Luego de tres semanas que el gobierno estadounidense iniciara una maniobra militar en el Caribe, subsisten muchas preguntas respecto a cuál es el objetivo de la misma y qué escenarios abre.
Lo primero por destacar es que el paso del tiempo, sin grandes novedades en el teatro de operaciones, no le favorece a Washington D. C.. En cambio, Nicolas Maduro puede beneficiarse del manejo de esta crisis.
¿Qué busca Washington D. C. con esta maniobra? Se lo preguntan muchos en estos días. La respuesta que los propios norteamericanos han dado sigue siendo la misma, se trataría de un despliegue destinado a impedir el ingreso de drogas a su país, y de paso, neutralizar al gobierno caraqueño porque lo sindican como el principal responsable de ese negocio, aludiendo a la existencia de un cartel, al que llaman Cartel de los Soles. El desafío para los americanos no sería solo un tema de narcotráfico sino también de seguridad nacional.
Digamos que Estados Unidos padece del narcotráfico, pero en especial de fentanilo y drogas sintéticas, la mayoría de las cuales penetran por el océano pacifico, no por el atlántico. El territorio venezolano es efectivamente usado por el delito, pero principalmente como vía de paso a Europa vía África. Solo una proporción menor opera por un custodiado Caribe.
Agreguemos que la fuerza naval desplegada es desproporcionada para enfrentar a lanchas rápidas, navíos o aviones menores. Pero muy insuficiente para invadir un país como Venezuela.
Basándonos en el pasado reciente, la maniobra americana podría reconvertirse en varias fórmulas. Por ejemplo, podría establecer una zona de exclusión en el Caribe, como lo hicieron los ingleses en Malvinas. Sería un eventual bloqueo, costoso y de larga duración. De paso, preguntémonos si ese bloqueo impediría el acceso de navíos chinos o rusos.
Siguiendo el ejemplo libio, EEUU podría establecer un “corredor humanitario”, especialmente aéreo. Pero la pregunta es a quien asistiría, la oposición venezolana hoy no controla ningún territorio. De paso, si hay algún territorio que necesita apoyo humanitario hoy en día es Gaza y mejor no ampliemos ese doloroso tema.
La otra alternativa puede ser un golpe misilistico demoledor dirigido a destruir los centros de mando y control bolivarianos. Lo puede hacer, nada más que ello requiere que como paso siguiente en Venezuela se estableciese un orden que reemplace al actual régimen y mantenga el control del territorio.
Un golpe aéreo (como en Serbia) podría liquidar a la cúpula bolivariana, pero requeriría con urgencia del apoyo posterior a lo menos de una parte considerable de fuerzas armadas venezolanas disidentes. Las que a la fecha brillan por su ausencia.
Un golpe de esta naturaleza permitiría el descabezamiento bolivariano y que EEUU no sufra mayores bajas, como sí ocurriría con una invasión terrestre, para lo cual el despliegue actual es además insuficiente.
En suma, el desenlace es más político que militar, porque al final, un régimen se puede cambiar cuando la mayoría lo apoya, y se moviliza para ello, de lo contrario, el tiempo seguiría pasando. (Bio Bio)
Gabriel Gaspar
