Tango repetido- Pilar Molina

Tango repetido- Pilar Molina

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Como en 2010, la ex Mandataria deja detrás una fundación que se financia con platas públicas, que apunta a renovar los liderazgos y actúa en la esfera ciudadana, no de los partidos. En la primera, Dialoga, quedaron muchos de sus más cercanos, como Rodrigo Peñailillo o Estela Ortiz, que después fueron financiados por empresas, a través de Asesorías y Negocios, para trabajar tempranamente el programa; hablamos de 2012. Está por verse si se incuban nuevos equipos de gobierno en Horizontes Ciudadanos.

Y siguen las coincidencias. Su primer gobierno concluyó con la Concertación destruida, que fue la alianza de centroizquierda que había gobernado por 20 años a Chile y que la llevó al poder. El segundo mandato termina con la coalición que ella crea, ampliándola al Partido Comunista, la Nueva Mayoría, completamente desarticulada. Como entonces, no se divisan líderes que puedan tomar la posta en la izquierda.

Tanto en 2010 como este año ha insistido la ex Mandataria que no se repetirá el plato. Al inaugurar su nueva fundación Horizonte Ciudadano, una semana atrás, enfatiza: “No pierdan tiempo en buscar candidaturas donde no las hay. Lo he dicho hasta el infinito y lo vuelvo a repetir, no las hay”. En la entrevista a The Clinic el miércoles pasado reitera que “no, nunca más (…) no sé por qué no me creen”. Quizás no le creen porque ya antes lo negó y fue candidata después. “No ando con el traje de candidata”, dijo en 2011. La única diferencia es que entonces terminó su mandato con 84 por ciento de adhesión y ahora, con menos de 40% y un rechazo mucho mayor: 48% (Adimark y Cadem). Y durante su segunda administración batió todos los récord del menor apoyo combinado con la mayor desaprobación en la mayor parte del período.

Además, aún cuando ella defienda su legado y destaque que fue capaz de “correr el cerco”, falta decantar si su segundo gobierno será considerado en la historia como uno fructífero. Si las reformas tributarias, laborales o educacionales realmente se tradujeron en mayores recursos para políticas sociales, en más empleo y educación de calidad. Ninguno de esos frutos se vio en su administración y está por verse si su prioridad de alcanzar mayores grados de igualdad por sobre cualquier otra consideración logró disminuir la desigualdad en sus cuatro años de mandato. Lo sabremos cuando conozcamos los resultados de la Casen 2017.

¿Habrá visto estas similitudes Sebastián Piñera, que se resolvió a hablar junto al ajuste ministerial menor? Él sabe que, como cuando se desempeñó en el otro cargo en el organismo multilateral, Bachelet no podrá volver a incursionar en política contingente.

 

El Líbero

 

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