El partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Universidad de Chile y Club Atlético Independiente, disputado la noche del miércoles en el estadio Libertadores de América en Avellaneda, Argentina, fue suspendido tras violentos enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos. El duelo, que iba 1-1 al término del primer tiempo, se detuvo definitivamente luego de que barristas argentinos atacaran brutalmente a seguidores chilenos, dejando al menos 19 heridos —uno en riesgo vital— y 97 detenidos.
Los incidentes comenzaron cuando hinchas de la U lanzaron proyectiles a los locales desde la tribuna superior. Pese a los llamados por altoparlante para desalojar el sector, muchos permanecieron en el lugar por temor a agresiones externas. Tras una breve reanudación del partido, barristas de Independiente irrumpieron en la zona visitante, golpeando, desnudando y acorralando a los chilenos. Una persona cayó desde gran altura al intentar escapar. No se reportó presencia policial en el momento del ataque.
El Presidente Gabriel Boric condenó los hechos, calificándolos como “inaceptables” y “violentos”, y ordenó medidas inmediatas para asistir a los afectados. Instruyó al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, viajar a Buenos Aires para acompañar a los heridos y revisar la situación de los detenidos. Además, el embajador chileno en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, se trasladó a la Comisaría N°4 de Sarandí y a los hospitales donde están internados los lesionados: Hospital Fiorito, Hospital Wilde y Hospital Presidente Perón.
Según el parte médico del Club Universidad de Chile, los heridos presentan politraumatismos, apuñalamientos y dos fueron sometidos a neurocirugía. Uno de ellos permanece en estado crítico. Viera-Gallo indicó que los detenidos —entre ellos tres mujeres— están en condiciones precarias, y que los menores ya fueron liberados bajo custodia de conocidos.
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, señaló que se investigará la responsabilidad de la organización del evento, cuestionando la ubicación de la barra visitante y la falta de resguardo. El Gobierno chileno aseguró que se brindará atención consular y apoyo para el retorno de los afectados, mientras se espera que la justicia argentina determine responsabilidades.
INDEPENDIENTE RESPONSABILIZA A LA U
Tras los graves incidentes ocurridos la noche del miércoles 20 de agosto en el Estadio Libertadores de América, en Avellaneda, durante el partido por Copa Sudamericana entre Universidad de Chile e Independiente, el presidente del club argentino, Néstor Grindetti, culpó directamente a la hinchada visitante por los disturbios que dejaron 19 heridos y más de 90 detenidos, y solicitó a la Conmebol aplicar sanciones contra el equipo chileno.
En entrevista con TyC Sports, Grindetti calificó los hechos como “lamentables” y denunció que los simpatizantes de la U “destrozaron los baños, tomaban los artefactos y los tiraban por la tribuna”, atribuyendo a ellos una “violencia inusitada, absolutamente injustificada”. Según el dirigente, Independiente ya inició gestiones formales ante la Conmebol para defender sus intereses y deslindar responsabilidades.
El presidente del “Rojo” insistió en que su club no tuvo participación en los desmanes y que la responsabilidad recae exclusivamente en Universidad de Chile. “Hay 90 detenidos que son simpatizantes de La U. Hay un claro responsable, es evidente”, afirmó. Además, sostuvo que “corresponde una sanción al club chileno y una liberación de la responsabilidad a Independiente”.
Grindetti también cuestionó la organización del evento y la presencia de público visitante, señalando que “la gente de seguridad, de Conmebol y de La U, si se pone una mano en el corazón, hay un claro responsable acá, que es la gente de La U”. Su postura se suma a las tensiones diplomáticas y deportivas que han surgido tras los violentos enfrentamientos en el estadio argentino.
POLICÍA: CONMEBOL SE NEGÓ A SUSPENDER EL PARTIDO
La Comisaría Primera de Avellaneda publicó este jueves el parte oficial sobre los violentos incidentes ocurridos en el Estadio Libertadores de América durante el partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Universidad de Chile e Independiente. El documento atribuye el inicio de los disturbios a la barra visitante y detalla que la Conmebol rechazó suspender el encuentro en su fase inicial, pese a la escalada de violencia.
Según el informe, antes del inicio del partido, las cámaras del estadio registraron a hinchas de Universidad de Chile incendiando una butaca plástica y arrojando objetos hacia la tribuna Sur Baja, ocupada por simpatizantes locales. A las 22:05 horas, con el marcador 1-1, se reportaron destrozos en baños e instalaciones por parte de la parcialidad azul, además de nuevos ataques desde la bandeja superior.
La tensión provocó que barristas de Independiente descendieran hacia el portón divisorio, lo que obligó a reforzar la presencia policial en el “pulmón” que separa ambas hinchadas. Durante ese momento, hinchas locales rompieron dos cristales del bus que transportaba a los jugadores chilenos.
Ante el agravamiento de los hechos, se realizó una reunión de emergencia entre autoridades de Conmebol, la Policía y la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (APreViDe). Aunque se propuso suspender el partido para proteger a los asistentes, los representantes de Conmebol se negaron y solicitaron el desalojo de la tribuna visitante para continuar el encuentro, medida que fue rechazada por la jefatura policial.
Finalmente, el partido fue cancelado y se procedió a evacuar a los hinchas. La policía constató daños severos en infraestructura del estadio y reportó que varios seguidores de Universidad de Chile salieron golpeados y desnudos, siendo atendidos por personal médico y trasladados a los hospitales Fiorito y Presidente Perón.
El parte concluye que 111 personas fueron detenidas por cargos de atentado y resistencia a la autoridad, lesiones, lesiones graves y daños.
ALBERTO UNDURRAGA
EL Diputado Alberto Undurraga calificó como muy graves los hechos registrados en el partido entre Universidad de Chile e Independiente, exigió una investigación imparcial; y dijo que es una buena decisión del gobierno de acudir en ayuda de los compatriotas heridos graves y solidarizó con ellos.
En WhatsApp, escribió:
“Muy grave los hechos de violencia ayer en partido entre la U de Chile e Independiente. Tanto desde la Embajada como desde la ANFP deben exigir investigación imparcial y sanciones ejemplificadoras a responsables. En Chile, reforzar seguridad en el futbol es prioritario. En lo inmediato, buena decisión del Gobierno al acudir en apoyo a compatriotas heridos y graves. Toda mi solidaridad con ellos y sus familias.” (Red NP-Copilot-Emol-Tercera-El Mostrador)
