooperadoras de la función educacional” son personas jurídicas de derecho público. Esto se refuerza en el DFL 4.807 de 1929, y en el DFL 5.469 del mismo año. Estos antecedentes, que tienen una historia casi centenaria, significan que el Estado reconoce a las universidades católicas y a todas las particulares creadas antes de 1981 como Corporaciones de Derecho Público, lo que significa una responsabilidad de Estado.

La minuta conocida, que se centra en destacar el rol de las universidades estatales, refleja una propuesta extremadamente estatista de la ES. Si bien el Estado debe apoyar el desarrollo de sus instituciones, esto no puede ser a expensas de dañar al resto del sistema universitario de carácter público. Por otra parte, la minuta propone ampliar el Cruch con nuevas instituciones de función pública, lo que hemos apoyado desde hace años. Sin embargo, si el rol del Cruch se minimiza y subvalora, esta propuesta pierde su sentido. Así, esta minuta desconoce la historia y el aporte de las universidades públicas de la Red G9, que aportan más del 50% de los bienes públicos del Cruch en docencia de estudiantes vulnerables, investigación, formación avanzada de doctorado y compromiso con las comunidades del país. Esta minuta segrega, discrimina y desconoce la realidad del sistema, por lo que no podemos aceptarla.

Las universidades son espacios de reflexión cultural, investigación científica y debate de ideas en un ambiente de libertad académica, que aportan en nuevo conocimiento, en la búsqueda de la verdad, del bien y la belleza. Es la persona y su desarrollo la que está al centro de la educación. La diversidad de nuestro sistema de ES requiere de apoyo y libertad institucional, de manera que cada universidad se desarrolle y aporte desde su propia misión e identidad. Por esto, la valoración del Estado es clave, lo que agrega riqueza y mayor calidad al sistema universitario de función y vocación pública. (La Tercera)

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