Cuando uno se decide a hacer una tontería, hay que hacerlo calladamente. Mark Twain decía; “Más vale permanecer callado y dejar que la gente piense que uno es leso, que abrir la boca y remover cualquier duda al respecto”
El Ministerio de Hacienda ha señalado que pretende utilizar los fondos soberanos para financiar el déficit fiscal, como una forma de limitar el crecimiento de la deuda pública de Chile. Efectivamente la deuda pública ha subido rápidamente en los últimos tres años. Se estima que a fines del 2016 ésta podría acumular un alza cercana a los US$ 18 mil millones desde diciembre del 2015. Pero la razón de esa alza es el abultado déficit fiscal. Es decir el exceso de gasto por sobre los ingresos del fisco. Sin embargo, la forma en que financiemos dicho déficit no lo hace desaparecer. Podemos endeudarnos o usar los fondos soberanos y el déficit seguirá siendo el mismo.
En un contexto en que las tasas de interés internacionales están en sus mínimos históricos, y que el financiamiento para los países emergente, incluido Chile por cierto, es tanto abundante como barato, llama la atención que el ministro de Hacienda tome la decisión de utilizar los fondos soberanos para financiar el déficit del 2017. El sentido común indica que debemos guardar nuestras reservas para los años malos y aprovechar las extraordinarias condiciones actuales del mercado para financiarnos a tasas históricamente bajas. La única explicación plausible para ejecutar la estrategia propuesta por Hacienda, sería que ante la dificultad de calcular la deuda neta para muchos países, algunas instituciones como el WEF o el Banco Mundial, utilizan la deuda bruta en lugar de la deuda neta para construir sus rankings de solidez financiera. Lo de “bruta” y “neta” no tiene que ver con características personales. La deuda neta se calcula restando a la deuda total los fondos líquidos disponibles, como lo son de hecho los fondos soberanos. Mientras que la deuda bruta corresponde a la deuda total sin restar dichos fondos. Desde el punto de vista de la solidez financiera de Chile la medida correcta es la deuda neta y ésta no varía en absoluto si financiamos el déficit fiscal con más deuda o usando los fondos que tenemos en caja. Si Ud. usa la plata que tiene ahorrada en el banco para pagar un crédito que tiene en el mismo banco no es ni más rico ni más pobre.
Usar los fondos soberanos para salir bien en la foto de los rankings internacionales puede terminar siendo muy caro para Chile. Si las condiciones internacionales cambiaran, y los mercados de capitales se cerraran, como ha ocurrido tantas veces en el pasado, vamos a echar de menos haber tenido nuestros fondos soberanos como reserva de liquidez para hacer frente a esos momentos de estrechez financiera. La razón de haber guardado esa plata es justamente tenerla para los momentos difíciles. Utilizarla sólo para mejorar la foto es una muy mala idea. Difundir dicha idea con bombos y platillos como si fuese “la papa” sólo empeora las cosas. La única forma honesta de que la deuda soberana no siga subiendo es que el gobierno no gaste lo que no tiene, igual que lo haría cualquier familia chilena. (La Tercera)
José Ramón Valente


