“Tierras Raras”, una oportunidad para Chile-Joaquín Lavín

“Tierras Raras”, una oportunidad para Chile-Joaquín Lavín

Compartir
  1. La lucha contra el calentamiento global: cuando hablamos de combatir el cambio climático siempre se hace mención a que Chile tiene dos de los denominados minerales “críticos”, es decir, los que se requieren si o si para que el mundo tenga éxito en esa lucha: el cobre, decisivo en los autos eléctricos, y el litio, que va en las baterías. A eso agregamos nuestras ventajas comparativas en la producción de energías renovables y, en el futuro, de hidrógeno verde. El listado de minerales “críticos” también incluye a las denominadas “tierras raras”, y lo que pocos saben es que Chile también tiene, y ya hay un proyecto concreto en la comuna de Penco.
  2. ¿Qué son las “tierras raras”?: la palabra “raras” alude aquí a la escasez. Su sigla en inglés es REE (rare earths) y, la escasez dice relación no con la cantidad sino con la posibilidad de extraerlas de forma económicamente viable y ambientalmente sustentable. Esto es lo difícil de encontrar. Se trata de 17 elementos metálicos no ferrosos, que se encuentran juntos en la naturaleza y que tienen características químicas muy similares en la tabla periódica. Entre ellos están, por ejemplo, el lantano, el neodimio, el prometeo, el itrio y el escandio. Lo importante es que 4 de ellos tienen propiedades magnéticas.
  3. ¿Para qué sirven?: aunque hay una variedad de usos tecnológicos de las “tierras raras” el principal está en la fabricación de magnetos permanentes de alto rendimiento. El magnetismo (y los imanes que probablemente todos conocemos), atrae objetos elaborados con hierro, acero y otros metales. De esta forma los magnetos permanentes (que no pierden su propiedad magnética incluso con muy altas temperaturas) ayudan a convertir la energía mecánica en energía eléctrica, lo que ha sido clave para mejorar la eficiencia del consumo energético de los vehículos eléctricos y las turbinas eólicas, entre otras aplicaciones.
  4. Demanda exponencial: así como los autos eléctricos requieren tres veces más cobre que los autos convencionales en su fabricación, y necesitan también litio para sus baterías, las propiedades magnéticas de las “tierras raras” son decisivas para mejorar la eficiencia del motor. Por ejemplo Tesla, la empresa fundada por Elon Musk y la mayor fabricante de autos eléctricos del mundo, cambió su tecnología para utilizar ahora solo motores de magnetos permanentes, y debe su capacidad asombrosa de aceleración al uso de “tierras raras” en su motor. El impulso a la demanda de “tierras raras” hoy viene dado, entonces, por el incremento de los autos eléctricos, por la construcción de turbinas eólicas, y en el futuro por su uso en los motores eléctricos en general.
  5. Nuestra oportunidad: casi nadie lo sabe, pero Chile tiene la oportunidad concreta de transformarse en un polo mundial de desarrollo sostenible de “tierras raras”. Hay dos formas de obtenerlas, desde la roca (minería tradicional), o desde las arcillas iónicas. Hasta ahora se conocen solo tres depósitos de arcillas iónicas fuera de China. Y uno de ellos está en Chile. En efecto, en la comuna de Penco, a 15 kilómetros de Concepción, el proyecto que pertenece a Aclara Resources, busca extraer “tierras raras” de arcillas iónicas, lo que a diferencia de los yacimientos de roca, permite una extracción y procesamiento limpio y simple, sin uso de explosivos, sin molienda ni chancado, sin residuos sólidos, con recirculación del agua, en un proceso que ha sido patentado por la Universidad de Toronto (Aclara Resources está listada en la bolsa canadiense) y la Universidad de Concepción.
  6. Módulo Penco: el denominado “módulo Penco” será ingresado a tramitación ambiental el segundo semestre del 2023, contempla una inversión de US$130 millones y generará 550 empleos directos e indirectos. Se espera que la producción comience el 2026, y lo importante es que la inversión y el empleo se pueden multiplicar varias veces más mediante la construcción de nuevos módulos. Está claro que este no es un proyecto cualquiera. Tiene una dimensión estratégica porque posiciona a Chile como un actor cada vez más relevante en la lucha global contra el cambio climático, y ayuda al mundo a disminuir la “chino-dependencia”. (Ex Ante)

Joaquín Lavín