Trabajadores y plataformas digitales en Chile

Trabajadores y plataformas digitales en Chile

Compartir

Es una escena habitual en nuestras ciudades, antes y, más aún, durante la pandemia. Repartidores que cruzan las calles; compradores en tiendas y otros servicios que, de manera rápida, acercan un conjunto de bienes a los hogares en tiempos muy cortos. En las esquinas, personas desde sus celulares coordinan un transporte hacia otro sector de la ciudad en cuestión de minutos. El factor denominador común son las plataformas digitales, que actúan como intermediarias del intercambio entre distintos agentes y actores económicos. Un fenómeno que, sin lugar a dudas, se extenderá exponencialmente hacia muchos otros servicios tradicionales.

En todo el mundo, la fuerte expansión en el acceso a internet y a los medios de pago; el aumento en el uso de teléfonos celulares con internet, y la dramática reducción en los costos de almacenamiento, análisis y transmisión de datos han dado lugar a una revolución tecnológica que está cambiando a las empresas y mercados tradicionales, así como a nuestra vida cotidiana y el mercado laboral.

No obstante su creciente relevancia, tanto a nivel nacional como internacional, hay escasez de información rigurosa respecto de la importancia de las plataformas en el mercado laboral y en la economía. En la Encuesta UC de empleo recogimos información basada en una muestra representativa a nivel nacional de más de siete mil hogares y más de 20 mil personas que permitieron abordar esta brecha.

¿Cuántas personas están asociadas a las plataformas digitales de transporte (como Uber, Didi, Beat, Cabify o Transvip) o de delivery (como Rappi, Pedidos Ya, UberEats, Cornershop o Justo), como conductores o repartidores? Encontramos que 189 mil personas obtuvieron ingresos en los últimos 24 meses ofreciendo servicios en estas plataformas en alguno de los meses, y casi 100 mil lo hicieron el mes anterior (un 1,3% del total de ocupados en el mes). Se trata de personas que valoran fuertemente su flexibilidad para conectarse y desconectarse, mayoritariamente hombres. Por otra parte, mientras que en la actualidad una de cada 10 personas ocupadas es migrante, en el trabajo asociado a plataformas digitales esta proporción se incrementa a cuatro de cada 10 personas.

Estos servicios son altamente valorados por los hogares. Así lo muestra el hecho de que más de la mitad de los hogares del país ha usado plataformas digitales de transporte, delivery o compras online en los últimos 24 meses. Incluso en los hogares del 20% de menores recursos, casi un tercio de ellos ha utilizado estas plataformas. La pandemia ha incrementado el uso especialmente de las plataformas de delivery y las compras online y con la apertura de las ciudades después de los confinamientos, se ha vuelto a reactivar el uso de las plataformas de transporte.

El proyecto de ley sobre plataformas digitales, despachado días atrás en la comisión de Trabajo de la Cámara y que pasó a votación en la Sala, representa una posibilidad concreta de lograr un pronto avance en esta materia. El proyecto en cuestión se originó en el Senado y por una mesa técnica. Por una parte, provee un marco regulatorio laboral hoy inexistente para el tipo de servicios que se presta a través de las plataformas digitales.

Asimismo, en las fórmulas propuestas se proporciona protección laboral y social, incluyendo cobertura de accidentes laborales, salud y seguridad social. Al hacer lo anterior, sin embargo, se reconoce la heterogeneidad de los trabajadores asociados a esta actividad, los que pueden tener el carácter dependiente o independiente. Del mismo modo, se aborda este trabajo como un tipo de trabajo especial que en su esencia requiere de mucha flexibilidad en la posibilidad de conexión y desconexión por parte de los trabajadores. Protección laboral y social sin afectar la viabilidad de la actividad y con la flexibilidad requerida por este tipo de trabajo.

En mi opinión, se trata de una legislación promisoria, que permitirá el desarrollo de una actividad en crecimiento, que tiene altos niveles de impacto positivo en el bienestar de la población y que ofrece oportunidades laborales y de ingresos para las y los trabajadores del país. (El Mercurio)

David Bravo
Director, Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales

Dejar una respuesta