Hoy se cumple un año de la triste partida del Presidente Piñera; la mejor forma de recordarlo —además de tenerlo siempre presente— es reflexionando sobre su legado.
Los principios que orientaron su vida en la función pública, hoy son más necesarios que nunca: siempre dialogante, buscando acuerdos por el bien de Chile, repudiando a cualquier dictadura del signo que sea, respetando irrestrictamente los derechos humanos. Sebastián no conocía el rencor, ni siquiera a los que lo atacaron sin piedad ni razón por defender la democracia ese octubre de 2019.
Un ejemplo de lo anterior fueron sus últimas 24 horas de vida: habló con el Presidente Boric para ofrecer su ayuda a raíz de los incendios de Viña y, al momento, organizó una reunión por Zoom con sus excolaboradores que tenían experiencia en incendios para que se pusieran a disposición del Gobierno. Temprano, esa misma mañana, se comunicó telefónicamente con la gran Corina Machado, la heroica luchadora contra la dictadura de Maduro. Aún quedaba tiempo.
Entonces fue en su helicóptero a ver a un buen amigo y su plan era volver a almorzar con su familia y después cumplir lo prometido con sus nietos: llevarlos a un paseo en lancha. Esto último le quedó pendiente… Te echamos mucho de menos, Sebastián. (El Mercurio Cartas)
Pablo Piñera Echenique