El primer satélite del FORMOSAT-8, la primera constelación de satélites de teledetección óptica de desarrollo nacional de Taiwán, partió de la sede de la Agencia Espacial de Taiwán (TASA) en Hsinchu.
«En los próximos dos días lo enviaremos a California, EE. UU., y esperamos lanzarlo con éxito el próximo mes», declaró Wu Cheng-wen, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (NSTC), durante una ceremonia celebrada en la sede de TASA para marcar el inicio del envío.
El primer satélite del FORMOSAT-8, cuyo nombre en código es FS-8A, será transportado al espacio por un cohete Falcon 9 de SpaceX desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg. El satélite estatal FS-8A. Foto cortesía de la Agencia Espacial de Taiwán.
Según un video publicado por TASA, el FS-8A es uno de los ocho satélites ópticos de teledetección de la constelación FORMOSAT-8, y su carga útil funciona como una gran cámara espacial, con un sistema capaz de identificar objetos de aproximadamente 0,7 metros de diámetro en la Tierra tras el posprocesamiento de imágenes.
Con su despliegue completo previsto para 2031, la constelación —con los ocho satélites operando en una órbita heliosincrónica a una altitud de aproximadamente 561 kilómetros— sobrevolará Taiwán tres veces al día para proporcionar datos de observación de la Tierra que pueden apoyar la gestión de desastres, la seguridad nacional y la colaboración global, según el video.
Fuente: https://focustaiwan.tw/sci-tech/202510070018
TAIWAN SENDS 1° FORMOSAT-8 SATELLITE TO U.S. FOR NOVEMBER LIFTOFF. SATELLIT IMAGERY CAN BE TURNED INTO «A RANGE OF INTELLIGENCE TO SAFEGUARD THE NATION»
The first satellite of FORMOSAT-8, Taiwan’s first domestically developed optical remote sensing satellite constellation, left the Taiwan Space Agency (TASA) headquarters in Hsinchu for a November launch in the United States.
«Over the next two days we will send it to California in the U.S., and we hope to successfully launch it next month,» said Wu Cheng-wen (吳誠文), head of the National Science and Technology Council (NSTC), during a ceremony held at TASA headquarters to mark the start of shipment.
The first satellite of FORMOSAT-8, code-named FS-8A, will be carried by a SpaceX Falcon 9 rocket into space from Vandenberg Space Force Base, according to an August news release from TASA.
Wu, who also serves as chair of TASA, said that FS-8A was assembled in Taiwan, with 84 percent of its key components designed, developed and manufactured domestically.
According to a video released by TASA, FS-8A is one of the eight optical remote sensing satellites in the FORMOSAT-8 constellation, and its payload «functions as a large space-based camera,» with a system capable of identifying objects about 0.7 meters across on Earth after image post-processing.
Expected to be fully deployed in 2031, the constellation — with all eight satellites operating in a sun-synchronous orbit at an altitude of about 561 kilometers — will pass over Taiwan three times a day to deliver Earth-observation data that can «support disaster management, national security, and global collaboration,» the video showed.
Describing FORMOSAT-8’s role in national security as «of paramount importance,» TASA Director General Wu Jong-shinn (吳宗信) said with detailed analysis, satellite imagery can be turned into «a range of intelligence to safeguard the nation.»
Building on the experience of FORMOSAT-5, a remote sensing satellite launched in 2017 and still operating in orbit, he said FORMOSAT-8 is expected to carry that work forward in the Sentinel Asia program, strengthening imagery sharing with friendly countries in the Asia-Pacific region.
In terms of disaster management, the TASA video illustrated how imagery from the satellites can detect vegetation changes and estimate areas affected by disasters such as landslides.
Also attending the ceremony, President Lai Ching-te (賴清德) called the advent of FORMOSAT-8 «an important milestone in Taiwan’s space technology,» as it is the country’s first domestically developed satellite constellation.
«After liftoff, FORMOSAT-8 will succeed FORMOSAT-5 with higher resolution, continuing and upgrading the mission of watching over Taiwan and observing the world,» Lai said.
Naming FS-8A the «Chi Po-lin Satellite» (齊柏林衛星), Lai said he hopes the spirit of Chi — a late documentary director renowned for chronicling Taiwan through aerial imagery — will extend into space with the satellite and «continue to watch over Taiwan.»
Praising FS-8A for having over 80 percent domestically developed key components, Lai said the Taiwanese content of the country’s satellites will continue to rise «as long as we keep pushing,» without elaborating on how the increase would be achieved.
CHINA ENCIENDE UNA MÁQUINA DE HIPERGRAVEDAD PARA COMPRIMIR EL TIEMPO Y EL ESPACIO
En Hangzhou, provincia de Zhejiang, China construye la centrifugadora de hipergravedad más potente del planeta: CHIEF. Desde 2020, busca recrear en laboratorio procesos naturales que normalmente tardarían miles de años en desarrollarse y no, no es ciencia ficción, sino ingeniería de precisión al servicio de la investigación más avanzada.
La inversión supera los dos mil millones de yuanes (unos 276 millones de dólares), y forma parte de una estrategia nacional para fortalecer la infraestructura científica pues no es un simple experimento, sino una herramienta que pondrá a prueba materiales, estructuras y modelos a escalas y velocidades nunca antes alcanzadas en instalaciones de este tipo.
Su diseño contempla dos versiones, una de gran carga, capaz de mover hasta 32 toneladas a 300–500 g, y otra de alta velocidad, que llegará a 1 500 g. En ambas, las fuerzas generadas multiplican miles de veces la gravedad terrestre, algo imposible de soportar para un ser humano.
La idea de simular hipergravedad con centrifugadoras existe desde finales del siglo XIX, pero nunca se había llevado tan lejos al combinar fuerza bruta, capacidad de carga y control de precisión, permitiendo estudiar fenómenos geotécnicos, geológicos y de materiales de manera acelerada, sin perder la fidelidad de los modelos a escala real.
Con este simulador y su potencial para resolver problemas de ingeniería sísmica y submarina, e impulsar descubrimientos en física de materiales mientras “comprime” en días procesos que en la naturaleza llevan siglos, China no solo amplía sus capacidades científicas, sino que también se posiciona como referente en tecnología de investigación extrema.
Ingeniería extrema e hipergravedad
El corazón de CHIEF es una cámara sellada donde un brazo giratorio acelera materiales a velocidades tan altas que generan una gravedad artificial miles de veces mayor que la terrestre, lo que permite que maquetas a escala respondan como estructuras reales en condiciones de largo plazo.
Pero mover cosas a esa velocidad no es tan sencillo, las aceleraciones extremas provocan que el aire actúe como un muro invisible, aumentando la resistencia y el calor. Estudios recientes muestran que la potencia disipada por fricción puede alcanzar niveles de megavolts, afectando la estabilidad y precisión de los experimentos si no se controla adecuadamente.
Para resolverlo, los ingenieros han optimizado el diseño con simulaciones y pruebas a escala y han notado que reducir la altura de las paredes minimiza la formación de vórtices, cambiar la forma de los brazos por discos reduce hasta un 73 % la resistencia, y operar con vacío parcial disminuye la fricción interna del aire.
Además, se ha estudiado en detalle el flujo de aire dentro de la cámara, midiendo velocidades, turbulencias y diferencias de presión. Con estos datos se pueden prevenir resonancias peligrosas, mejorar la refrigeración y garantizar que cada experimento se realice en un entorno estable y seguro, incluso bajo condiciones extremas.
Detección y control inteligente
A esas velocidades, cualquier mínima descompensación puede generar fuerzas desequilibradas que dañen la máquina o alteren los resultados. Es por esto que el acelerador incorpora sistemas de detección basados en inteligencia artificial para identificar y corregir desequilibrios en tiempo real, sin necesidad de detener la operación.
Este sistema combina redes neuronales profundas con características obtenidas de sensores de vibración, estado y su arquitectura, permiten reconocer patrones asociados a fuerzas anómalas y ajustar contrapesos virtuales, mejorando la estabilidad, prolongando la vida útil de los componentes clave.
En pruebas con centrifugadoras menores, como la ZJU-400, este método redujo hasta en un 85 % el error en la detección de desequilibrios respecto a técnicas tradicionales, lo que se traduce en mayor seguridad para los experimentos y menor riesgo de interrupciones costosas durante ensayos críticos.
La integración de este tipo de algoritmos convierte al acelerador en algo más que una máquina de fuerza bruta, es un laboratorio inteligente, capaz de adaptarse a condiciones cambiantes y mantener la precisión incluso en los regímenes de operación más exigentes de la ingeniería experimental.
Aplicaciones y alcance futuro
Las posibilidades son muy amplias, por ejemplo, en geotecnia puede simular en semanas cómo se deformaría una presa o cómo evolucionaría un terreno sometido a filtraciones durante décadas. En ingeniería sísmica, permite reproducir en horas los efectos acumulados de cientos de pequeños temblores.
En ciencia de materiales, la hipergravedad puede acelerar la separación de fases en aleaciones, revelando estructuras internas útiles para fabricar nuevos compuestos. En exploración submarina, serviría para estudiar la extracción de hidratos de gas natural, una fuente energética con gran potencial para el futuro.
También puede recrear procesos geológicos como la formación de montañas, la subsidencia del terreno o la migración de contaminantes. Todo esto sin esperar décadas ni construir prototipos a escala real, reduciendo costes y tiempos de investigación de forma drástica.
Aunque algunos titulares hablan de “comprimir el tiempo y el espacio”, la realidad es menos fantástica y más impresionante: CHIEF no altera la física fundamental, pero sí comprime el calendario experimental, ofreciendo a la ciencia un acelerador del tiempo natural sin precedentes.
CHINA TURNS ON A HYPERGRAVITY MACHINE TO COMPRESS TIME AND SPACE
In Hangzhou, Zhejiang Province, China is building the most powerful hypergravity centrifuge on the planet: CHIEF. Since 2020, it seeks to recreate natural processes in the laboratory that would normally take thousands of years to develop. No, this isn’t science fiction, but precision engineering at the service of the most advanced research.
The investment exceeds two billion yuan (about $276 million) and is part of a national strategy to strengthen scientific infrastructure. This is not a simple experiment, but a tool that will test materials, structures, and models at scales and speeds never before achieved in facilities of this type.
Its design includes two versions: a high-load version capable of moving up to 32 tons at 300–500 g, and a high-speed version capable of moving up to 1,500 g. In both, the forces generated are thousands of times greater than Earth’s gravity, something impossible for a human being to withstand.
The idea of simulating hypergravity with centrifuges has existed since the late 19th century, but it has never been taken so far, combining brute force, lifting capacity, and precision control, allowing for the accelerated study of geotechnical, geological, and materials phenomena without losing the fidelity of full-scale models.
CHINA TIENE EL PRIMER DRON DE COMBATE FURTIVO DEL MUNDO QUE DESPEGA DESDE PORTAVIONES
El Día de la Victoria es la conmemoración que China realiza cada 3 de septiembre del final de la Segunda Guerra Mundial. Se realiza un desfile en el que la dictadura comunista exhibe su fuerza militar y muestra armamento avanzado. En la de este año llamó la atención un dron de combate (UCAV) GJ-11 ‘Espada afilada’ con bisagras plegables en las alas que indican que ha sido adaptado para operar desde portaaviones y grandes buques de asalto anfibios. Según recoge South China Morning Post, el GJ-11, al que se ha vinculado tanto con el nuevo buque de asalto anfibio Tipo 076 Sichuan como con el portaviones Fujian, podría ser el primer -y único, por ahora- dron de combate furtivo operativo embarcado en el mundo.
El desarrollo del GJ-11 comenzó en 2009 con Shenyang Aircraft Corporation y más tarde lo continuó Hongdu Aviation Industry Group. Realizó su primer vuelo en 2013 y fue presentado públicamente en 2019 durante el desfile del Día Nacional de China. Esa versión mostró mejoras respecto al prototipo inicial que tenía una tobera de motor expuesta. El nuevo diseño incorporaba una tobera aplanada y protegida, una actualización orientada a reducir la visibilidad radar e infrarroja. En el desfile de 2019 se introdujo la designación ‘GJ’ y se describió como una plataforma para ataques profundos y supresión de defensas aéreas.
El diseño general del dron se basa en una configuración de ala volante sin cola, con un fuselaje integrado y superficies de control en el borde de salida diseñadas para ayudar a reducir su firma radar.
Para mejorar la supervivencia, utiliza una toma de aire en S montada en la parte superior que oculta las palas del motor al radar y una tobera de escape protegida diseñada para limitar tanto la firma radar como la térmica. Su acabado gris claro es similar a los recubrimientos usados en los cazas furtivos tripulados chinos.
Así es el GJ-11
GJ-11 tiene unas dimensiones de 12,2 metros de longitud y 14,4 de envergadura, con un peso estimado al despegue de alrededor de 10 toneladas que lo convierten en una aeronave de ataque de peso medio y baja observabilidad.
La información pública disponible sobre su rendimiento apunta a vuelo subsónico con una velocidad máxima de aproximadamente 1.111 kilómetros por hora. Se estima que tiene una autonomía de seis horas y un radio de combate de más de 1.500 kilómetros. Esto le permitiría alcanzar la mayor parte de los mares de la China Oriental y Meridional desde bases en tierra y cubrir distancias aún mayores si fuera lanzado desde un portaaviones.
El GJ-11 puede cargar hasta 2.000 kilogramos de armamento, incluidas bombas guiadas de precisión, misiles antirradiación o misiles de crucero. En otras configuraciones, el espacio de carga puede destinarse a sensores para realizar vigilancia y reconocimiento, lo que dota a la aeronave de flexibilidad para operar tanto en misiones de ataque como de inteligencia sin modificar su forma externa.
Los medios chinos describen al GJ-11 como capaz de un alto grado de automatización. Se ha reportado que puede despegar, ejecutar una misión y regresar de forma autónoma, con inteligencia artificial asistiendo en la navegación, identificación de objetivos y empleo de armas.
El primer UCAV furtivo integrado en la fuerza de un portaaviones
En 2022 se le vio volando junto a un caza furtivo J-20, lo que sugiere que podría servir como ‘compañero leal’ en equipos hombre-máquina. En ese tipo de operaciones podría ampliar el campo de visión de un caza, ser la primera plataforma en enfrentarse a defensas aéreas, portar armamento adicional o funcionar como señuelo para atraer fuego enemigo. Desplegados en grupos, los GJ-11 podrían cooperar, con uno actuando como nodo de control y otros ejecutando tareas de ataque o retransmisión.
Hay otros indicios que apuntan al papel naval del GJ-11. China mostró en 2021 un concepto de GJ-11 despegando desde un buque anfibio e imágenes satelitales han revelado maquetas en una instalación de pruebas a escala real para portaaviones en Wuhan y en un nuevo emplazamiento en la isla Changxing, muy cerca de donde se está construyendo el primer Tipo 076. Los analistas consideran que este sitio está destinado a ensayar cómo podrían manipularse drones como el GJ-11 en la cubierta de un buque.
Con catapultas electromagnéticas tanto en el Tipo 076 como en el Fujian, se están creando las condiciones para operar drones de ala fija en el mar. Estos pasos indican la preparación para desplegar el GJ-11 en buques, lo que ampliaría considerablemente el alcance y las capacidades de vigilancia de los buques de asalto anfibios y de los portaaviones chinos.
Si se confirma su entrada en servicio embarcado, China abriría una nueva vía operativa que hoy no ha alcanzado ningún otro ejército: un UCAV furtivo integrado en la fuerza de un portaaviones. Frente a programas extranjeros -el X-47B estadounidense fue un demostrador que terminó en 2015 y el MQ-25 está concebido como repostador-, el GJ-11, de prosperar en cubierta, podría ampliar de forma notable el alcance y las capacidades de vigilancia y ataque de las flotas anfibias y de portaaviones chinas.
CHINA HAS THE WORLD’S FIRST STEALTH COMBAT DRONE TO TAKE OFF FROM AN AIRCRAFT CARRIER.
V-Day is China’s commemoration of the end of World War II every September 3rd. A parade is held in which the communist dictatorship displays its military might and advanced weaponry.
This year’s parade attracted attention: a GJ-11 «Sharp Sword» combat drone (UCAV), with folding wing hinges indicating it has been adapted to operate from aircraft carriers and large amphibious assault ships. According to the South China Morning Post, the GJ-11, which has been linked to both the new Type 076 Sichuan amphibious assault ship and the Fujian aircraft carrier, could be the world’s first—and, for now, only—operational ship-based stealth combat drone.
Development of the GJ-11 began in 2009 with Shenyang Aircraft Corporation and was later continued by Hongdu Aviation Industry Group. It made its first flight in 2013 and was publicly unveiled in 2019 during the Chinese National Day parade.
This version showed improvements over the initial prototype, which had an exposed engine nozzle. The new design incorporated a flattened and shielded nozzle, an update intended to reduce radar and infrared visibility.
Published weekly by Nuevo Poder. Articles and op-eds focusing on geopolitical issues around Indo-Pacific area
Editor: IW, senior fellow of REDCAEM and CESCOS
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