Unánime rechazo a llamado de Teillier (PC) a la «movilización social»

Unánime rechazo a llamado de Teillier (PC) a la «movilización social»

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“Me parece muy pertinente hacer el esfuerzo por crear focos de movilización social a lo largo del país por los derechos constitucionales que, pensamos, en las actuales condiciones deben marcar el debate. Es bueno también saber qué está pasando o pasará en la comisión de expertos”.

Ese es un extracto de la carta que el presidente del Partido Comunista (PC), Guillermo Teillier, envió este fin de semana al comité central, dirigentes regionales y candidatos a consejeros constitucionales de la tienda.

El mensaje recordó el llamado del PC en 2020, cuando en el marco del XXVI Congreso del partido, Teillier leyó un documento que señalaba la necesidad de “rodear con la movilización de masas el desarrollo de la Convención Constitucional, impidiendo que las cocinas y el tecnicismo legal oscurezcan el sentido final de dicho organismo”.

Al menos así interpretaron dirigentes de distintos sectores, quienes, consultados por “El Mercurio”, llamaron a cuidar el nuevo proceso constituyente.

“No me causa sorpresa que una vez más el Partido Comunista esté intentando insistir en polarizar el ambiente (…) y supervisar de una manera equivocada este nuevo proceso. Al contrario, hacemos un llamado a que el PC entienda que no solo perdió en el último plebiscito, sino que en este proceso tenemos que ser capaces de tomarlo con un tono distinto al que se dio en la fracasada Convención”, dijo la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann.

Desde la misma tienda, el presidente del partido, Javier Macaya, señaló que “al PC, parece, se le olvidan rápido los resultados de las elecciones. El contundente triunfo del Rechazo el 4-S que le dijo no al maximalismo refundacional, que tenía entre sus principales promotores al propio PC, fue la voz de la ciudadanía y la democracia expresada hace pocos meses”. Añadió que “si el PC nuevamente pretende a través de la revuelta y movilización potenciar las mismas malas ideas que fracasaron en el proceso anterior, es muy importante que la ciudadanía lo sepa. El contexto en el cual se da este proceso es absolutamente distinto al anterior, y por lo mismo, no caben presiones fuera de la institucionalidad democrática”.

En la misma línea, el senador del partido en formación Demócratas, Matías Walker, planteó que “me parece que el PC tiene que asumir su condición de partido de Gobierno y eso significa que no puede seguir siendo comentarista de la contingencia, tiene que asumir la responsabilidad de ser gobierno, de resolver los problemas de seguridad, crecimiento y listas de espera”. Agregó que “es la clásica ambigüedad del PC, que se manifestó también en el gobierno de la Presidenta Bachelet con esa famosa frase de que iban a estar con un pie en el gobierno y un pie en la calle”.

Por su parte, la exministra Mariana Aylwin, del partido en formación Amarillos por Chile, afirmó que “si (Teillier) quiere generar movilización social sobre algunos puntos, está en su derecho, lo que sí es que tenemos que respetar un proceso institucional que va a ser sancionado por el pueblo chileno. Hay que dejar que ese trabajo se haga y se haga lo mejor posible”.

Incluso la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, criticó el llamado de su par comunista: “El desafío que tiene este proceso constitucional es motivar la participación ciudadana institucionalizada y entiendo que ya se está ordenando el tema a través de las universidades (…). Me parece fundamental que la ciudadanía participe, haga suyas las propuestas y también las incorpore de manera tal que finalmente tengamos una gran aprobación en el plebiscito, pero llamar a la movilización social me parece muy complejo (…). Primero la conversación y después la calle”.

En tanto, el senador DC Iván Flores aseveró que “sería bueno que se aclare qué se entiende por movilización social. Uno puede entender que es la preocupación de una parte de la comunidad y que se exprese por los canales que la democracia y la institucionalidad permiten, y otra cosa es llamarlos a salir a la calle, y eso no queda claro. Si esto se ha señalado al alero del proceso constituyente, la democracia también permite expresiones libres, abiertas y populares respecto de lo que esperamos del proceso constituyente, pero en ningún caso llamar a manifestaciones públicas y a presiones tanto a los expertos como a los futuros consejeros. Eso no corresponde”.

OTRAS DEFINICIONES

La misiva de Teillier abordó varios otros temas. Por ejemplo, respecto de la campaña al Consejo Constitucional escribió: “Quiero dejar expresada también una preocupación. Nuestros enemigos y adversarios levantarán de nuevo una campaña de mentiras golpeándonos en puntos sensibles que ya están en los medios hegemónicos; estamos, por ejemplo, ante campañas de acoso mediático hacia nuestros principales gobiernos municipales que tienen peso e incidencia nacional. Hay que prepararse de antemano para responder (…)”.

Sobre su estado de salud —está hospitalizado desde el 2 de febrero, en el Hospital Clínico de la U. de Chile— dijo que lo dará a conocer “con todas las secuelas que van a quedar”, y aseguró que “he estado al tanto de los intentos por conocer los informes médicos con un mero objetivo de introducir, por parte de algunos medios de derecha, otra discusión en el partido, la de una presunta disputa de poder al interior de nuestras filas”.

En el texto también mencionó que “no se sostiene que como país pretendamos ser el Catón de los derechos humanos en América Latina si en nuestro propio suelo prima todavía está indignidad”, y que “el Gobierno está bien evaluado en su desempeño, más allá de ciertas críticas que responden a posiciones políticas, pero es necesario mantener la tensión respecto de las ayudas o subsidios”.

Relacionado con este último punto, en el informe de la reunión del partido de este sábado, donde se dio a conocer la carta de Teillier, explicitaron el reconocimiento a medidas económicas impulsadas por el Gobierno, pero añadieron otras iniciativas a considerar, como congelar tarifas de servicios básicos, adelantar la aplicación del salario mínimo de $500 mil, una ley de estabilización del precio de la parafina, un royalty a la minería, apoyos para el endeudamiento de las familias, entre otras. (El Mercurio)